«Nos jugamos qué ciudad y qué mundo vamos a dejar en herencia»

M.R.I.
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María Sánchez, concejala de Medio Ambiente, defiende que la Agenda 2030 está concebida para «avanzar en una ciudad inclusiva, segura, resiliente y sostenible, una hoja de ruta para toda la ciudad pensando en el medio y largo plazo»

«Nos jugamos qué ciudad y qué mundo vamos a dejar en herencia» - Foto: Jonathan Tajes

¿Qué modelo de ciudad se busca alcanzar con la agenda 2030?

Tiene que ser el mapa que guíe los pasos de la ciudad hacia el futuro. La política municipal tiene la belleza de actuar sobre lo cercano y lo inmediato, permite hacer mejoras en un barrio o una calle que pueden parecer pequeñas pero que cambian a mejor la vida cotidiana. Sin embargo, también tiene que servir para pensar en los grandes retos; aquello de actuar en local pensando en global. Nos jugamos qué ciudad y qué mundo vamos a dejar en herencia a las generaciones venideras. Es el momento de dar prioridad a lo importante sobre lo urgente.

Se trata de un modelo de revisión global de todas las políticas urbanas bajo la lupa de la sostenibilidad. Acciones sobre planificación urbanística, de salud y bienestar, de gestión de los recursos, de movilidad, de desarrollo económico, de vivienda, de innovación… 

¿Qué medidas se aplicarán en lo más inmediato?

Muchas de las acciones ya están en marcha. Hablamos de acciones muy concretas como el Plan de Vivienda para seguir multiplicando las viviendas públicas para alquiler social. Intervenciones en lugares emblemáticos como las Catalinas, ahora de titularidad pública y para lo que hemos solicitado fondos europeos. Una zona de bajas emisiones que entrará en vigor antes de finalizar 2023. O la mejora de la gestión de residuos, uno de los servicios más valorados por los vallisoletanos. Así hasta más de 50 actuaciones de las distintas áreas municipales.

El proceso de elaboración ha sido participativo. ¿Cuáles han sido las principales aportaciones?

Se han realizado 10 foros abiertos a la ciudadanía, 19 foros escolares y un foro sectorial en colaboración con la Escuela de Participación Ciudadana ACTUVA. Por otro lado, a través de la web de la Agenda Urbana se habilitaron una serie de buzones de recogida aportaciones ciudadanas para cada una de las 10 prioridades estratégicas. Fruto de todo este proceso  se han tomado en consideración 274 propuestas.  

Además se ha contado con el Consejo de la Agenda Local 21 y ha contado con el visto bueno del Consejo Social de la ciudad. Las principales propuestas tienen que ver con incrementar el patrimonio verde.

¿Esta agenda es ya suficientemente conocida por los vecinos?

No, queda mucho camino por recorrer. Para darla estamos haciendo un esfuerzo. Por el ejemplo, el pasado 11 de diciembre, se dictó la resolución de concesión definitiva de una ayuda procedente de los fondos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia-Next Generation, por importe de 250.000 euros, por ser considerada Valladolid proyecto piloto para la redacción de su Plan de Acción de la Agenda Urbana.

Defiende que los comportamientos ecológicamente responsables no pueden ser un lujo. ¿Cómo se puede lograr?

Le respondo con un ejemplo. La normativa europea y la Ley de Cambio Climático estatal exigen cambios a las ciudades para conseguir que se respire un aire más limpio en las mismas. Por ello, los cambios en la movilidad tienen que venir acompañados de un esfuerzo para reforzar las alternativas, como estamos haciendo reforzando Auvasa. Se trabaja para que cada vez sea más fácil dejar el coche en casa y llegar hasta tu destino de forma rápida y económica con el refuerzo de líneas, comodidad en la gestión y carriles buses exclusivos. 

Otra medida es el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible.  ¿Cómo ayudará este plan a lograr ahorro energético?

Tenemos acciones muy concretas ya proyectadas y en marcha como las instalaciones de generación fotovoltaica para comunidades energéticas en edificios municipales, el nuevo sistema de alquiler de bicicletas, actuaciones encaminadas a conseguir ahorro de agua o la sustitución de sistemas de alumbrado convencional por sistemas de muy bajo consumo.

Otra preocupación es la calidad del aire y las medidas para mejorarlo, entre ellas la ZBE. ¿Cómo será el proceso de puesta en marcha?

El Plan de Calidad del Aire ya está aprobado y ahora está en redacción la ordenanza municipal que lo regule. Contará con participación, además de una aprobación inicial y final para que se puedan presentar propuestas. Según la ley, tiene que entrar en vigor antes de que finalice 2023. El Ministerio va a aprobar muy próximamente un real decreto para orientar a las ciudades, ya que es de obligado cumplimiento tener una ZBE para ciudades mayores de 50.000 habitantes.

¿Tienen estimado con cuántos fondos Next Generation contarán para aplicar estas medidas?

El dinero conseguido por el Ayuntamiento para financiar distintos proyectos de la ciudad alcanza la cifra de 24,4 millones de euros. Seguimos trabajando en distintas convocatorias para que esta cifra aumente.

¿Es factible el consenso político para aplicar la agenda 2030?

Debería serlo, el debate político y las diferencias son síntomas de democracia, pero no se tiene que dar cabida a que se cuestionen ciertos objetivos basados en derechos fundamentales básicos.

Hay que recordar que el plan que hemos aprobado es un documento vivo, abierto. Por tanto, se trata de un primer paquete de acciones que será examinado anualmente y se analizará la evolución de los indicadores aprobados. Podrán sumarse también cualesquiera otras actuaciones estratégicas que contribuyan a la consecución de los objetivos previstos para lograr un Valladolid más sostenible e inclusivo.