Una obra faraónica que ha sufrido continuos retrasos. Los trabajos que se han llevado a cabo durante los dos últimos años en el puente medieval de Tordesillas parecen no tener fin. La empresa ha sufrido ahora problemas que han ocasionado que los plazos para su inauguración se hayan vuelto a retrasar una vez más. 

El subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez, indicó que los trabajos se han retrasado en varias ocasiones debido a los problemas que se han encontrado en la consolidación del puente. No obstante, señaló que en esta ocasión no se ha debido a ningún inconveniente relacionado con las obras, sino que el parón ha venido motivado por problemas de la compañía que está ejecutando los trabajos. Estos inconvenientes han ocasionado que las labores hayan estado paralizadas durante un tiempo, de forma que resulte imposible llegar a tiempo a los plazos anunciados para la finalización de las obras.

En un principio, y después de más de un año de retraso, ya que la previsión es que estuviera terminado ya en 2020, según indicó el subdelegado, será este mismo año cuando se acaben los trabajos y se abra de nuevo el puente.  

Álvarez indicó que las principales labores de la obra ya están terminadas. «Los trabajos fundamentales eran la consolidación de los pilares y  la eliminación de la humedad de los ojos del puente se ha terminado ya». Ahora, solo restarían los trabajos que se están llevando a cabo para la construcción del futuro mirador del puente que servirá como reclamo turístico para la localidad. Los operarios están trabajando en esta parte del viaducto. 

Las modificaciones del puente, compuesto por diez arcos ojivales de piedra caliza, son más que notable, ya que todos los ojos han eliminado la suciedad y el color de la piedra ha cambiado por completo.

Las obras, financiadas por el Ministerio de Transportes, han contado con un montante de 3,7 millones.