El colegio Niño Jesús, cerrado desde 2018, pasará a ser una residencia de personas mayores. El Ayuntamiento aprobó esta semana, en Junta de Gobierno, la concesión de licencia de obras (proyecto básico) para su construcción en el edificio que albergaba el centro escolar en la calle Duque de Lerma. De esta forma, la zona centro de Valladolid contará en pocos años con varias nueva estancias residenciales para personas mayores, tras la inauguración en 2018 de Los Patios del Palacio en el antiguo colegio Hijas de Jesús o la construcción de 72 apartamentos en la calle San Quirce esquina con plaza Trinidad, donde se ubicaba el convento de San Quirce y Santa Julita.
Del nuevo proyecto poco se ha dado a conocer, salvo que se espera que esté en funcionamiento en un par de años con unas 45 plazas. La solicitud de la construcción llega de mano de la empresa Residencia Domus Aurea, S.L. que ya cuenta con una residencia en la provincia, Santa Teresita en La Cistérniga, abierta hace algo más de 15 años y que tiene 45 plazas de carácter privado –el centro de estancias diurnas cuenta con 20, 15 mediante convenio con la Junta de Castilla y León y 5 privadas–. Como curiosidad, esta misma semana se ha procedido a la vacunación en el centro residencial, uno de los que no ha tenido casos positivos en lo que va de pandemia.
Tal y como se recoge tras la Junta de Gobierno de esta semana en el proyecto básico de la futura residencia se debe conservar la fachada del edificio existente y las obras se llevarán en su interior, donde se ubicaban las aulas, despachos y otras dependencias, más un patio, en un espacio que ronda los 700 metros cuadrados.
El colegio lleva cerrado desde 2018, cuando el Niño Jesús se integró en el San José. Fundado en 1968 en Valladolid por la Congregación de las Hermanas del Niño Jesús, el edificio que albergaba el centro escolar fue reconocido desde 1989 como Centro de Integración de Niños con Déficit Sensorial Auditivo y acogía a niños con otras dificultades de lenguaje y niños procedentes de minorías étnicas. Desde el curso 2018-19, sus trabajadores y el alumnado -154 escolares- se pudieron integrar por completo en el San José. Mientras las tres hermanas de la compañía que puso a la venta el edificio tenían pensado volver al lugar de origen de la Congregación, Francia.
El proyecto se unirá al que hace tres años se inauguró en el Hijas de Jesús, Jesuitinas; que, con el nombre de residencia El Patio de los Palacios, cuenta con 103 habitaciones para 186 plazas, manteniéndose el antiguo patio al aire libre del colegio, de 1.200 metros cuadrados, con zona ajardinada, además de una terraza que hace las veces de solarium. La otra zona residencial para mayores en el centro de la capital serán los apartamentos que está construyendo la cooperativa Allegra Magna en San Quirce. Serán 72 (de 43 a 87 metros cuadrados), ya vendidos todos, y que se esperaba que estuviese terminados, si no hay retrasos, para 2022. Hay que recordar que las monjas cistercienses vendieron el verano de 2018 parte del convento de San Quirce y Santa Julita por algo más de 10 millones a la inmobiliaria Acginmo. La operación eso sí excluyó la Iglesia, sede de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, y se cerró tras la marcha de las monjas cistercienses al Monasterio de las Huelgas.