Valladolid ha registrado esta semana varios días de alerta amarilla e incluso naranja como consecuencia de las elevadas temperaturas. La tercera ola de calor de este asfixiante verano ha dejado registros nunca antes conocidos, con noches tropicales, donde los termómetros no han bajado de los 25 grados, y donde se han alcanzando temperaturas nunca antes conocidas desde que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene constancia.
Es muy posible que este verano acabe como el más caluroso de la historia y eso se nota en el comportamiento de los vallisoletanos. Cualquier actividad es buena para combatir el calor, esté o no prohibida. Algunas personas llevan ya bastantes días dándose un chapuzón allá donde encuentran agua, a pesar de no estar permitido.
Son vallisoletanos que aprovechan los embarcaderos del Pisuerga o incluso cualquier estanque ornamental de la ciudad para disfrutar de un rato de relajación y darse un baño. Así, estos días en la ciudad se pueden ver imágenes de grupos de personas divirtiéndose en el agua estancada ajenos a la normativa que prohibe «bañarse, lavar objetos, dar de beber a los animales, practicar juegos o celebraciones en fuentes y estanques de la ciudad».
Algunos de los baños clandestinos que se pueden ver estos días en el río Pisuerga y en los estanques de la ciudad. - Foto: Teo Sancho.Estos chapuzones clandestinos suelen llegar a primeras horas de la tarde o bien en el ocaso del día. Suelen ser niños en su mayoría, aunque también algún adulto los que llevan a cabo este tipo de conductas impropias. Lo hacen sin ningún tipo de miramiento e incluso se ponen el bañador para estar más cómodos para la ocasión y, por supuesto, las mascotas como los perros también están invitados.
Si no estuviera prohibido por la normativa municipal se podría decir que las estampas son hasta graciosas teniendo en cuenta que? algunos de los menores incluso portan colchonetas para hacer más divertido el baño. Chapuzones en aguas estancadas que no duran uno o dos minutos, que va, sino que se extienden ?durante un buen rato.
El estanque ubicado justo en la desembocadura del Esgueva es una de las zonas predilectas de estos 'bañistas'. Durante esta semana, varias personas han acudido a la cita con su baño prácticamente a diario. Aprovechan que el estanque está un poco 'escondido' para bañarse, normalmente en la esquina más próxima al río, donde incluso se suben a un bordillo para tirarse de cabeza al agua, con el consiguiente peligro por la escasa profundidad del estanque.
Algunos de los baños clandestinos que se pueden ver estos días en el río Pisuerga y en los estanques de la ciudad. - Foto: Teo Sancho.Son grupos diferentes de personas que combaten los más de 37 grados que se vienen registrando durante estos días a las horas centrales del día. Son grupos diferentes que, en algunas ocasiones, permanecen hasta el ocaso de cada jornada.
Pero este estanque no es el único espacio que se utiliza para estos refrescantes fines en la ciudad. Los embarcaderos repartidos a lo largo del Pisuerga también son un buen escenario para combatir el calor. Algunos vallisoletanos se tiran al alguna también con peligro para disfrutar de las aguas del río.
Junto a la facultad de Filosofía y Letras, en el parque aledaño, al lado de la calle de la Nochevieja, hay otro estanque que, aunque con mejor frecuencia, también se utiliza para combatir el calor. En este caso, son algunos niños lo que se bañan durante las tarde y, especialmente, las mascotas perrunas que se concentran en esta zona verde de la ciudad. Además, se da la circunstancia de que el estanque cuenta con un chorro de agua en el centro que se aprovecha por los bañistas para obtener mayor diversión. Es cierto, no obstante, que en este espacio los baños son más disimulados (esta semana incluso ha estado vacío algún día) y se ven con mucha menos frecuencia que en el caso del parque Ribera de Castilla.
De igual forma, en el estanque existente en el parque de Las Norias, en la Ciudad de la Comunicación, también algunos jóvenes han disipado el calor existente estos días con algún que otro chapuzón clandestino. La profundidad en este caso es muy inferior y, por tanto, la diversión también.