Valladolid bate su récord de multas por conducir ebrio

A. G. Mozo
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La vuelta a la normalidad social en 2022 se tradujo en un incremento de las alcoholemias positivas hasta llegar a las 537 sanciones impuestas por la Policía Municipal. Las denuncias por conducir bajo los efectos de las drogas, en cambio, bajan un 13%

Control de alcoholemia de la Policía Municipal. - Foto: @PoliciaVLL

Cada fin de semana, las patrullas de la Policía Municipal detectan a una media de diez conductores ebrios y dos drogados. La cifra, que prorrateada puede parecer baja, se va a los tres dígitos en el cómputo anual para alertar de un problema que lejos de ceder parece haber vuelto de la pandemia incluso con más fuerza. 107 vallisoletanos fueron interceptados al volante bajo los efectos de estupefacientes en 2022 y 537, con más alcohol del permitido. Y nunca antes se había sorprendido a tantos conductores ebrios en la ciudad como se hizo el año pasado, pese a la convivencia con las últimas restricciones del coronavirus.

Precisamente, este récord de alcoholemias coincide con el fin de la pandemia y la progresiva vuelta a la plena normalidad que se fue experimentando a lo largo de 2022, puesto que las mascarillas no dejaron de ser obligatorias en interiores (también en bares) hasta después de Semana Santa (hasta mediados de abril). Sin restricciones de movilidad geográfica ni horaria como en muchos meses de 2020 y 2021, sí persistió durante el primer cuatrimestre del año pasado un cierto condicionamiento del ocio, pese a lo cual se fue reactivando la noche vallisoletana y con ella las labores de vigilancia de la seguridad al volante.

En este sentido, el concejal de Salud Pública y Seguridad del Ayuntamiento, Alberto Palomino, pone de manifiesto el contraste entre el «aumento de los usuarios de la vía denunciados por conducir bajo los efectos del alcohol» y «el descenso, con respecto a los años anteriores, de las denuncias por conducir bajo los efectos de drogas u otras sustancias estupefacientes», si bien Palomino destaca el hecho de que «en muchos casos, los agentes descubren que se trata de personas policonsumidoras ya que la analítica muestra positivo en varias sustancias». 

Más positivos que en 2019

La información estadística a la que ha tenido acceso este periódico desvela que las cifras de positivos en ambos conceptos son superiores a lo que se venía dando antes del estallido de la pandemia, aunque de modo más evidente en el caso del alcohol pero también en las drogas.

Los agentes descubrieron en 2022 a esos 537 conductores que se pusieron al volante pese a haber bebido, lo que supone un 38% más de los 398 que hubo en 2019. Del análisis de la evolución de multas por este concepto en la década previa se descubre una evidente tendencia al alza, aunque con algún altibajo. Así, se aprecia que en 2012 hubo 359 positivos por alcohol y al año siguiente subió hasta 386, para bajar en casi una centena en 2014: 299. Luego volvería a crecer (369 en 2015 y 372 en 2016) para situarse a continuación ya dentro de la franja de los cuatrocientos casos anuales: 453 tanto en 2017 como en 2018 –coincidencias estadísticas– y 398 en 2019. Después irrumpiría esa pandemia que todo lo cambió y que dejó 2020 en solo 280 multas por alcohol en Valladolid capital para contabilizar en 2021 un nuevo repunte y saltar a la franja de los quinientos ebrios anuales (503, para ser exactos), que es en lo que se mantiene tras sumar otro ligero incremento de poco más del 6% en 2022.

En el caso de las drogas también hay una tendencia al alza, aunque con más altibajos que el alcohol. Los primeros datos de positivos por consumo de estupefacientes al volante se remontan solo a 2016, cuando se anotaron 25 casos en la capital vallisoletana. Poco a poco, los test de saliva de drogas fueron generalizándose, a medida que se verificó su fiabilidad y se redujo su precio para las administraciones. Y fueron llegando los resultados, casi triplicándose los sancionados al año siguiente (69 en 2017) y casi duplicándose a su vez en 2018, al llegar a 117. Hubo una ligera caída en 2019 hasta 94 para crecer en 2020 pese a la pandemia, cuando se detectó a 109 conductores bajo los efectos de las drogas. Y fueron aún más al año siguiente, en 2021, cuando se contabilizó el récord con los 124 denunciados que recoge la estadística de la Policía Municipal. En 2022 bajan a 107, es decir, un 13% menos que el año anterior, aunque un 24% más de lo que se contabilizaba en prepandemia.

Los agentes no suelen hacer controles de drogas discrecionales como sí ocurre con el alcohol, pero son los propios policías los que lo deciden si, por ejemplo, se aprecia una afectación de la conducción pero dan negativo en alcoholemia.  «En general se hacen muchas más pruebas de alcohol que de drogas, excepto en los casos de accidentes graves en que siempre se hacen las dos», explican fuentes policiales a este periódico, que reconocen que «cada vez se hacen más controles».

Además, estas fuentes apuntan que en casi la mitad de los casos de positivos por drogas, el test suele desvelar que el conductor había consumido más de una sustancia antes de arrancar el vehículo.

Las sanciones previstas por la DGT para los conductores ebrios van desde los 500 euros y cuatro puntos a los que den entre 0,25 y 0,60, y 1.000 euros y seis puntos a los que superan esa tasa, que es la misma multa fijada para todos los que son sorprendidos drogados al volante.

Delitos

Los positivos de drogas se convierten en un delito contra la seguridad vial cuando el infractor se ve implicado en un accidente grave o si presenta síntomas claros y evidentes. En cambio, en el caso del alcohol, van al juzgado todos los conductores que superen los 0,60. En 2022, la Policía Municipal llevó ante el juez a 92 vallisoletanos, diez menos que en 2021, pero más que en cualquiera de los años previos (61 en 2020, 74 en 2019 y 2018, 75 en 2017, 68 en 2016...). Palomino vincula el incremento de los delitos contra la seguridad vial al hecho de que se descubre a infractores que se ponen el volante «careciendo de permiso de conducir, habiendo perdido todos los puntos o con la licencia suspendida penalmente».