Victoria Lafora

Victoria Lafora


Arrastrar los pies

24/03/2022

El Gobierno está llegando tarde a la ingente cantidad a de conflictos que tiene abiertos. La oposición de derechas e izquierdas decidió en el Congreso hacer un frente común, y convirtió la Sesión de Control en un correctivo a la parsimonia de Sánchez y los suyos.

Interpretando, claro está, que suyos, suyos, sólo son los del PSOE, porque la ministra Ione Becerra aprovechó los pasillos del magno edificio para dejar claro su apoyo al pueblo saharaui. Pero sin dimitir, eso sí. Mucha pancarta en sus bancadas, mucha bandera, pero los sillones ministeriales son sagrados.

Sánchez salió como pudo del asedio, tirando balones fuera, como es su estilo, y recitando la letanía de los logros de su gestión. A la misma hora, los camioneros se agrupaban a las puertas de Madrid para protagonizar otra jornada de protestas y paros. La ministra de Transportes, que cometió el error de principianta de menospreciar a los autónomos que iniciaron el paro, negándose a reunirse con ellos con la excusa de que eran de extrema derecha, ha conseguido incendiar a todo el sector.

Las patronales empiezan a subir la voz pidiendo soluciones ya, porque el desabastecimiento va a parar las fábricas y, en segundo término, vaciar los lineales de los supermercados. Pero Moncloa, que arrastra los pies, pospone todo al treinta de este mes, como si de Bruselas fuera a venir la varita mágica que solucione de golpe las subidas desmesuradas de los combustibles, la electricidad, el gas y las materias primas. En algo tiene razón Nadia Calviño (que sigue siendo lo mejor del Ejecutivo), no se pueden bajar los impuestos porque se desbocaría la inflación, aún más.

Se da la paradoja de que, mientras la flota pesquera permanece amarrada, empieza a escasear el pienso en las instalaciones ganaderas, los taxistas e incluso las ambulancias amenazan con parar, los sindicatos están desaparecidos como si estos conflictos laborales no fueran con ellos.

Tampoco la oposición pone sobre la mesa soluciones efectivas para frenar el descontento social. Salvo la propuesta de bajada de impuestos, acusando al Gobierno de "forrarse con la crisis" cuando saben perfectamente que quien se está forrando son las compañías eléctricas, pero estas son intocables.

Según los expertos, los más de dos mil millones de euros que ha cobrado Argelia por el suministro de gas, aleja el fantasma de un corte del gasoducto provocado por el cambio de posición sobre el Sahara. Ya solo faltaba que el inexplicado acercamiento a Marruecos llevara consigo la ruptura con el principal proveedor de esta materia prima esencial.

Si Sánchez insiste en dilatar cualquier medida al día treinta de este mes, la situación en la calle puede complicarse peligrosamente, porque la ciudadanía está harta de de no llegar a fin de mes y de que los precios de las cosas de comer se hayan disparado. No está el horno para aguantar, además, un desabastecimiento.