Argüello reclama políticas en favor de las familias gestantes

D.V.
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El arzobispo de Valladolid pone sobre la mesa en su homilía en la catedral de Valladolid, con motivo de la fiesta de la Virgen de San Lorenzo, la "reducción drástica de la natalidad en las últimas décadas"

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, en la catedral de Valladolid, con motivo de la fiesta de la Virgen de San Lorenzo. - Foto: Miriam Chacn ICAL

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, abordó hoy en su homilía en la catedral de Valladolid, con motivo de la fiesta de la Virgen de San Lorenzo, patrona de la ciudad, "la drástica reducción de la natalidad en las últimas décadas". A su juicio, "es indudable que hacen falta políticas en favor de las familias gestantes", si bien consideró que "seguramente no sea suficiente" y que "quizás precisamos una verdadera revolución cultural que haga retroceder el individualismo".

"A esta revolución cultural los cristianos la llamamos conversión y Evangelio", sentenció además de asegurar que ayuda a las personas a "encontrar sentido al sacrificio y a la alegría de alumbrar una nueva vida, revaloriza la importancia y significado para el bien propio y el común de ser madre y padre, y ayude a descubrir la alegría de trasmitir y cuidar la vida".

En su intervención, recogida por Ical, Argüello recordó que hoy Valladolid celebra el día de la Virgen de San Lorenzo, "el alumbramiento de una nueva vida que ha ido gestándose durante nueve meses como un ser vivo distinto de su madre, Santa Ana, y con el asombro de su padre, Joaquín". "Es, por tanto, un buen día para agradecer el don de la vida y para renovar un compromiso en favor de la vida", sentenció. 

El arzobispo cuestionó teorías de economistas que argumentan que la sociedad postcapitalista no necesita que un nuevo bebé traiga un pan bajo el brazo, pues cada vez podremos producir más y mejor con menos población. Para probar su tesis, el religioso aludió al caso de China, donde "preocupados por el envejecimiento de la población, han propuesto nuevas políticas preferenciales de acceso a la vivienda, mayor flexibilidad laboral o ayudas fiscales y a la educación". "También quieren los chinos revertir el recurso al aborto como método anticonceptivo que se generalizó en la época en la que la República Popular imponía la política del hijo único", expuso.

Ralentizar la vida

Por otra parte, la homilía también le sirvió para invitar a los presentes a "mirar el tiempo en el largo plazo". "¡Cuánto necesitamos hoy, en esta época de cambios acelerados, tener una perspectiva de largo plazo; pensar en las generaciones que nos sucederán y ponernos de acuerdo en decisiones importantes que marcarán el devenir del futuro!", exhortó. 

En su argumentación, expuso que "el tiempo es también ancho, por eso, a veces, hemos de caminar un poco más despacio para que podamos avanzar todos". "La anchura del tiempo pide espera y paciencia, acogida y cuidado de aquellos con los que compartimos la peregrinación", apuntó antes de explicar que "el tiempo es profundo y tiene un significado", ya que "en realidad se trata de un viaje que está marcado por la esperanza de llegar a la meta".