La Junta reivindica la tauromaquia como "seña de identidad"

SPC
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La Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca recibe el Premio Tauromaquia Castilla y León 2019 por la promoción de los valores de este arte entre cientos de jóvenes los últimos 35 años

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, entrega el Premio de Tauromaquia de Castilla y León 2019 a la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca, y recoge el premio el presidente de la institución, Javier Iglesias. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, abogó hoy por “preservar” la tauromaquia y todo su entorno como un “elemento identificativo” que constituye “un valioso patrimonio cultural” con grandes repercusiones turísticas y de empleo en Castilla y León y que hay que “transmitir” a las generaciones venideras y preservar como “elemento esencial de la identidad” de la Comunidad. Así lo declaró durante su discurso tras hacer entrega del Premio Tauromaquia Castilla y León 2019, que recayó en la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca y que hoy se hizo entrega en el Monasterio de Prado de Valladolid.

Durante el acto, al que también asistió el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, Fernández Mañueco recordó que el mundo del toro es protagonista en unos 2.000 festejos en Castilla y León, con la participación “masiva” de personas, muchos de ellos gente joven, además de que es el segundo espectáculo de masas de la Comunidad que constituye “un legado” que se quiere “preservar” como “elemento esencial de la identidad de Castilla y León”.

Para el presidente del Ejecutivo autonómico, la tauromaquia es “un rasgo que identifica a nuestra tierra”, y lamentó que al hablar de impulsar la España interior, sean “pocos” quienes consideran la importancia de preservas las tradiciones. En relación a la escuela que hoy recogió el premio, Fernández Mañueco la calificó como “un vivero de nuevos valores” desde hace 35 años y que se ha posicionado como “una de las más importantes de España”. Por todo ello, insistió a la hora de defender “las señas de identidad del mundo rural” y formar a “jóvenes toreros” que buscan “muchas tardes de gloria”.

El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, recibió el premio en nombre de la escuela, y aludió a la tauromaquia como “un arte como no hay otro en el mundo” que es “milenario, extraordinario y español”. Para Iglesias, este premio supone un reconocimiento a “una parte muy salmantina” como es la tauromaquia y todo lo relativo a ella. Y aunque el premio es “especial” para los profesores y directores que han pasado por la escuela, los “verdaderos protagonistas” son los alumnos actuales y también los anteriores, que encarnan “pasión y esfuerzo”.

Después de 35 años de trayectoria, desde que echara a andar en 1985, el recorrido de la escuela no siempre ha sido fácil, según reconoció Iglesias, quien incidió en que desde la institución provincial se trabaja “erre que erre” en el empeño por mantener la escuela y “alentar” su crecimiento. Además de la cantidad de alumnos con los que cuenta, que ascienden a 120 (60 alumnos y 60 aficionados), si algo distingue a esta entidad es su calidad que la convierte “quizá en la mejor de España”.

Por último, Iglesias hizo una reflexión sobre el futuro de este arte, ante el que dijo sentirse optimista porque si algo define a la tauromaquia es “el respeto”, un respeto que también la tauromaquia pide en estos momentos. “La preocupación ha pasado de torero en torero y de generación en generación, y eso me hace ser optimista” porque “mientras haya un sueño vivo de cualquiera de los alumnos de cualquier escuela, la tauromaquia estará a salvo y estoy convencido de que habrá futuro”, sentenció.

El jurado valoró la contribución de esta escuela, que se creó en 1985, a la promoción de la fiesta de los toros y al fomento de la afición taurina mediante la búsqueda de nuevos valores que velen por la continuidad de esta tradición, según informa Ical.

Con este premio, el jurado quiso reconocer de forma singular la labor de difusión entre los jóvenes de los valores culturales e históricos de la tauromaquia de Castilla y León realizada por la escuela, ya que argumentó que a lo largo de sus más de 30 años de actividad ininterrumpida, ha formado a cientos de jóvenes no sólo como profesionales taurinos, de hecho entre sus alumnos se cuentan importantes figuras del toreo, sino, sobre todo, ha proporcionado a los jóvenes una formación en valores que son representativos de la tauromaquia, como son el "respeto a la tradición, el compromiso y el sacrificio".