Sin becas por correr en clubes de fuera

M.B
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Atletas medallistas y primeras espadas nacionales no podrán acceder a la residencia Río Esgueva

El leonés Saúl Ordóñez, seguido del afincado en Valladolid Nassim Hassaous, dos de los atletas finalistas en el 1.500 del pasado Nacional que se han quedado sin beca. - Foto: Kiko Huesca

Saúl Ordóñez paró el crono a finales de agosto en el milquinientos en 3:34.98, mínima olímpica para Tokio si se estuviese en tiempo de conseguirla. El leonés, afincado en Valladolid, que ya ha llegado a ser  bronce mundialista y plusmarquista nacional de 800, no puede optar este año a una beca externa (manutención) en la residencia Río Esgueva. Tampoco podrán vivir en ella el vallisoletano de adopción Nassim Hassaous, cuarto en el 1.500 del Nacional al aire libre de hace una semana; la palentina Marta García, campeona de España sub 23 en 2019 en el 1.500; la salmantina Lorena Martín, tercera en el 800 del Campeonato de España en pista cubierta; o la burgalesa Eva Santidrián, octava en el 200 del pasado Nacional; entre otros atletas de la Comunidad, campeones de España y primeras espadas en sus pruebas, entre otras cosas por pertenecer a clubes de fuera de Castilla y León.

La Junta convocó a finales de julio las becas para deportistas en las Residencias Deportivas de la Comunidad para el curso 2020-2021 «con la finalidad de proporcionar a los deportistas las mejores posibilidades para que su nivel técnico progrese y favorecer los programas técnicos que las Federaciones Deportivas y Clubes Deportivos desarrollan con dichos deportistas, sin deterioro en la continuidad de sus estudios», como recoge en sus bases.

Este año, con motivo de la covid, las plazas se han visto reducidas en Valladolid de las 114 que se dieron en 2019 (a las que había que sumar 21 para la selección española de rugby femenina) a las 30 internas más 15 externas en primera convocatoria este 2020 (más 3 y 6 en segunda). 

Los requisitos son los mismos que otros años:tener entre 14 y 30 años; estar empadronados en un municipio de la Comunidad diferente a la ubicación de la Residencia Deportiva; realizar estudios oficiales durante el curso 2020/2021; además de tener licencia por una Federación de Castilla y León. El problema viene dado por quién propone esa beca, que solo puede ser la Federación Regional a la que se pertenece o el club de la Comunidad (en el caso de estar en uno) y, de forma excepcional, por  alguno de los miembros de una Comisión de Valoración. 

Por eso, el mundo del atletismo regional, sobre todo el de sus atletas, está revuelto. Desde hace años, la Federación de Atletismo de Castilla y León no propone a ningún deportista para estas becas y algunos de sus mejores representantes, como los antes citados, pese a estar empadronado y tener licencia por Valladolid, León o Salamanca, compiten con clubes de fuera de Castilla y León, por diferentes razones (en algunos casos económicas y en otros por la calidad de las pruebas que pueden realizar). Así que solo les queda esa Comisión de Valoración que, sorpresivamente, este año ha decidido que solo podrán acogerse los que hayan obtenido clasificación para los Juegos Olímpicos, Juegos Paralímpicos o Campeonatos de Europa o del Mundo en categoría sénior oficial, o que sean, Campeón de España en categoría sénior oficial o de Ligas de máxima categoría sénior oficial, o hayan quedado entre los tres primeros puestos de Campeonatos de Europa, entre los cinco primeros puestos de Campeonatos del Mundo, o que hayan participado en los Juegos Olímpicos o Juegos Paralímpicos,  entre el 1 de enero de 2019 y el último día de presentación de las solicitudes (cuando no ha habido JJOO por la pandemia de la covid).

A todo ello, hay que unir que la lista de admitidos no saldrá hasta mediados de octubre, con lo que los deportistas, sean de la disciplina que sean, han tenido que buscarse ya un alojamiento privado hasta saber si tienen plaza en la residencia.