La Consejería de Sanidad lanzará una campaña «más activa» para tratar de concienciar a las personas mayores de 60 años y a las que tengan enfermedades del tipo de inmunodepresión que se vacunen con la cuarta dosis contra la covid al estar demostrado que la vacuna, y más con las cepas que se mueven, «salva vidas».

El anuncio lo realizó recientemente el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, quien recordaba que el índice de vacunación entre los mayores de la Comunidad está casi diez puntos por encima de la media de España. El responsable sanitario de Castilla y León subrayaba que la administración de la cuarta dosis para los menores de 60 años es «recomendable» pero no es una «necesidad» como sí ocurre con los mayores de esa edad, para los que es una «fuerte recomendación».

«Hasta hace pocas semanas, no estaban disponibles las vacunas para los menores de 60 años pero ahora se administran para quien lo desee», resumía recientemente el propio consejero, antes de esa campaña que va a buscar incentivar la administración, sobre todo con la disminución del miedo al contagio, en lo que coinciden todos los expertos.

Así, el catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid, Alfredo Corell, pone la mira en las administraciones, a las que acusa de tener una «relajación clarísima en el mensaje de vacunación»:«La gente se ve con más inmunidad y ya no tiene ese miedo que había en 2020».

En este sentido, la propia directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, Sonia Tamames reconocía esta situación: «Es cierto que ha disminuido la percepción del riesgo entre la población, porque no tenemos una onda en curso de covid como en otras épocas, y eso hace que la gente no considere urgente ponerse la dosis de refuerzo».

«La aceptación que tuvo la primera pauta completa y la primera dosis de recuerdo fueron elevadísimas, pero se producen con dos características que ahora no se dan», valora Sonia Tamames, que recuerda que en aquel momento la campaña de vacunación «se dirigió a toda la población, porque entonces las variantes eran muy agresivas para personas sanas y jóvenes, y estábamos en una situación en la que teníamos ondas epidémicas sucesivas».

china. Corell, por su parte, rebaja la alarma social generada después de que China haya abierto las puertas tras dos años de política 'covid cero'. «No nos debe preocupar. De hecho, somos nosotros más preocupantes para ellos, que ellos para nosotros, porque les podemos llevar muchas variantes que todavía no han experimentado», indica Corell, que recuerda que «no tienen la inmunidad natural ni por vacunas que tenemos en Europa». «Su vacuna se ha demostrado que no es tan eficaz como las nuestras y tampoco tienen una cobertura vacunal muy elevada, porque no hicieron grandes campañas», explica el catedrático y divulgado científico.No obstante, sí que hace hincapié en la necesidad de reforzar los protocolos de secuenciación de los casos positivos que puedan llegar desde el país oriental.