"La venta de la planta de Tordesillas fue un error"

R.G.R
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El nuevo presidente de Acor, Jesús Posadas. - Foto: Jonathan Tajes

Consciente de lo complicado de la situación, se muestra animado a conseguir que durante este mandato la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (Acor) consiga dejar atrás los vaivenes de etapas pasadas para centrarse en el cultivo de la remolacha. Tiene claros los objetivos a alcanzar para conseguir que la fábrica de Olmedo, y sabe que para eso debe  centrarse en conseguir que el cultivo de la remolacha sea «lo más rentable posible» para los socios. Para ello, garantiza que cobrarán los 42 euros por tonelada, como mínimo, hasta el año 2027.     

Después de unos días en el cargo, ¿cómo se encuentra la sociedad cooperativa?

La cooperativa funciona estupendamente. Con absoluta normalidad por parte de todos los trabajadores. A nivel empresarial no se ha parado en ningún momento, hay decisiones que un consejo rector en funciones no puede tomarlas, pero están en la cartera para adoptarlas. Esto no se ha parado. 

¿Con ilusión en esta segunda etapa?

Con mucha ilusión. Segunda etapa, pero muy diferente. No tiene nada que ver ser vicepresidente con presidente con cargo ejecutivo. Ahora, presido un equipo diferente. Muy ilusionado, la verdad. 

La victoria fue muy ajustada. ¿Cómo espera que se comporte el consejo rector?

Estoy convencido de que el consejo rector va a funcionar estupendamente. Va a existir absoluta coordinación, sin ninguna duda. Ya las primeras reuniones han sido unas tomas de contacto para hablar de lo que tenemos que hacer y hay coincidencia. 

¿Qué tal las sensaciones de los primeros días?

Muy buenas. Y los encuentros muy buenos. Me conozco desde hace mucho tiempo con el vicepresidente, hemos trabajado mucho en esta casa y todo ha ido genial. Nuestra relación ha sido siempre buena. 

¿Prevé que será un mandato sencillo en cuanto al funcionamiento interno de la cooperativa?

En el consejo rector está representada el 85 por ciento de la cooperativa.  En esa mesa está la mayor representación que ha tenido la cooperativa desde siempre. Es la suma de dos candidaturas. Es la mayor representación que ha tenido nunca un consejo rector. Si se pusiera una sola candidatura, con el margen tan escaso que hemos tenido, la mitad de la cooperativa se habría quedado fuera. El 80 por ciento del programa, tanto de Justino Medrano como el mío, es coincidente y el otro 20 por ciento no es incompatible. 

¿Considera entonces que será fácil el entendimiento? 

No he dicho que sea fácil, dependerá de cada uno de nosotros. Pero esa mesa refleja el 85 por ciento del voto social de los socios. 

¿Qué balance hace de la gestión realizada por su antecesor en el cargo durante los dos últimos años?

El balance ha sido un mandato difícil de cumplir, lo que ha llevado a la celebración de unas elecciones anticipadas. Es evidente que no se puede hablar de que haya habido normalidad y tranquilidad en este periodo. 

¿Eso significa que no se ha hecho bien?

Como en todos los mandatos ha habido aciertos y errores. Se han hecho cosas mal, bien, muy bien y muy mal. Para nosotros ha habido algún error estratégico como fue la venta de la planta fotovoltaica de Tordesillas, pero ya es un hecho consumado. 

Dejando un poco atrás las elecciones, sí me gustaría saber qué ideas tiene en mente para este mandato. ¿Cuáles son los objetivos que se marca? 

Los objetivos para este mandato, que son coincidentes con los de Justino Medrano, se basan en buscar la manera de hacer más rentable y poner más dinero en el cultivo de remolacha. Para eso, hay que equilibrar la riqueza. Consideramos que la remolacha está para muchos de nuestros socios en el límite de la rentabilidad y hay que hacerla más rentable. En segundo lugar, hay que volver a recuperar e ilusionar al socio. Vincularle otra vez a la cooperativa, que se sienta parte importante y que tenga la confianza suficiente para que siga cultivando con nosotros. Dependemos de ellos.  

¿Cómo se hace más rentable el cultivo de remolacha? 

Con gestión. No tengo una barita mágica para aumentar la rentabilidad de la remolacha. Pero hay que sumar muchos pocos.

¿En qué consisten esos pocos?

Dos cosas importantes. Un precio internacional aceptable y una buena campaña industrial azucarera. Para tener una buena campaña tenemos que tener un mínimo de 180.000 toneladas de azúcar. Este año vamos a estar cerca de las 165.000, con lo que estamos en unos números modestos pero rentables. Si a esto se une que el precio internacional se estabiliza tenemos dos vectores fundamentales para la viabilidad de la empresa. Este año la remolacha esta sana y creo que va a ser productiva. El número de toneladas no es el ideal, optamos por más hectáreas, por 12.500, pero hay contratadas 11.500, que creemos que son suficientes para una buena campaña. Estos son los muchos pocos que queremos conseguir.

El girasol y la colza son muy interesantes para el agricultor, con unos precios internacionales muy interesantes.  

Su objetivo de campaña era «recuperar el rigor, la seriedad y la transparencia». ¿Cómo trabajará para conseguir mejorar la situación de la cooperativa?

El socio está en parte desilusionado por los sucesos de los últimos años. Para volverle a ilusionar es importante que su cultivo sea rentable y que confíe en la cooperativa. Si empezamos a demostrarle  que esta es su casa y que trabajamos en su favor con rigor, seriedad y transparencia lo tendremos otra vez con nosotros. Trabajar con seriedad es importantísimo en una empresa como esta, el rigor por supuesto y la transparencia es un signo de identidad. 

¿Cuál es el planteamiento del presidente respecto a la sede de la cooperativa en Valladolid y el traslado de los trabajadores?

La suspensión del juicio por el tema de los trabajadores ha sido únicamente procesal. Acor no ha intervenido para nada, es ajeno a nosotros. Sobre el cambio de los trabajadores diré que ya está hecho. En Valladolid quedamos unos pocos. Lo que tenemos que ver es que hacemos con este local y hay diferentes propuestas. La sede social de la cooperativa está en Isabel la Católica, número 1. Pero hay que hacerlo estatutariamente. La intención es hacerlo y luego tener la libertad de hacer de esta o de otra la sede de trabajo en Valladolid. Hay que empezar por trasladar la sede social a Olmedo y luego veremos. 

¿Por qué este movimiento? 

El porqué es un tema del anterior consejo rector. Pero esta sede, con el teletrabajo y la no presencialidad en el puesto no es necesaria.  

¿Y por qué otra sede en Valladolid entonces? 

Aquí hay 2.300 metros cuadrados y consideramos que para lo que necesitamos tal vez con 100 o 150 es suficiente. Aquí, en la sede de Isabel la Católica, también tenemos entrada por la calle Doctrinos y tal vez se pueda hacer independiente una parte para rentabilizarla. 

¿Cuáles son las posibilidades que maneja la cooperativa para su sede en Valladolid?

Estoy seguro que es un local suficientemente adaptable y goloso como para que haya gente a la que le pueda interesar. Estamos abiertos a estudiar todo aquellos que genere rentabilidad para la cooperativa. Pero no estamos hablando de vender, la venta no es la primera opción o la única. 

¿Alquiler? 

A mí me gustaría más tener un alquiler a largo plazo que una venta. En las ventas de una cooperativa se genera un 50 por ciento que no repartible, si alquilo puedo hacer lo que quiera con ese dinero. La venta, a veces, no es lo más interesante. 

¿Y la antigua fábrica de Valladolid? 

Ahí sí. La antigua fábrica de Acor es un bien que no tiene la posibilidad de alquiler. Está dentro de un Plan Parcial y son solares. Tendremos que ir a desinvertir. 

¿A qué llama desinvertir? 

A vender. Un local puede ser más interesante para el alquiler, pero la antigua fábrica no.

¿Tiene propuestas de compra para la antigua fábrica? 

No. Y si las hay todavía no me he parado a estudiarlas. No está en lo prioritario del día a día. Pero estamos dispuestos a estudiar todo. 

¿Qué ocurre con el proyecto de Rumanía? 

Nació con un sentido que ahora no tiene. Nuestra idea, y somos coincidentes todas las candidaturas, es estudiarlo para desinvertir. Y aquí sí hablo de desinversión porque el proyecto no es 100% de Acor y lo que tenemos que hacer es recuperar nuestra inversión. El otro socio tal vez quiere comprar nuestra parte o que nos juntemos los dos para vender. Estamos recuperando una inversión. 

¿Los años de Carlos Rico se caracterizaron por la diversificación del negocio. ¿Será su línea de trabajo continuar con la apertura de nuevos negocios dentro de la cooperativa teniendo la remolacha como referencia? 

Mi intención es reforzar los actuales negocios de la cooperativa y buscar alternativas agrícolas para el socio. Al servicio agronómico le pediremos más trabajo en los múltiples ensayos que hace y en cultivos interesantes para el socio como cultivador. Tenemos que rentabilizar las partes ociosas de la planta. 

¿Usted hubiera vendido la planta fotovoltaica de Tordesillas?

No. Considero que se trató de un error estratégico. En una situación como la que nos planteaba el anterior consejo rector habría habido posibilidades de refinanciación en el caso de necesitar tesorería situando como aval la propia fotovoltaica. 

Según está situación que me explica…, ¿cómo está la cooperativa financieramente hablando? 

Fuerte. La fotovoltaica fue un tema estratégico. Estamos en un ejercicio que no va a ser malo. Cerramos el ejercicio el 30 de junio y no hemos querido acelerar. La cooperativa no tiene ningún tipo de problemas. Lo que se ha hablado de concurso de acreedores y esas estupideces lo único que han hecho ha sido daño a todos. La verdad es que tenemos un músculo suficiente. 

La Comisión Europea prevé una merma del consumo de este producto del 0,4% anual. ¿Será la remolacha un cultivo rentable a medio largo plazo? 

El consumo de azúcar está cayendo en España, pero no en Europa. El azúcar es un producto que tiene un precio a nivel internacional. En el mercado internacional su consumo aumenta.

¿Qué espera de las administraciones, tanto Junta como Gobierno, con la nueva PAC?

Mantenemos unas magníficas relaciones, tanto cooperativa como sector, pero nos tienen que saber responder a las demandas que les presentemos. 

¿Cómo se presenta la campaña de este año? 

El cultivo está sano y esperamos que la campaña fabril sea buena y el precio se mantenga. 

¿Los 42 euros firmados con las agrupaciones sindicales hasta 2027 están garantizados? 

Ese precio está garantizado. Nuestro trabajo va a ir encaminado en subir ese precio. 

¿Hasta dónde? 

Hasta donde dé la cooperativa. Primero tenemos que ganar dinero, el precio final dependerá de muchas cosas, pero Acor intentará pagar más de 42. No me atrevo a decir cómo, si por retorno, por hectárea… Pero garantizados los 42 euros, nuestro compromiso es hacer más rentable el cultivo del azúcar.