La zona azul de las terrazas, una segunda vida en los bares

M. Palomino
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Los bares de barrio han visto una oportunidad en las terrazas de las zonas ORA para recuperar la actividad con la llegada del verano y subsanar la profunda herida que deja la pandemia en los hosteleros vallisoletanos

Una pareja en el bar Sáhara - Foto: J. C. Castillo

Las terrazas situadas en las zonas de aparcamiento ORA han proliferado en las calles de Valladolid desde que, el 13 de abril, el Ayuntamiento las autorizara. Con la medida, los  bares de barrio, pequeños o  sin mesas en la terraza, ven un soplo de aire fresco en estos espacios para poder seguir funcionando en los meses de calor: «En los bares pequeños sin terraza de Valladolid, durante el verano, no entra nadie y estas terrazas funcionan muy bien», contaba Emilio Coca, del bar Sahara. 

Las complicaciones del verano en Valladolid, con su calor sofocante, unidas a las restricciones por la covid, habían hecho que muchos bares de barrio vieran sus «posibilidades agotadas» tras meses de restricciones y cierres. «Muchas ciudades las tienen, estas terrazas son la única vía de preservar estos negocios pequeños», explicaba Paco Alonso, del bar Dynamic, en el barrio de La Victoria.

Este formato, ya asentado en otras ciudades como Salamanca, ha permitido, con el inicio del buen tiempo, la llegada de clientes que prefieren disfrutar de las nuevas terrazas a quedarse dentro de los propios locales, «los fines de semana hay colas para la terraza, pero en el interior no entra nadie», decía Emilio. Los hosteleros ven en la medida una manera de aumentar la moral y sobre todo, los ingresos.

«El bar  ha mejorado mucho, antes no teníamos nada de terraza, ha sido un gran alivio para todos los locales», decía Oscar Cruz, camarero del bar Nakama y es que las nuevas terrazas, que salen del bolsillo de los locales, han merecido la pena, según su sentir generalizado y que para muchos, es  una medida que llega tarde, «Desde hace ya meses pedimos que se aprobaran estas terrazas», «los bares de la calle presentamos la solicitud mucho antes, pero fue en abril cuando lo aprobaron», contaban desde el bar Nakama y el bar Sahara, ambos en la calle Conde Ribadeo.

El autobús pasando por el bar DynamicEl autobús pasando por el bar Dynamic - Foto: J. C. CastilloSin humos

Este modelo de terrazas han dado un nuevo aire a las calles de la capital y nunca mejor dicho, en las vías de un solo carril, como la mayoría en la que se encuentran estos bares de interior, se respira de otra manera, menos aparcamiento se traduce en menos tránsito y muchos de ellos, notan un ambiente menos contaminado en estas calles pobladas con las nuevas terrazas ‘de carretera’: «Da gusto ver la calle así, sin humos ni gases», contaba Emilio. 

La zona azul, pese a perder plazas de aparcamiento, no ha resultado en problemas con los vecinos de la zona, que no ofrecían queja alguna a estas terrazas y estaban “encantados”. Según contaban los hosteleros, los primeros días se escuchaba alguna queja, pero con el paso del tiempo el bienestar reina en los barrios: «No hay ningún problema con las terrazas, dan vida a la zona y los hosteleros también lo necesitan», contaba una vecina de las calles colindantes a Conde Ribadeo.

La medida, aprobada mediante la modificación del decreto ya existente, autoriza a los hosteleros que lo soliciten, a crear  estos espacios de terraza ocupando un máximo de tres plazas de aparcamiento de la conocida ‘zona azul’.

Para su aprobación, el Ayuntamiento ha valorado si las calles eran aptas y si no impedían a comercios o vados su acceso.

Los locales, que solicitaron las terrazas en cuanto se aprobó la medida, contaban que tardó alrededor de mes y medio en aprobarse cada caso personal, según las características de la vía y el tráfico que pudieran recibir.

Un ejemplo de esos aspectos que se valoraban para poder montar las terrazas era el paso de los autobuses. Algunas calles han visto problemas con el paso del transporte público, que recorre Valladolid sin descanso.

En algunas calles de la Victoria, ha supuesto un problema para algunos hosteleros, nos contaba Jonathan Gabarrio, camarero del bar Pacha: «No pude montarla en la calle principal por el paso de autobús, pero me permitieron montarla a la vuelta de la esquina», mientras que en el bar vecino, el Dynamic, cuenta con su terraza en una vía por donde, prácticamente, transitan todos los buses que hacen su recorrido por la Victoria: «Mientras el autobús pueda pasar, la terraza no molesta».

Las terrazas ‘de aparcamiento’ han resultado un nuevo motor para los bares vallisoletanos, necesitados de vientos de cambio para remontar en un año marcado por cierres y pérdidas, que buscan en este verano remontar  para conseguir una vida extra y llegar a un 2022 donde se pueda decir: ‘nos vemos en los bares’.