La demanda de mejora de vivienda reactiva cinco barrios

M.Rodríguez
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El sector de la construcción mantiene la actividad en las zonas periurbanas para atender el nuevo mercado generado por la covid. También se construyen VPO

Construcción de nuevas viviendas en el Callejón de la Alcoholera - Foto: Jonathan Tajes

El sector de la construcción mantiene su actividad en Valladolid pese a la crisis generada por la covid-19, tal como refleja el ritmo «sostenido» de solicitud de licencias de obra tramitadas por el Ayuntamiento. El año pasado se aprobaron permisos para construir  más 1.400 y en los seis primeros meses de este ya se superan el medio millar. Una cifra llamativa, teniendo en cuenta que el stock de vivienda nueva sin vender llegó a las 5.866 el año pasado.

Esto no evita que las grúas se concentran mayoritariamente en cinco áreas residenciales distribuidas por los cuatro puntos cardinales de la capital para sumar al parque inmobiliario más de 2.000 viviendas. Estas nuevas zonas residenciales se están diseñando en función a la demanda de nuevos tipos de viviendas, que se multiplicado tras el confinamiento y con el miedo a nuevas restricciones de movilidad. «Los nuevos desarrollados responden a lo que se conoce como demanda de mejora», explica el concejal de Planeamiento y Vivienda, Manuel Saravia. Este mejora incluye casas o pisos más amplios, la mayoría de entre tres y cuatro habitaciones, con terrazas o zonas verdes. «Los vallisoletanos buscan mejoras en la habitabilidad y también viviendas más sostenibles», concreta Saravia. 

Un concepto que se recoge en la mayoría de las nuevas construcciones, ubicadas en sectores desarrollados hace años pero que no han arrancado hasta hace unos meses. Uno de ellos es el Plan Parcial del sector 5 de la avenida de Burgos contempla la construcción de casi 1.150 viviendas, de las que unas 470 serán protegidas, en la ampliación de Puente Jardín. Los trabajos de urbanización de este nuevo’ barrio’, que se iniciaron en agosto de 2017, pero no terminaron hasta hace varios meses. Ahora ya se están construyendo los primeros bloques en la ampliación de Puente Jardín. En la avenida de Burgos, en el antiguo edificio de Uña, una parcela que estaban sin uso desde hace tiempo también se han iniciado las obras para otros 39 pisos. Además, en la misma zona la sociedad municipal de suelo y vivienda (VIVA) está ejecutando viviendas de alquiler para jóvenes.

Otro sector que se ha reactivado es el de Los Viveros, ubicado entre la carretera de Santander y el Camino del Cementerio, donde en 2010 estaba prevista la construcción de unas 900 viviendas, de las que la mitad serían de protección oficial. La anterior crisis frenó su desarrollo y los primeros bloques se levantaron en 2013, pero desde entonces el ritmo de ejecución ha sido mínimo. Ahora se ha dinamizado de nuevo con la licencia para 161 viviendas, de las que 82 de protección oficial ya cuentan con licencia de primera ocupación.

Las grúas también ha vuelto a las parcelas sin urbanizar de Villa del Prado, una zona residencial ya consolidada. En los últimos meses se han aprobado licencias para más de 150 viviendas, entre unifamiliares y bloques de pisos. La actividad es visible, como sucede con  las obras para los nuevos 96 pisos entre Santo Domingo de Silos y Santa María de Monserrat, en pleno corazón del barrio. En este área residencial también se continua con la construcción de vivienda de protección oficial, con 78 nuevas viviendas.

 

Zona sur.

En el otro extremo de la ciudad, también se ha revitalizado otro sector. El proyecto de urbanización, aprobado inicialmente en 1992, del Plan Parcial Villas Norte constaba de dos partes. La primera fase se desarrolló con la construcción del centro comercial Vallsur y varios edificios residenciales. Pero la segunda fase no se reactivó hasta 2016, cuando el Ayuntamiento aprobó la construcción de 320 viviendas en el Polígono 2 del Sector 36, más conocido como ‘Las Villas Norte’. Actualmente ya se está urbanizando una de las parcelas, donde hay un amplio porcentaje de viviendas unifamiliares, y está previsto que las obras acaben en mayo del próximo año.

La mitad de este sector pertenece a Residencial El Peral, que ofrece diseños personalizados para cada futuro propietario (socio cooperativista). Este nuevo concepto, que trata de responder a un nuevo mercado inmobiliario, también apuesta por la eficiencia energética, la incorporación de las nuevas tecnologías y amplias zonas verdes y de ocio en cada uno de los complejos residenciales.

Muy cerca de las Villas está otro sector en pleno desarrollo, el del Callejón de la Alcoholera, donde en los últimos meses se han aprobado licencias para la construcción de 224 viviendas, de las que una parte será de protección oficial. Uno de los solares es el de la antigua fábrica de Levaduras, que se trasladó a la carreteras de Santovenia. El Ayuntamiento recibió este suelo en diciembre de 2018 y aprobado la construcción de 103 viviendas en ellas.

Justo en frente, en Parquesol, también se registra actividad en varios solares.  En estos momentos hay varias promociones en marcha, que rondan el centenar de viviendas, que anuncian su finalización para finales del próximo año. En esta zona también se continua con la promoción de viviendas unifamiliares, una opción que recupera fuerza con las nuevas demandas de mejora.