Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


El 36

14/10/2022

Han transcurrido 86 años desde el comienzo de la Guerra Civil. Quienes guardan algún recuerdo directo rondan ahora los cien años. Muy pocos. Y no lo parece. Fuimos modelo para el mundo en la superación de aquel trauma, capaces de aglutinar en la Transición a vencedores y vencidos.
La fiesta anual de Vox no tenía centenarios entre sus asistentes, pero sí un grupo musical joven que preconizaba la vuelta al 36. Justificarían días después, tal vez para librarse del delito de odio por el que podrían ser juzgados, que describían el paralelismo del Frente Popular de entonces y el Gobierno de Pedro Sánchez, y no el llamamiento desquiciado de una proclama: «Vamos a volver al 36».
La utilización de un enfrentamiento fratricida como seducción de votantes solo cabe en mentes perversas, en políticos que encuentran aquí su modus vivendi o en personas que se arrogan la defensa de privilegios de los que ellos, en muchos casos, ni siquiera participan.
La ignorancia. Y no vamos a mejor. Una encuesta reciente, realizada entre jóvenes de Madrid, Sevilla y Valencia, revela un desconocimiento pasmoso entre los estudiantes de 16 y 17 años. La mayoría cree que la guerra civil fue consecuencia de una sublevación contra la dictadura de Franco.
La historia del siglo XX en España ha sido un tema tabú. Algo venía en los libros, pero era asunto al que nunca se llegaba por falta de tiempo. Sigue siéndolo, según detallan los mismos alumnos. Muchos profesores no quieren meterse en esos jardines o simplemente interpretan lo políticamente correcto como cautela ante padres y claustro. Una corrección en muchos niveles y que puede tener su expresión en organizaciones con reminiscencias de un pasado que desgraciadamente pervive. En León se puede ver estos días una exposición bajo el título 'La Guardia Civil al servicio de la ciudadanía', inaugurada por el ministro Marlaska, en la que los sublevados no son quienes provocaron la guerra, sino los guerrilleros, los maquis, que mantuvieron la resistencia en los montes contra la dictadura hasta el año 1952. El interés espurio de algunos, la corrección bienintencionada de otros y la ignorancia de los más, explican con frecuencia el éxito de los aprovechados.