Tras dos victorias consecutivas y olvidada ya la mala racha de las cinco derrotas seguidas sin marcar, el Real Valladolid quiere mantenerse en la buena ola de las últimas jornadas para alejarse un poco más de los puestos de descenso. Para ello, deberá superar este domingo (18.30 horas) a un hueso duro de roer, un Osasuna que no llega al José Zorrilla en su mejor momento, con solo una victoria en sus últimos siete encuentros ligueros, aunque ha empatado en sus tres choque a domicilio, en San Mamés, el Martínez Valero y Cornellá.

Pacheta recupera para este duelo a Roque Mesa, sancionado el pasado fin de semana, y espera contar ya con Joaquín, baja también en el Reale Arena por unas molestias en los isquiotibiales derechos. Aunque tras dos triunfos consecutivos, hay muchas dudas de que el técnico se decida a introducir cambios de inicio. De esta forma, es posible que ambos tengan que esperar su oportunidad en el banquillo, como Cyle Larin, el héroe de esas dos victorias, con sendos goles en las rectas finales; o Amallah, el único de las incorporaciones invernales que aún no ha debutado. Anuar y Kenedy siguen siendo bajas por lesión y el entrenador probablemente llame a algún integrante del Promesas.

El duelo puede marcar un punto de inflexión importante. El Pucela estaba en puestos de descenso hace dos semanas y no tenía casi ya margen de error. Y en apenas siete días cambió todo, ganando al Valencia y a la Real Sociedad, sin encajar en sendos encuentros.

Ahora, con un 'colchón' de cuatro puntos sobre el antepenúltimo, el Real Valladolid tiene la oportunidad de ampliar esa renta, con duelos directos, como el Cádiz-Girona, y con el resto de rivales midiéndose a conjuntos de la zona alta, como el Getafe con el Rayo; el Elche con el Real Madrid; el Celta con el Atlético; el Espanyol con la Real Sociedad; o el Almería, con el Betis.

Mientras, el Pucela lo hará con un Osasuna muy intenso, fuerte en defensa –solo ha recibido 19 goles– y que vende cara cada derrota –solo ha encajado tres por dos tantos de diferencia–.

David García, Moi Gómez, Torró y Chimy Ávila son cuatro de los ejes sobre los que se sustentan las filas de un equipo con sello Jagoba Arrasate.