Editorial

El cerco judicial a Podemos y la vía de escape que baliza Yolanda Díaz

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Sobre la causa que la Audiencia Nacional instruye por la supuesta financiación ilegal de Podemos pesa un secreto judicial que impide conocer el verdadero alcance de las investigaciones, pero lo que sí se sabe es tan inquietante como elocuente. No es la primera vez que la Audiencia Nacional indaga en la fundación del partido otrora liderado por Pablo Iglesias y sus vínculos con las dictaduras latinoamericanas, particularmente con Venezuela, pero si bien el primer sumario tuvo que ser archivado porque los hechos eran previos a la propia existencia del partido, en esta ocasión alcanzan los años de crecimiento exponencial de la formación morada y su acceso a las instituciones.

De probarse las acusaciones sostenidas por los testigos protegidos -tal es la magnitud de las implicaciones para la política internacional- y por el exgeneral chavista Hugo Carvajal, que estuvo al mando de la inteligencia venezolana al servicio de Nicolás Maduro, el proceso se seguiría por la comisión de delitos como blanqueo de capital, fraude fiscal o falsedad documental, hechos lo suficientemente graves como para firmar el final del proyecto político que creció en las asambleas y acabó en el Gobierno de la nación, donde sigue ocupando una posición ideológica crucial que se ha visto materializada en casos como los relativos a la reforma laboral o, más recientemente, la amnistía sobre la que se construyó el espíritu de superación de la Constitución de 1978.

El recrecido del muro judicial que baña en sombra la breve pero intensa historia de Podemos coincide con las maniobras cada día más indisimuladas de la vicepresidenta Yolanda Díaz por capitalizar las rentas políticas de la agenda social del Gobierno y por mostrar un perfil alejado del semblante de Iglesias o Juan Carlos Monedero (que no falta en una sola causa judicial sobre la supuesta financiación ilegal), mucho más agresivo y rupturista que el que exhibe Díaz, lo que no significa que se credo político no sea lindero con el de los 'padres fundadores'.

El foro 'Otras políticas' celebrado en Valencia el fin de semana es el ejemplo paradigmático de cómo germina una opción a la izquierda del PSOE que persigue liberarse de la franquicia de Podemos, laminada y erosionada tanto por el exceso con el que se ha desenvuelto hasta la fecha como por la verticalidad que acabó con Íñigo Errejón creando un proyecto paralelo que, si bien es minoritario, tiene plaza en Madrid y voz en el Parlamento. Casual o no, el crecimiento de Díaz como aglutinadora de cuanto se descosió camino del poder y en el ejercicio del mismo es palmario, y está listo para saltar por la ventana en cuanto la justicia entre por la puerta.