El Real Valladolid visita este domingo al Mirandés. Lo hace inmerso en la recta final de la competición, luchando por ascender directamente y sin tener que pasar por el playoff. Lo hace obligado a ganar cuando ya solo quedan 18 puntos en juego pero con la idea de centrarse en sus partidos por encima de lo que hagan sus rivales.
El cuadro blanquivioleta acumula un par empates consecutivos, pero no se ha descolgado de esa pelea por acabar en las dos primeras plazas porque sus actuales poseedores tampoco han estado mucho más finos. Ni Eibar ni Almería han sido capaces de enlazar victorias, aunque los armeros ganaron ayer, con dos más, al Málaga (1-3); ni son los mejores de las últimas diez jornadas; ni tan siquiera de las cinco del último mes, lo que invita a pensar en que los nervios también están haciendo acto de presencia y en que el final liguero será no apto para cardiacos.
Por ello, en cada una de las comparencias públicas de futbolistas del Real Valladolid se ha tratado de lanzar el mismo mensaje: «Ganar los seis partidos que restan por disputarse»... sin mirar a lo que hacen el resto. O, como decía la semana pasada el técnico del Eibar, Gaizka Garitano: «No veré el Real Valladolid-Almería, me voy al monte».
Eso sí, en el seno de la entidad blanquivioleta se es consciente de que una victoria en Anduva puede significar volver a los puestos de premio; mientras que un pinchazo da vida no solo a esos dos primeros clasificados, también a los que vienen por detrás, un Tenerife que empató el viernes en su casa y un Girona que perdió ayer en Cartagena.
Pacheta tiene esta semana dos nuevas bajas, las de Javi Sánchez y Toni Villa, que se unen a las conocidas de Sergio León, Óscar Plano y Hugo Vallejo (que viaja aunque no juegue). El central cayó lesionado en el partido ante el Almería y el extremo vio la quinta amarilla. En el otro lado de la balanza estarían las recuperaciones, con El Yamiq y Anuar.
Por ello, el once inicial en Anduva tiene algunas dudas. Masip, pese al error en el 0-1 del pasado sábado, parece que seguirá bajo palos, con Luis Pérez y Nacho en los laterales. La primera duda es saber quién acompaña a Joaquín en el centro de la zaga, o Josema o El Yamiq. En el medio seguirán Roque Mesa y Monchu; mientras Aguado e Iván Sánchez pugnan por el otro puesto; Toni necesita relevo y podría volver Morcillo o dar continuidad a Hervías; mientras que Plata (que ha estado entre algodones) y Weissman completarían el equipo de salida.
Enfrente estará un Mirandés salvado casi de forma matemática y que tiene pocas opciones de aspirar al playoff. La llegada de Joseba Etxeberria al banquillo de los burgaleses trajo un cambio en la dinámica de resultados, con cinco triunfos y un empate en nueve partidos. El club, con director deportivo vallisoletano, en la figura de Chema Aragón, tiene en Anduva su particular fortín.
Un millar de aficionados del Pucela en Anduva
El Real Valladolid estará muy bien acompañado en Anduva este domingo, con la presencia de alrededor de mil aficionados en las gradas. El Mirandés envió primero medio millar de entradas al club vallisoletano que, ante la demanda y la rápida venta de las mismas, solicitó una nueva remesa, que fue atendida con el envío de otras 389. Esas unidas a las que dispuso y despachó la Federación de Peñas llevan a la cifra de un millar de hinchas blanquivioleta en el estadio de Miranda.