La sequía ahoga la campaña de riego

R.G.R
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Agricultores del los canales de Tordesillas, Pollos y Castronuño tendrán 2.500 metros cúbicos frente a los 6.000 habituales. Una de cada tres hectáreas quedará en barbecho o con cultivo de secano con «perdidas inasumibles»

El presidente de la Comunidad de Regantes de Tordesillas, Miguel Ángel Peláez, observa la sequedad de la tierra. - Foto: J. Tajes

Las lluvias registradas en los últimos días son claramente insuficientes para afrontar la campaña de riego en la provincia. Los agricultores de los canales de Tordesillas, Pollos y Castronuño ya saben que podrán contar con 2.500 metros cúbicos de agua frente a los 6.000 habituales. Unas cifras que supondrán que «dos de cada tres hectáreas» que se siembran en estos municipios queden en barbecho o con cultivos de secano. «La situación está muy mal, no sé cómo lo vamos a hacer. Todavía tenemos deudas de la sequía que sufrimos en el año 2017 y ahora nos viene una muy mala encima», reconoce el presidente de la Comunidad de Regantes de Tordesillas, Miguel Ángel Peláez.  

La falta de lluvias ha ocasionado que los pantanos que riegan los campos vallisoletanos tengan la mitad de agua embalsada que el año pasado y el inicio de la campaña de riego se presente «catastrófica». En concreto, los pantanos de Camporredondo, Compuerto, Cervera, Requejada y Aguilar de Campo almacenaban esta semana 198,4 metros cúbicos de agua frente a los 380 que tenían el año pasado en estas mismas fechas, lo que imposibilita a estas alturas del año una campaña de riego normal. 

De esta forma, los cerca de 500 integrantes de la Comunidad de Regantes de Tordesillas y el resto de agricultores de la zona que obtienen el agua de los canales se ven en la tesitura de decidir qué sembrarán en sus tierras teniendo en cuenta la cantidad de agua con la que contarán. «Se ha adelantado de forma excepcional la campaña de riego a mediados del mes de marzo, en vez del 1 de abril como es habitual, por si los agricultores quieren sembrar algo de cereal, que puedan regarlo para que nazca porque la tierra está seca y si no no lo haría», comenta Peláez.

El presidente destacó que dos de cada tres hectáreas que se dedican a cultivos de regadío se quedarán en barbecho o en secano. «No se puede sembrar la superficie habitual de patatas, remolacha o maíz. No vamos a tener agua para regarlo». Esto supondrá unas pérdidas económicas «considerables» que mellarán la ya maltrecha economía. «Vamos a tener que apostar por cultivos de secano o que necesiten muy poco agua con unos rendimientos muy bajos y a ver de dónde sacamos el dinero para continuar con las amortizaciones de las mejoras que hemos hecho en el riego. Con esta medida han podido dar la puntilla a muchas explotaciones que van a tener que cerrar».  

nueva infraestructura. En una situación similar se encuentran los agricultores que obtienen el agua del Canal de Pollos, o incluso peor. Se da la circunstancia de que han adquirido recientemente en torno a 70 pivots de riego, asumiendo un elevado coste, y ahora  se enfrentarán también a las limitaciones de riego que mermarán en gran medida los beneficios de este campaña. «No vamos a poner sembrar maíz porque necesita mucha agua y los agricultores han hecho fuertes inversiones para mejorar los sistemas y ahora vemos que no vamos a poder tener agua para nuestros cultivos», apunta el presidente Rafael Santos. 

Buena parte del maíz que se siembra en la provincia procede de las vegas del Duero en la zona que va desde Tordesillas hasta Castronuño, aunque en esta campaña no será posible debido a la falta de agua en los pantanos. «No sabemos ni siquiera qué hacer con nuestras tierras, si dejarlas en barbecho o sembrarlas en secano».