Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Ferrovial

07/03/2023

Es la palabra de moda. No se sabe hasta cuándo porque rápidamente surgirán otras polémicas, pero, de momento, todos estamos hablando de Ferrovial. Ya nos lo sabemos casi todo de esta empresa y de su baranda máximo, el más que multimillonario Rafael del Pino. Lo que desconocemos son las auténticas razones para que Ferrovial, su jefe, haya optado por largarse a los Países Bajos poniendo sobre el tapete unas acusaciones tácitas que han cabreado, y mucho, al gobierno de Pedro Sánchez. Una de esas "indirectas" es soltar que hay más seguridad jurídica en Ámsterdam que en Madrid, donde, hasta ahora, tenía su domicilio social. ¿Qué pensará Ayuso de esta pulla que no deja en muy buen lugar a sus predios, a ese islote de libertad y prosperidad, un edén desde que ella manda? Bueno, eso sí lo sabemos: la culpa es de Pedro Sánchez, del sanchismo, de los bolivarianos, etc. Sonsonete aparte, ¿dónde estaba la inseguridad jurídica cuando Ferrovial se adjudicaba obras por valor de mil millones desde que gobierna Pedro Sánchez?, ¿dónde residía ese marco inestable cuando le llegaban contrato tras contrato del Ministerio de Fomento hasta alcanzar los nueve millones de euros desde 1991?, ¿cuándo el Estado pagaba los ERTES de los trabajadores de Ferrovial también había inestabilidad jurídica?, ¿ y cuando la ingeniería financiera le ahorraba dinero en impuestos también el ambiente era poco propicio para la inversión y el desarrollo empresarial? Rafael del Pino, con una fortuna de 3.800 millones, tiene que explicar muchas cosas. Entre ellas, si cree de verdad en ese patriotismo que predica, si considera que le hace daño a España (y a los españoles) con la decisión que ha tomado. Ferrovial nace en España, crece en España, recibe ayudas en España y se lanza a la internacionalización desde España, con una base sólida en España. ¿No le debe nada a España? Sea sincero, don Rafael. Ferrovial se va para pagar menos. Y no tanto la empresa como usted mismo. Los patriotas muy patriotas tienen estas cosas. ¡Corre, hijo mío, que viene la Patria!