La necesidad de resurgir de la Roja

Agencias
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Luis Enrique está obligado a buscar soluciones e introducirá cambios junto al regreso de Busquets

El técnico nacional realiza las últimas pruebas antes del encuentro. - Foto: JUAN CARLOS HIDALGO

El 1-1 contra Polonia golpeó la confianza de la selección española, dirigida hoy a una situación límite frente a Eslovaquia en el estadio La Cartuja de Sevilla, obligada a ganar para no depender de nadie más que de sí misma y enfrentada contra el fracaso, en una reválida decisiva para Luis Enrique Martínez y un grupo de jugadores todavía bajo la duda.

Con esa incertidumbre, en el modo imprevisible que ha adoptado en esta Eurocopa 2020, sin gol en ataque, sin contundencia en defensa, incapaz de ganar aún -ni a Suecia ni a Polonia- y, ni mucho menos, actuar como la favorita que se presuponía al principio y que ahora no aparenta en absoluto.

O reacción o eliminación. No hay términos medios para ella a estas alturas tan tempranas de una competición que no admite un exceso de despistes ni concesiones. O un nivel por debajo de lo esperado. Ya ha agotado casi su margen en ese sentido a la mínima expresión; a la victoria como la única vía segura hacia los octavos. No estar ahí sería un batacazo sonoro. Sin ningún matiz. Aún tiene tiempo: un triunfo asegura la clasificación sin atender a otros marcadores. Si gana a Eslovaquia y Polonia a Suecia será primera de su grupo. Si vence por más de un gol y Suecia nada más empata, también comandará el cuarteto. Pero hay una excepción: si el equipo escandinavogana, España será segunda.

El liderato ofrece dos ventajas: primero, casi siempre un rival más accesible y, segundo, un descanso que no tendría si fuera segunda o tercera del cuarteto. Hay una diferencia de un día según sea el puesto. Si es primera jugaría el martes 29, si es segunda el lunes 28 y si es tercera el domingo 27. La derrota supone su eliminación.

Solo piensa en el triunfo España, cuyo bajón fue visible frente a Polonia. También la falta de carácter. Se ha acostumbrado al empate, seis en sus últimos nueve duelos a las órdenes de Luis Enrique, también en el foco por su elección de la lista. Ya sin bajas, el seleccionador debe buscar las soluciones. 

Del primer once al segundo, del 0-0 con Suecia al 1-1 con Polonia, solo alteró un nombre y una posición de la alineación (Gerard Moreno por Ferrán Torres). De entonces a ahora se prevé algún cambio más. Uno es seguro: la irrupción del capitán, Sergio Busquets, como titular. Es el momento del único campeón del mundo de toda la lista, de la jerarquía de sus 123 partidos y del fútbol con el que es capaz de manejar la transición defensiva y ofensiva desde el medio centro. Él apunta como novedad.

Puede haber más. Por ahí surgen las posibilidades de Gayá, Azpilicueta o Thiago . También Ferrán Torres, por la capacidad goleadora que ha demostrado en sus 13 partidos como internacional.

Enfrente, Eslovaquia invocará a las hazañas del pasado para volver a tener éxito.