Las múltiples exhibiciones de Lorenzo Brown con la selección española de baloncesto en los diferentes encuentros de la fase eliminatoria del Eurobasket 2022, donde la selección ya está en la final, trae a la memoria de los aficionados auténticos partidazos de otros estadounidenses nacionalizados que marcaron una época, como Clifford Luyk y Wayne Brabender. 

Estos 'monstruos' de la canasta enseñaron el camino con su ADN ganador e influyeron, sin ninguna duda, para que otros jugadores extranjeros defendieran la elástica roja. Más en concreto, el argentino Juan Domingo de la Cruz (plata en los Juegos de Los Ángeles 1984), el congoleño Serge Ibaka, el dominicano Chicho Sibilio y el montenegrino Nikola Mirotic.  

Parece mentira, pero el hecho de que el base de Roswell (Georgia) se haya incorporado al 'ejército' de Scariolo ha hecho que lo que iba a convertirse en una 'travesía del desierto' se haya convertido en un 'milagro'. Con una medalla ya en la mano, España pasa con sobresaliente esta cita. Hay motivos para soñar. 

Clifford  Luyk. 1966-76

La entrada de un pívot neoyorquino de 2,03 metros en el baloncesto español en 1962 fue una auténtica revolución. Al Real Madrid le costó sangre, sudor y lágrimas traerse a un prometedor jugador 'drafteado' por los míticos Knicks con el 'número 27' del 'draft', que tenía la idea de foguearse una temporada y luego volver. Pero nunca lo hizo.                                Aterrizó junto a Bob Burguess, que pertenecía a los Knicks como él, cobrando ambos 300.000 pesetas más gastos. Juntos lograron las dos primeras Copas de Europa blancas, pero este se marchó porque en 1964 se prohibió competir en el campeonato doméstico a los extranjeros que no se nacionalizaran. Luyk sí lo hizo. Se enamoró del país y de una española, Paquita Torres, que fue Miss Europa. La boda fue en 1970. Como jugador ganó con el cuadro merengue 14 Ligas, 10 Copas, seis Copas de Europa y tres Copas Intercontinentales . Fue internacional en 150 ocasiones. Su debut con la selección fue en el Preeuropeo de 1966 y alcanzó su cénit ganando la medalla de plata del Eurobasket de 1973 de Barcelona. Aunque ahora parezca cosa de poco, en el Mundial de Puerto Rico España fue quinta y en los Juegos de México de 1970 séptimos. Todo un hito. 

Wayne Brabender. 1970-82

Al igual que Clifford Luyk, también llegó a España, de la mano de Pedro Ferrándiz, Wayne Brabender, con solo 21 años. Su primera temporada con los blancos fue para olvidar, jugando muy poco, y, cuando se nacionalizó en el siguiente curso, se montó un monumental escándalo, echándosele en cara que no tenía vinculación alguna con el país. Sin embargo, poco a poco, se fue ganando con su trabajo y simpatía el cariño de la afición, tanto del club merengue como de la selección, pues no tardaría en llamar a las puertas del combinado nacional. Junto a Luyk, fue uno de los protagonistas del Europeo de 1973, ganando la medalla de plata y siendo 'MVP' del torneo, algo que en aquella época fue el no va más. Hay que intentar imaginar lo que significaba el baloncesto para la sociedad española de aquel entonces. Hay otro dato muy importante, y es que se trata del jugador nacionalizado con más encuentros disputados (190), y no parece que Lorenzo Brown, con 32 años, lo vaya a superar. Con un excelente tiro exterior, también fue uno de los históricos del Real Madrid, levantando cuatro Copas de Europa, 13 Ligas y cuatro Copas. En las Olimpiadas de Los Ángeles'84 formó parte del equipo técnico capitaneado por Antonio Díaz Miguel, y vivió días increíbles que supusieron el despertar defintivio de una nueva era en el baloncesto español que se prolonga hasta nuestros días.

Mike Smith. 1995-97

Decir Mike Smith es hacer referencia al espectáculo, a los saltos, a las risas, a los mates... al baloncesto en su más pura esencia. Después de jugar en la liga irlandesa, el alero norteamericano de 1,95 metros aterrizó en España en 1986 para fichar por el Maristas de Málaga. Cinco años después, se fue al Joventut, donde fue nacionalizado, jugando los Europeos de 1995 y 1997, y logró los mayores éxitos del club de Badalona, como la Liga Europea en 1994 y dos campeonatos de la ACB. Posteriormente, fichó por el Real Madrid, donde levantó una Recopa. Volvió a jugar con 45 años, en el Dos Hermanas. No fueron sus años en el combinado nacional muy productivos, pero hay que tener en cuenta que el equipo se encontraba en plena reconstrucción tras el desastre que supuso la participación en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Poco a poco, la sufrida afición se fue reenganchando a un conjunto al que había dado la espalda y uno de los grandes culpables de esto fue Mike Smith, que siempre garantizaba mates de los que dejaban boquiabiertos a muchos de los que presenciaban la cita. Seguro que el capitán de la selección, Rudy Fernández, se inspiró en los vuelos acrobáticos del neoyorquino, para luego dar espectáculo.

Johnny Rogers. 2000

Hay un jugador al que se le echa siempre en cara el haber cerrado el camino de Pau Gasol hacia el combinado nacional en los Juegos Olímpicos de Sydney en el año 2000. Ese es Johnny Rogers. Una y otra vez se le ha culpado al seleccionador que entrenaba a la escuadra por aquel entonces, Lolo Sainz, de aquello, pero siempre responde lo mismo: lo veía demasiado 'tierno'. Y,en ese sentido, el californiano que vistió la camiseta del Real Madrid de Petrovic durante una temporada, y que cuajó un partidazo ante los Boston Celtics de la NBA, estaba más que curtido. El ala-pívot estadounidense se casó con una española a su llegada al país en 1988. Jugó en el Valencia, el Milán, el Murcia, el Cáceres y regresó de nuevo a Valencia antes de irse a Grecia, donde levantó dos Euroligas con el Panathinaikos, para colgar las boras en el Lleida. Con muchísima clase y una capacidad de sufrimiento fuera de toda duda, Rogers dejó una gran huella en el equipo nacional, y extrañó mucho que llegara al mismo cuando ya enfilaba el ocaso de su carrera deportiva. Quizás, si se hubiese incorporado algunas temporadas antes, seguramente el combinado español podría haber conquistado alguna medalla, pero la historia se desarrolló así. De todos modos, resulta bastante injusto que solo se le recuerde, de forma negativa, por haberle cortado el paso a la 'leyenda' de la selección española.

Chuck Kornegay. 2001

Tras llegar a España en 1998 y jugar en el Caja San Fernando, además del Fuenlabrada, Unicaja, Menorca y Alicante, el pívot estadounidense se casó con una española en 1999 y, poco más de un año después, obtuvo la nacionalización. Su primera y única gran cita fue el Eurobasket de 2001 en Turquía, donde ganó el bronce junto a Pau Gasol. Era un pívot de 2,05 metros que, sin ser una estrella, supuso un gran maestro para esos 'juniors de oro' que venían pisando muy fuerte desde atrás. De él y su trabajo constante tomaron nota, sobre la pista o en casa, los Gasol, Felipe Reyes y un largo etcétera de espigados jóvenes nacidos en España que necesitaban ese 'instinto asesino' de los estadounidenses, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata del máximo taponador de la Euroliga de la temporada 2000/01. Solo fueron 18 compromisos en los que Kornegay dejó una impronta de su extraordinaria clase, pero fueron suficientes para que la selección tocara metal, aunque fuese bronce. Porque, ¿qué hubiese pasado si no se hubiese sobrepasado la barrera psicológica de los cuartos de final? Mucho le debe el equipo a este 'trotamundos' que llegó a jugar en las ligas de Turquía, Uruguay y Argentina.  

Lorenzo Brown. 2022

No entró precisamente con buen pie Lorenzo Brown en la selección española cuando se anunció que iba a formar parte del combinado nacional. De hecho, hasta el mismísimo capitán, Rudy Fernández, expresó su malestar cuando estalló la 'bomba'. Yes que algunos de los que se quedaban fuera por su inclusión protestaron. Pero, claro, se trataba de ser un equipo competitivo o no, sobre todo teniendo en cuenta que no había un director de juego al estar lesionado de gravedad Ricky Rubio. Sergio Scariolo, 'viejo zorro', le seguía desde que era técnico asistente en los Toronto Raptors. Se hicieron amigos y ahí le entró el 'gusanillo' al base de 32 años de defender los colores de la selección, dado que en el combinado de EEUUera imposible. La nacionalización del norteamericano, que nunca había jugado en la ACB ni tiene ninguna relación con España, generó mucha polémica cuando se hizo oficial hace un mes. Tras jugar en Unics Kazan, el nuevo jugador del Maccabi, que puede actuar tanto de base como de escolta, es un refuerzo de lujo que cuenta con el apoyo total del vestuario, de hecho, se ha hecho muy amigo de la estrella del equipo, Willy Hernangómez. Le encanta jugar a 'La Pocha' y ya tiene profesor de castellano para cuando vuelva a Tel Aviv. Lo que parece claro es que, a pesar de sus dolores en el hombro derecho, Brown es un grandísimo 'fichaje' para esta selección en 'pañales'.