El 21% de los delitos de odio es por la orientación sexual

A. G. Mozo
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Valladolid registra una media de once denuncias de odio al año, de las que un tercio son por racismo. Las Fuerzas de Seguridad logran esclarecer tres de cada cuatro casos que se registran

Cartel colgado en la Facultad de Medicina atacando a Corell. - Foto: ALFREDO CORELL

Alfredo Corell, catedrático de la UVa, divulgador científico y uno de los rostros más populares en la era covid por sus apariciones en televisión como inmunólogo, alzó la voz hace unos días tras recibir un ataque en los pasillos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid donde aparecieron unos carteles convocando una falsa conferencia a cargo del profesor y en los que se cargaba contra su condición sexual: 'El coito anal. Una costumbre saludable', fue el título que los autores eligieron para intentar atentar contra el honor de Corell.

El inmunólogo, con cerca de 41.000 seguidores en Twitter y más de 96.000 en Instagram, no dudó en denunciarlo públicamente con un vídeo en sus redes sociales tras haberlo hecho formalmente en una comisaría de Policía Nacional. No era el primer ataque de este tipo que sufría y él mismo compartía la imagen de ese falso cartel en el que se buscaba la mofa hasta en los cargos asignados al catedrático, presentado como «gran influencer y experto» en el documento que se ha convertido en prueba no solo de esa denuncia de Corell a la Policía, sino también en la decisión que, horas después, adoptaba la propia Universidad de Valladolid de llevar el asunto a la Fiscalía, al entender que se podía tratar de un delito de odio.

Hasta 4 años de cárcel

Los delitos de odio están regulados en el artículo 510 del Código Penal y se castigan con la pena de prisión de uno a cuatro años, además de multas de seis a doce meses.

En la provincia de Valladolid, las Fuerzas de Seguridad reciben una media de once denuncias al año por delitos de odio, según los datos del Ministerio del Interior que en su última estadística recoge la serie 2014-2021. Ocho años en los que se han contabilizado 89 delitos de odio vallisoletanos, de los que tres de cada cuatro (66) se esclarecieron y derivaron en 51 detenciones (o imputaciones).

Es el camino que podrían seguir los autores del cartel si prosperan las pesquisas abiertas en la Policía para su identificación. El ataque a la identidad sexual constituye una quinta parte de los delitos de odio que se registran en Valladolid. De esos 89 casos registrados durante estos últimos ocho años, 19 son por atentar contra la orientación sexual (21%). El año pasado fueron dos de las doce denuncias, por lo tanto, en una proporción algo menor. El peor año de la serie fue precisamente 2014, cuando se aglutinaron trece supuestos casos de atentado contra la orientación sexual en Valladolid.

El año pasado, la principal causa de denuncia por delito de odio fue la ideología, puesto que cinco de los doce casos se debieron a este motivo que en el análisis de estos ocho años aparece como el tercero.

El primero es el racismo, que aglutina el 37% de las denuncias de odio de esta serie estadística vallisoletana. En concreto, en las cifras del Ministerio del Interior aparecen 33 casos desde 2014, cuatro de ellos sufridos el pasado año.

Un 2021 con doce denuncias, que son el doble que el pandémico 2020 y las mismas que en 2019, y que se completan con las dos ya citadas por orientación sexual y una por discriminación por razón de sexo. De las doce, once fueron esclarecidas, un porcentaje mayor que la media de estos años en los que se vienen resolviendo tres de cada cuatro. Los 66 delitos que se pudieron aclarar derivaron en 51 arrestos o imputaciones, donde los hombres son clara mayoría (48).

Personas con discapacidad

Después del racismo, la orientación sexual y la ideología, el siguiente motivo de denuncia por delito de odio es el ataque a personas con discapacidad, de los que se han contabilizado seis casos entre 2014 y 2021 (dos en 2018, uno en 2016 y tres en 2014). Curiosamente, hace unos días, la propia Fundación Personas que trabaja en el apoyo a este colectivo, alzaba la voz y abría una investigación en la que estudiaba emprender algún tipo de acción contra un pub de la zona de Coca que habría negado el acceso a un grupo de personas con discapacidad.

La radiografía de los delitos de odio vallisoletanos se completa con las cinco denuncias por atentar contra las creencias religiosas de otras personas, una por aporofobia (pobreza), otra de antisemitismo y por discriminación por enfermedad.