Pequeño milagro en Glasgow

Diego Izco (SPC)
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El Rangers estuvo al borde de la desaparición hace 10 años, tuvo que refundarse, iniciar su periplo en la Cuarta escocesa... y buscará el colofón en la final de Sevilla

Un joven aficionado del Rangers festeja el pase a la final de la Liga Europa señalándose el escudo. - Foto: RUSSELL CHEYNE

Si asumimos que el deporte vive de místicas y leyendas, de grandes duelos y enconadas rivalidades, 'The Old Firm' tiene a Glasgow en el mapa. Así se designa a la enemistad manifiesta, histórica e incluso sectaria entre el Celtic (católicos) y el Rangers (protestantes). Entre ambos tienen 102 de 121 títulos de Liga y miles y miles de encontronazos mutuos... pero también historias individuales, al margen del 'gran enemigo'. Y la del Rangers, en 10 años, probablemente la edad del niño que señala su escudo con orgullo, es una película que terminará el próximo miércoles 18 en el Sánchez-Pizjuán con la final de la Europa League.  

Porque hace una década se produjo la noticia más impactante en la historia del fútbol escocés: el 27 de junio de 2012, el club con más títulos del planeta (115), el Glasgow Rangers, colapsa económicamente y desciende a la Cuarta División. Tras declararse en bancarrota (tenía una deuda de 26 millones de euros con el fisco británico), los 30 clubes con derecho a voto de la Scottish Premier League decidieron el descenso administrativo de los 'gers'. Allí comenzó la odisea. 

Refundación

Charles Green, empresario británico, acudió al rescate del club y puso los 5,5 millones de libras necesarios para refundar el club como Rangers Football Club y echar a andar desde lo más profundo del fútbol escocés. Ibrox Park (un estadio con capacidad para 61.000 espectadores) era el gigante en medio de un desierto de recintos amateurs. Los jugadores profesionales dejaron la plantilla y buscaron el regreso a la élite con futbolistas semiprofesionales defendiendo un escudo legendario: en solo dos temporadas lograron dos ascensos (con solo tres derrotas) y cada partido era un récord de asistencia en esos campos de la recóndita Escocia. De hecho, la media de asistencia a Ibrox Park fue de 50.000 espectadores en cada uno de esos encuentros: el apoyo social fue clave para evitar que el mito de los 'teddy bears' no quedase por el camino como un juguete roto. 

Ese viaje por los infiernos duró un año más de lo previsto, porque en la 14/15 no lograron el ansiado regreso a la élite. Fue en 2016 cuando se consumó el regreso, aunque quedaba lo más duro por hacer: volver a ser un gigante en su país, recuperar el terreno perdido con el Celtic y equilibrar el 'The Old Firm'.

James Tavernier, capitán y máximo goleador de la Europa League (siete), celebra el tanto que igualaba la semifinal ante el Leipzig.James Tavernier, capitán y máximo goleador de la Europa League (siete), celebra el tanto que igualaba la semifinal ante el Leipzig. - Foto: LEE SMITHEl camino fue arduo: nada más aterrizar de vuelta, el Rangers fue tercero a 39 puntos de los 'celts', por ejemplo. Ya en la 19/20 logró superar al Aberdeen y remató en la 20-21 con el último peldaño: de nuevo fue campeón de la Scottish Premiership. Gran parte del éxito lleva una firma prestigiosa, la de Steven Gerrard, mito en el Liverpool y en la selección inglesa. Fue el entrenador que condujo el carro azul hasta la gloria… con 20 puntos sobre el Celtic. Solo ocho años después de su 'renacimiento', logró regresar a la gloria. 

Giovanni Van Bronckhorst, técnico de los ‘gers’ desde la salida de Gerrard.
Giovanni Van Bronckhorst, técnico de los ‘gers’ desde la salida de Gerrard. - Foto: RUSSELL CHEYNE
Ahora, de la mano del ex azulgrana Giovanni Van Bronckhorst (Gerrard aceptó la oferta del Aston Villa), los conceptos de máxima entrega, presión casi suicida y fútbol intenso hasta la extenuación se han elevado. La Liga, en el eterno baile de la balanza de Glasgow, es ahora para el Celtic… pero los 'gers' están en la final de la Europa league después de una fase final asombrosa: superaron (6-4) al Dortmund en dieciseisavos, al Estrella Roja (4-2) en octavos y en cuartos ante el Braga y semifinales ante el Leipzig repitieron patrón: perdieron 1-0 en la ida y remontaron (3-1 en ambas eliminatorias) en el ambiente mágico de Ibrox Park. De nuevo en una final continental, 14 años después de aquella que perdieron ante el Zenit y conmemorando el 50º aniversario de la Recopa conquistada en el 72.