Carnes a la parrilla y un toque asturiano

R.G.R
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Restaurante Los Guindales. - Foto: ALBERTO MINGUEZA

Son muchos los vallisoletanos que durante este mes de agosto viajan  hasta algún lugar de Asturias para disfrutar de sus paisajes, sus gentes y, especialmente, su gastronomía. Sin embargo, aquellos que no tengan más remedio estos días que quedarse en la ciudad ante la carencia vacacional y sientan nostalgia de las tierras astures pueden disfrutar de su platos más tradicionales en Los Guindales. Una terraza ubicada en Santovenia de Pisuerga que abre desde mayo hasta septiembre, y que ha conseguido hacerse un hueco importante entre los habitantes de la ciudad.

«Lo más importante que tenemos en este negocio es el césped», reconoce la propietaria, Pilar Fernández. Se trata de una terraza con una quincena de mesas en un espacio acogedor y agradable que no deja indiferente. La idea fue de su difunto marido, José Alberto, quien pensó que podían abrir el jardín de su vivienda (adjunta al restaurante) como si fuera un bar. Así, hace 26 años abría sus puertas Los Guindales. «Únicamente dábamos bebida y no teníamos nada de comer». Los comienzos, como suele ser habitual, no fueron fáciles. «Casi era más un sitio para que nos reuniéramos los amigos. ¡Si casi no cobrábamos las cervezas!», recuerda entre risas esta veterana hostelera. 

Poco a poco fueron introduciendo una pequeña carta con sardinas asadas y después, con el paso de los años, construyeron la zona de brasas que hoy en día es el pilar fundamental de su carta. 

La clientela que llega a esta terraza es muy variada?. «Vienen de todos los sitios, no solo de Santovenia, sino que hemos sido capaces de ganarnos a la gente de la ciudad». «Vienen familias y gente joven, un poco de todo, incluso vienen de otras zonas de la provincia». Con las olas de calor que se están registrando este verano, Los Guindales se ha convertido en un lugar de estancias largas para pasar las últimas horas de la tarde. «Abrimos a partir de las siete de la tarde y no nos quedamos mucho más allá de la una de la madrugada».

Las carnes a la brasa son su especialidad. «Todo el producto viene del Mercado del Val, excepto los chorizos a la sidra que vienen de Asturias. La calidad es muy buena».  Chuletón, secreto, pollo, lechazo, lagarto, entraña y, por supuesto, también pescados como bacalao o un buen pulpo. Todo ello con el sabor único de las brasas. Los clientes llegan a Los Guindales buscando un lugar fresco y agradable, donde comer al aire libre. 

El hecho de poder pisar el césped mientras se degusta una buena carne a la brasa se puede conseguir en pocos sitios en toda la provincia. «Apostamos por los proveedores de aquí y damos calidad en nuestro espacio especial». Los precios por comensal dependen mucho del menú, pero pueden rondar los 20 euros. «Nosotros recomendamos que se elijan platos para compartir. Que se pidan varias carnes para probarlas y que se repartan», comenta Pilar Rodríguez. 

 También son conocidas sus raciones para picar algo o para antes de cenar. Queso de oveja, cecina de León, chorizo criollo... Trabajan tres personas y alguna otra de refuerzo durante los fines semana para atender a todos los clientes que llegan cada verano. «Este año está siendo más complicado para el sector de la hostelería para conseguir empleados». 

Pilar recuerda que empezaron con sardinas asadas y es algo que nunca han dejado. A pesar de no ser un restaurante asturiano como tal, sí fueron introduciendo poco a poco más platos característicos de Asturias. Y ahora, todos los jueves, celebran la fiesta asturiana. Sidra, patatas al cabrales, cachopos..., todo ello sin abandonar las ya famosas sardinas. Un rincón al aire libre con un claro aroma a la tierra querida. Eso sí, sin salir de Santovenia.