El carril bici mantiene sus puntos negros tres años después

M.B
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De los diez denunciados hace tres años por este periódico, apenas se ha solucionado un tercio, parcheando otro con los ciclocarriles. Asciva recuerda, además, la no ejecución de los rebajes de los bordillos

El carril bici mantiene sus puntos negros tres años después - Foto: Jonathan Tajes

Valladolid se esfuerza pero sigue sin ser Amsterdam. El Ayuntamiento lleva años tratando de hacer más compatible la vida y el tránsito de los ciclistas, los peatones y los vehículos. Hasta el punto de que el pasado mes de noviembre el Pleno municipal aprobó por unanimidad la mejora de la red de carriles bici además de estudiar la implantación de bonos combinados de Auvasa y Vallabici, pero ese carril bici mantiene aún muchos puntos negros. Hace tres años, El Día de Valladolid recorrió la inconclusa red de la capital, poniendo sobre la mesa diez de los principales focos de preocupación de los ciclistas, bien por los obstáculos que se encontraban en sus vías o bien por sus abruptos finales. Tres años después, de los diez solo se han solucionado un tercio al cien por cien. Otro ha encontrado un ‘parche’ en los ciclocarriles y el resto continúa con los mismos problemas.

Una de las principales reivindicaciones de los ciclistas era la falta de continuidad en el carril bici de Valladolid, algo que se ha tratado de ir solucionando en los últimos años gracias a los ciclocarriles (en los que cohabitan las bicicletas con otros vehículos, con una velocidad máxima de 30 km/h), como el de la vía de servicio de la avenida de Burgos, calle Estación o muchas de las vías, por no decir todas del centro; y también por medio de los nuevos carriles bici segregado, como el recientemente instaurado en Filipinos; o el de la avenida Santander. Ya en su día, el concejal de Movilidad, Luis Vélez, apuntaba a esta última solución al haberse completado la red de ciclocarriles.

Pero, a pesar de esos esfuerzos, traducidos el pasado verano en unos 100 kilómetros de carriles-bici y 20 más de ciclocarriles,? la realidad es que la bici sigue siendo el hermano pequeño de todos los medios de transporte.

El carril bici mantiene sus puntos negros tres años despuésEl carril bici mantiene sus puntos negros tres años despuésDel decálogo de puntos negros existentes en 2017, tres han sido solucionados. 

El más evidente era el bolardo que se encontraban los ciclistas en mitad del carril de la calle José Luis Arrese a la altura de la plaza del Milenio. Hoy solo queda la marca de donde estaba. El que sí se mantiene es el que está al lado, el del cruce hacia el puente Isabel La Católica –dicen que para que no entre un vehículo en la plaza del Milenio, algo que puede hacer por la entrada al parking del mismo nombre–.

Otro de los puntos negros que salió de la lista fue el de la avenida Vicente Mortes. Allí, el carril acababa en el cruce con Joaquín Velasco. La construcción de uno segregado en el puente de Poniente le dio continuidad hacia la zona centro.

El tercer punto solucionado es el de la avenida de Burgos. Los nuevos ciclocarriles en las vías de servicio de esta entrada, más la zona pintada para acceder al carril bici a la altura del edificio de la Policía Municipal, han conseguido dar luz a un acceso conflictivo.

No ocurre lo mismo en el resto. Aunque en el caso de la calle Recondo con calle Estación, el carril que concluye en una valla estaría, en parte, solucionado con el ciclocarril de esa calle Estación, aunque la realidad es que el acceso a ese ciclocarril tiene un salto en forma de acera.

Cerca está también dar una solución al desaguisado de la calle Salud, donde se sitúa los martes el mercado de Pajarillos. Allí, el carril bici sigue acabando en una zona de estacionamiento de coches. Ahora con una valla de por medio. Hace un mes se anunció la remodelación de este arteria, con un nuevo carril bici. También debería solucionarse de la misma forma lo que ocurre en el camino Viejo de Simancas, a la altura de Las Villas. Allí, también las bicis se encuentran con una valla en su camino. Hace un mes, se vaticinó la implantación de un carril bici el día de la visita a las obras de construcción de una acera provisional en la zona.

La avenida de Soria y el camino del Cementerio mantienen los bolardos en mitad de sus carriles bici. En ambos casos, complicando el paso de los ciclistas. El de la avenida Madrid sigue acabando abruptamente antes del cruce con el paseo de Juan Carlos I –aunque Asciva y el Ateneo Sociocultural de Laguna de Duero apuestan por una conexión Laguna con Valladolid–.

El último punto negro del decálogo de hace tres años, el del puente Adolfo Suárez y paseo del Hospital Militar, sigue contando con tres papeleras que impiden el paso limpio, haciendo que los ciclistas se tengan que subir a la acera.

La Asamblea Ciclista de Valladolid, además de recordar la no ejecución «de los rebajes a ras (como determina la orden de vivienda 561 de 2010)», aporta otros puntos negros, como la eliminación del cruce del carril bici de la carretera de Rueda en la rotonda situada sobre la VA-30; la ausencia de conexión del paseo del Cauce con el parque Ribera de Castilla y el puente de Santa Teresa;o la intersección del carril bici de la avenida de Salamanca con avenida Vicente Mortes, y la poca visibilidad de los ciclistas.