Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


100 euros

15/10/2022

El otro día me llegaba la última factura eléctrica. En realidad era la primera desde mi cambio de domicilio, después de varios conatos de recibos que no habían llegado ni al mes por los trasvases de compañías y de titularidades típicos de una mudanza; facturas de pocos días y, aparentemente, pocos euros, de esas que pasan por tu vista y tu cuenta sin llamar tu atención. No como la última...
100 euros. Un mes. Sin aire acondicionado, sin más consumos que el de un lavavajillas diario, cuatro o cinco lavadoras semanales y el de las bombillas y los led con que una familia normal alumbra su hogar desde la segunda quincena de agosto hasta el veintitantos de septiembre, que no es precisamente la época más oscura en Valladolid; veremos lo que nos llega en noviembre, diciembre, enero...
Y hablamos de la electricidad, que para los que venimos optando por la factura doble, la parte de la luz suele ser el chocolate del loro comparado con los reveses que propina el gas a la cuenta corriente cuando toca pagar lo consumido en los meses del frío invierno vallisoletano. Si la crisis energética en la que vivimos por el capricho del loco de Putin, y por la incapacidad de los gobiernos europeos, ya nos está 'regalando' estas facturas de la luz, ¿qué nos espera con el gas?
El Gobierno de España anda anunciando medidas contra la crisis energética, pero la gran mayoría tienen sesgo. Bonos sociales a las familias con menos recursos, ampliación de las medidas para los hogares que cuentan con calefacción central... pero qué pasa con la gran mayoría de los españoles, con esa clase media para la que nunca hay ayudas.
Hacen falta decisiones valientes, como las que se adoptaron durante la crisis del covid con el precio de los test de antígenos o las mascarillas. Aunque haya que enfrentarse a gigantes del IBEX que deberán asumir que este año no toca volver a aumentar beneficios y sí arrimar el hombro, porque, se avecina un auténtico desastre si nuestras facturas del gas se ven duplicadas y triplicadas.
Ya está bien de que los gigantes energéticos se rían de todos, gobernantes y usuarios, tal como vienen haciendo con la gasolina. Que si Pedro Sánchez implanta los 20 céntimos, pues yo te los subo y a ganar más. Que si Putin tira dos misiles, pues vuelvo a subir el precio. Que si la OPEP anuncia recortes, pues le pego otro subidón al gasóleo...