Planas aboga por modernizar y «no dejar de producir»

SPC
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Ante la potencial escasez de agua en España durante los próximos años, el ministro pide «ser muy exigentes en la utilización de cada gota» que se utilice en los cultivos

Planas aboga por modernizar y «no dejar de producir» - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, señaló la semana pasada la modernización de regadíos junto con el uso de otras aguas no convencionales, como las regeneradas o las desaladas, como posibles alternativas para mantener el modelo de producción ante la posibilidad de que en los próximos años haya una menor disponibilidad de recursos hídricos, lo que en cualquier caso no debe conllevar una minoración de cultivos.

«La solución no es dejar de producir», afirmó el ministro a preguntas de los medios durante un acto celebrado en Almería donde presidió la firma del convenio del proyecto complementario a la modernización de regadíos de la Comunidad de Usuarios de Sierra de Gádor, con una inversión de 30 millones de euros.

Planas rechazó «falsas polémicas» en cuanto al uso de los recursos hídricos que realizan los regantes ya que, a su juicio, «nadie riega sin un título de riego, sin una concesión o autorización administrativa» que avala el uso de una determinada cantidad de agua, si bien ha incidido en que es preciso «ser muy eficientes en la utilización de cada gota». «En este contexto de cambio climático que tenemos que admitir, con precipitaciones cada vez más escasas y con recursos hídricos muy limitados», es «obligación modernizar nuestros regadíos, y en eso estamos inmersos en este momento», expresó durante su intervención el ministro, quien recordó la situación de los embalses al situarse, de media, en el 31,4% de su capacidad.

Para ello, afirmó que España tiene, junto con Israel, «las mejores tecnologías de agua del mundo», que han de ponerse en práctica al tiempo que el empleo de las renovables deben ser complementarias para reducir costes energéticos. «Hay muchas posibilidades de cara al futuro con aguas no convencionales, regeneradas, que son más costosas, e incluso desaladoras».

El responsable de Agricultura defendió el papel de la agricultura española como «huerta de Europa» en un momento «tan difícil como este» en el que, dentro del contexto de crisis energética y de conflicto en Ucrania, se provee de frutas y hortalizas frescas a buena parte de países europeos; si bien el objetivo es alcanzar una «sostenibilidad competitiva. No hay sostenibilidad si no hay rentabilidad».

De igual modo, manifestó durante su intervención que el regadío es una «actividad económica, es agricultura moderna y tecnificada, y es una herramienta clave para propiciar el relevo generacional, tan necesario para el conjunto del sector agrario», toda vez que «permite mantener vivos nuestros pueblos, fija población en el territorio y aumenta las posibilidades de emprendimiento y generación de riqueza» en el mundo rural.

El ministro puntualizó que, en el marco del Plan de Recuperación, las inversiones en regadío en los próximos años van a generar «la necesaria transformación del modelo de producción agrario», ya que la digitalización va a permitir una gestión «óptima y precisa» de cada gota de agua, algo que resulta «fundamental» en un contexto de cambio climático, con precipitaciones «cada vez más escasas y unos recursos hídricos limitados».

Planas reiteró que «el Gobierno está inmerso en la tarea de transformar y modernizar nuestros regadíos para alcanzar la sostenibilidad competitiva», es decir, «producir más con menos recursos, al tiempo que se conserva la biodiversidad y el paisaje y se garantiza la rentabilidad y competitividad de las explotaciones».