"Si yo fuera el alcalde, reflexionaría sobre el soterramiento"

M.Rodríguez
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La presidenta del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento redobla su apuesta por recuperar el soterramiento. En esta entrevista también defiende la confianza que Feijóo ha depositado en ella y apuesta por hacer borrón y cuenta nueva en Valladolid

"Si yo fuera el alcalde, reflexionaría sobre el soterramiento" - Foto: Jonathan Tajes

La crisis interna del PP nacional, que ha implicado el cambio de liderazgo en el PP nacional ha supuesto todo un revulsivo para el futuro político de Pilar del Olmo. La presidenta del grupo municipal popular ha pasado de pensar en dar un paso atrás, un tanto forzada por las circunstancias del partido en la provincia, a resurgir por impulso director de Alberto Núñez Feijóo. El nuevo presidente del PPla ha colocado como una de sus personas de confianza, un movimiento que puede concluir en que la exconsejera de Hacienda vuelva a ser la candidata a la Alcaldía de su partido. 

Ha pasado de estar en un segundo plano a ocupar uno primerísimo . ¿Cómo valora el aval de Feijóo?

Tengo que mostrar mi agradecimiento a Alberto Núñez Feijóo por haberme incluido en el Comité Ejecutivo nacional. Es una responsabilidad grande colaborar con el presidente. Estoy a su entera disposición, pero políticamente no  cambia nada. Ya dije hace más de un año que con el partido, tal y como estaba, no me iba a presentar como candidata a la Alcaldía, ni aunque me lo pidieran. Las cosas han cambiado mucho, y ahora mismo haré lo que me pida el presidente.

Recalca mucho el agradecimiento. ¿Qué peso tiene a nivel interno y de proyección de su figura?

El Comité Ejecutivo nacional, después del Comité de Dirección, es el que toma decisiones de todo lo importante en el partido, incluido los nombramientos de candidatos (se ríe). Ser miembro es una gran responsabilidad y Feijóo es una persona que tiene mucho sentido común y conoce bien las tareas de gobierno y la gestión. Y por eso todas las decisiones importantes del PartidoPopular van a pasar por ese comité. 

Destaca la experiencia de gestión Feijóo, que usted también tiene. ¿Va a estar en el equipo económico que está diseñando? ¿Han hablado después del congreso y le ha hecho algún planteamiento?

Hablé con él lo que tenía que hablar. Mi experiencia, en lo que puedo ayudar, es en la parte económica o de Hacienda, que es a lo que me he dedicado 16 años de mi vida. No he vuelto a hablar con él desde el congreso. Creo que ha prescindido de lo que son los territorios y ha ido más a personas que le podemos echar una mano en estos comienzos, que nunca son fáciles. La verdad es que es una persona que valora mucho la experiencia y la gestión.

Pero se ha hablado mucho del papel de  la Comunidad y de qué nombres ha elegido. Esto ha supuesto cambio del rol para usted. ¿Será la intermediaria entre la dirección nacional y el presidente de la Junta?

Bueno, yo creo que Alfonso Fernández Mañueco tiene hilo directo con Feijóo, no creo  que necesite de intermediarios. 

Hablo a nivel de políticas, de recomendaciones,...

Yo estaré en lo que pueda para echar una mano a la Comunidad y al Partido Popular de Castilla y León. Pero más que un papel de intermediaria, ayudaré en lo que sé. Al ser miembro del Comité Ejecutivo nacional,  también lo soy de los comités ejecutivos regional y provincial.

¿La ausencia de Feijóo de la toma de posesión de Mañueco indica lo complejo del pacto con Vox y el camino incierto que queda por andar a este nuevo Gobierno?

El pacto ha sido difícil y largo, y  siempre que hay un pacto hay más dificultades para gobernar, para llevar a la práctica las ideas del PP. Pero hay que reconocer que había 212.000 votos a Vox, y era el pacto natural, aunque discrepemos  en muchísimas cosas. Vox ha apretado demasiado en estos momentos, pero está muy claro que Feijóo no vino porque tenía problemas de agenda: tenía la reunión con los agentes sociales y Comité Ejecutivo, y sigue siendo presidente de Galicia. Creo que el partido estaba bien representado con la secretaria general.

Conoce bien las tripas de lo que es el gobierno regional. ¿Por dónde van a llegar  las mayores dificultades con este pacto? ¿Se ha apretado  en puntos ideológicos y no tanto de gestión de esta crisis?

Creo que puede haber bastantes puntos de encuentro, pero también discrepancias muy grandes. Lo normal es apuntalar las cosas en común. Tenemos diferencias en muchas cosas, desde lo qué es la violencia de género o el concepto europeísta. Vox ha intentado plantear ideológicamente esas cuestiones y ha hecho bandera de ellas. Pero luego lo importantes es que Castilla y León tenga más empleo, que se traigan más industrias, y que los ciudadanos vivan mejor. En eso puede haber ciertos acuerdos en el Gobierno. 

Recuerdo que en mi última etapa en la Junta, cuando teníamos los mismos procuradores el PP y el resto, siempre no sentábamos a hablar con ciertos partidos de la oposición. La prueba de fuego está en el primer presupuesto que hagan.

Está haciendo del soterramiento el eje vertebral de su oposición municipal, ¿planteará un cambio de posición a la Junta para intentar que apoye ese proyecto?

En el soterramiento siempre se ha hecho lo que quiere el alcalde y la Junta lo que hace es poner dinero y ayudar a que se haga esa obra. El problema ahora mismo no es la falta de dinero y financiación porque realmente no se ha buscado. En más de 20 ciudades se están haciendo soterramientos, y no ha sido tan difícil para ellos buscar ese dinero, y  no entiendo por qué para Valladolid lo es. La Junta siempre ha acompañado, y en la medida en que yo pueda hacer que lo hagan, lo voy a hacer. En un proyecto tan grande y tan estupendo para la ciudad, todas las administraciones deberían de estar de acuerdo, guiadas eso sí, por el alcalde, que es el que siempre tiene que tener voluntad política de hacerlo.

El próximo lunes hay un Pleno extraordinario y la audiencia pública sobre esta cuestión. ¿La presión social va a hacer mella en el equipo de Gobierno?

Si yo fuera el alcalde, reflexionaría. La sociedad le está pidiendo esto, nunca ha dejado de pedirlo. No se puede amparar en el pasado y en la deuda, que ya pagó Adif y Renfe, y  se les puede compensar con las ventas de suelo. Además, la sociedad Valladolid Alta Velocidad tiene dinero en caja porque como no hacen nada, o lo hacen muy tarde, pues tienen remanentes: estamos hablado de más de 60 millones.

¿Lo está pidiendo la sociedad en su conjunto? Se lo pregunto porque el problema de este proyecto es que  no se ha visto una gran movilización. ¿Conseguirán ahora más?

Creo que no se había visto una movilización general. A los partidos de centro derecha o de centro nos cuesta más movilizar a la gente que a la izquierda. Pero ahora sí hay más movimiento ciudadano, sobre todo las asociaciones, pero también en la calle. Ahora, cuando se ha visto lo que se está haciendo en Panaderos  y Labradores, pues hay muchísima gente quejándose. Ahora están viendo que están haciendo unas obras y se preguntan cuánta calidad de vida van a ganar las personas que viven al lado de la vía, a ambos lados de la vía, haciendo ese túnel, que es fundamentalmente para vehículos y para ampliar el de peatones. 

¿No ganarán nada?

Creo que no van a ganar nada en calidad de vida, la ciudad no va a ganar tampoco porque no va a ser ambientalmente sostenible o socialmente mejor. Es el momento de reclamar el soterramiento porque hay financiación. Hemos pasado unos años muy duros, pero ahora hay mucho dinero, incluido lo que ha venido de Europa, y las administraciones están manejando presupuestos muy altos. Es el momento, si dejamos pasar este tren, nunca mejor dicho, va a ser difícil volverlo a recuperar, por eso llevamos tiempo dando guerra con esto.

¿Es el momento aunque estemos inmersos en una crisis económica, con la inflación disparada?

Sí. Hay inflación, pero es verdad que nunca habían venido tantos fondo de Europa para obras. Y es verdad que hay muchas obras que están quedando también paralizadas por la inflación, por los costes de la materias primas, pero se puede avanzar y hacer el proyecto. La inflación, si se toman las medidas adecuadas, habrá un momento que deje de ser un gran problema. Lo que pasa es que no se están adoptando las medidas adecuadas, pero ahora hay dinero.

¿Es el momento de invertir en infraestructuras o en lo social?

Es verdad que mucha gente no llegue a final de mes, y por supuesto habrá que tomar medidas para que no ocurra eso. Y mi partido está poniendo algunas opciones que no se están aceptando, como una rebaja del IRPF o deflactarlo. Si se deflactan las tarifas automáticamente y se revisan las retenciones, esas personas van a tener más dinero disponible en el momento. Se puede atajar, no todo el problema, pero si en parte, y las clases medias y bajas no se verán tan perjudicadas. 

Volviendo al soterramiento, se ha recuperado en parte porque ha surgido la plataforma. Y una posibilidad abierta es que si no se retoma el proyecto, ellos puedan presentarse a las elecciones municipales. El alcalde lo califica de ciencia ficción. ¿Cómo lo ve usted?

No tengo constancia de que la plataforma se quiera presentar a las elecciones, pero evidentemente para ellos es un objetivo básico. Y  si el PSOE no asume que es un objetivo básico de mucha gente de Valladolid, a lo mejor deciden dar ese paso.

Ya pasó hace años con la plataforma vecinal contra el centro social de Cruz Roja de Girón.

Por eso digo que es una posibilidad que existe, y que es consecuencia de que el actual alcalde no escucha a la ciudadanía. Cuando uno tiene unos objetivos claros, por supuesto que puede llevarlos a un programa electoral y que la gente vote a quien le da la gana. No me parece ningún disparate.

Unas elecciones para las que su partido todavía no tiene candidato. Ahora con el cambio en el dirección nacional, ¿cómo ve el futuro del PP y de su candidatura?

Ya he dicho que el partido tiene un nuevo líder, que lleva escasamente 15 días de presidente. Obviamente ahora tiene otras prioridades, mucho que coser y hacer en estos momentos. No creo que no se vaya a dedicar ya a poner candidato en Valladolid. No creo que ahora sea una prioridad, con congresos pendientes como el de Madrid o el de Salamanca. Feijóo está aterrizando, y es una persona que da pasos firmes, pero es muy prudente. En este momento, plantearte al candidato de Valladolid es casi un esperpento. No hay candidato en León, en Soria o en Segovia. Lo hará cuando estime que sea el momento oportuno, por lo tanto meterle prisas es sacar las patas del tiesto. Por otro lado, tengo que recordar cuando fui candidata, me le dijeron en marzo y me presentaba en mayo. Entonces, el partido no era el mismo, pero ahora tenemos mucha prisa, pero conmigo no tuvieron esa consideración.

Dada su experiencia, supongo que es un reto enorme para un candidato ponerse al día y lograr el conocimiento con tan poco tiempo.

Sí, es muy difícil. Tres meses no es nada, y a mí me tocó hacer la campaña con muy poco apoyo de mi partido. Ysi el partido te deja casi sola haciendo la campaña de las municipales, que es lo que básicamente me pasó, pues es muy difícil. Yo me sentí bastante sola, y por eso uno se plantea si ser candidato o no. Hay muchos condicionantes.

En el partido provincial también ha habido algunas fisuras. ¿Ya están remando más a favor desde todos los puntos de vista, personal y político, o todavía tiene que haber un acople de placas tectónicas?

El partido también tiene que adaptarse poco a poco a la nueva dirección nacional. Feijóo no va a entrar como un elefante en una cacharrería. Y es desde aquí hay que ver por dónde va la dirección nacional y adaptarse todos a la nueva situación. Y no puede haber mejor oportunidad para nuestro partido porque desde que está Feijóo todas las encuestas son mucho más favorables. En este momento lo que hace falta es que estemos todos unidos y que nos volquemos en las cosas importantes. Hay que hacer borrón y cuenta nueva.

¿Se ha reunido ya con el presidente provincial para coordinarse?

Desde que vine del congreso he tenido una reunión con él y varias en el partido.

¿Y están ya en esa inercia de remar todos en la misma dirección?

Por mi parte, desde luego que sí. Lo que tenemos que hacer es subirnos  al mismo barco, trabajar muchísimo, en este caso en Valladolid para echar a Puente de la Alcaldía. ¿Y qué estamos haciendo desde el grupo? Me da igual quién sea el candidato, ahora trabajamos seriamente para resolver los problemas de Valladolid. Es importante que Puente deje de ser alcalde. Y si como pasa muchas veces te lleva la marea, el candidato puede ser mejor o peor, pero es muy importante que el partido vaya bien. Yo estoy trabajando muchísimo para lograr este objetivo porque no estamos nada satisfechos con la labor del alcalde. Nos parece muy mal los pocos logros que tiene, no ha hecho absolutamente nada por la ciudad, que está peor que cuando llegó.

¿Están consiguiendo hacerle mella? Por ejemplo, con el tema de la movilidad o la integración.

Creo que hemos conseguido muchas cosas. Recurrimos el decreto  de cambio movilidad y lo hemos ganado. Y en este tiempo han tenido que modificar el paseo de Isabel la Católica, la calle Miguel Íscar y el paseo se Zorrilla a la altura de la avenida de Medina del Campo. Y lo van haciendo porque se dan cuenta de los errores que han cometido. Pero quedan muchas cosas por solucionar, como lo sucias que están las calles peatonalizadas. Creo que nuestro trabajo está teniendo sus efectos.

Ese efecto Feijóo de las encuestas, la erosión que apunta del Gobierno y la previsible subida de Vox en la capital deja abierta la opción de reeditar un pacto como el regional. ¿Cómo valora esta opción? ¿Trabajarán conjuntamente?

No, nosotros con Vox no hemos trabajado nunca conjuntamente. Es verdad que algunos asuntos coincidimos, como por ejemplo en el soterramiento y la movilidad, pero nunca hemos trabajado con ellos y  no hemos llevado  ninguna moción conjunta, ni nada. Creo que lo que tenemos que hacer es ganar para gobernar solos, que es lo que además pretende hacer Feijóo a nivel nacional. Es muy difícil, pero el objetivo es tener más votos que la izquierda.

¿Y cuál es el objetivo de Pilar del Olmo en esta nueva etapa?

Mis objetivos personales son secundarios. Ahora no tengo más reto que colaborar en todo lo que me pida el partido nacional y Feijóo. Estoy a su disposición porque mi responsabilidad me obliga a eso. No tengo más retos. Yo no estoy liberada, tengo mi trabajo y vivo de ello, por lo que el paso que dé en política es porque quiera, me apetezca mucho y me pueda sentirme útil y colaborar, porque tengo ganas y porque creo que puedo acertar.