Ética frente a la obsolescencia programada

Óscar Fraile
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El Instituto de la Juventud premia a Tekhne, una empresa de desarrollo de hardware ubicada en el Parque Científico de la UVa que abandera una política ligada al ecodiseño, la durabilidad y la reparabilidad de sus productos

Javier Santos (i) y Samuel López posan en las instalaciones de Tekhné. - Foto: Jonathan Tajes

A finales del año 2010 la directora alemana Cosima Dannoritzer estrenó el documental 'Comprar, tirar, comprar', en el que desgrana cómo algunos fabricantes diseñan sus productos de forma deliberada para acortar su vida útil y conseguir así que el consumidor vuelva a pasar por caja. El documental fue un éxito a nivel mundial, cosechó numerosos premios y contribuyó a generalizar el término 'obsolescencia programada', y a presentar esta práctica como una amenaza al medio ambiente y, por ende, a la sostenibilidad del planeta.

También puso su granito de arena en la concienciación para acabar con este problema, primero entre la población y, poco a poco, entre las empresas. Un buen ejemplo es Tekhne, un desarrollador de hardware instalado en el Parque Científico de la Universidad de Valladolid (UVa) desde 2020 en cuyo discurso corporativo se cuelan términos como el ecodiseño, la reparabilidad y la ética de fabricación. «Es una de las razones por las que emprendimos esta aventura, porque los efectos del cambio climático, el deterioro del ecosistema y la escasez de recursos nos afecta a todos», explica Samuel López, uno de los tres socios, junto a Javier Santos y Sara Domínguez.

La aventura a la que se refiere es la de tres amigos que deciden poner en marcha una empresa en la que conjugar el diseño y fabricación de soluciones tecnológicas para otras empresas con el respeto al medio ambiente, la ética y unos valores inquebrantables. Por ejemplo, en esta empresa es un imperativo utilizar minerales «libres de conflicto», es decir, materia prima que no contribuya a financiar guerras en otros territorios. También se cuida la reparabilidad, reciclabilidad y eficiencia energética de los componentes electrónicos utilizados y se apuesta por una gestión responsable a través de la concienciación de uso óptimo y un fin de vida adecuado. «La tecnología tiene un impacto significativo, tanto en la sociedad como en el medio ambiente, y lo que hacemos nosotros es trabajar para que este impacto sea lo más positivo posible», añade López. Una de las medidas dentro de esta política es 'responsabilizarse' de los productos que fabrican. «Buscamos que no acaben en el medio ambiente o en un vertedero, sino que sean retirados del mercado y tratados de la forma adecuada», señala.

Los tres socios de la empresa durante una jornada de trabajo. Los tres socios de la empresa durante una jornada de trabajo. - Foto: TekhnéEsta filosofía ha contribuido a que Tekhne sea una de las diez empresas premiadas en el Certamen Nacional de Jóvenes Emprendedores 2022, organizado por el Instituto de la Juventud, organismo adscrito al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Un galardón que les reportará 20.000 euros para seguir desarrollando sus proyectos, entre los que se encuentran tablet especiales para entornos industriales, sistemas de 'ticketing' para transporte público y unidades de control GPS para geolocalizar vehículos. Uno de sus últimos proyectos, en colaboración con una empresa andaluza, es el diseño electrónico de una estación con suelo fotovoltaico para la recarga de vehículos eléctricos, especialmente patinetes. Aunque la sostenibilidad medioambiental sea uno de sus pilares, López asegura que esto no es impedimento para ofrecer a sus clientes, la mayor parte de ellos de Castilla y León, «innovaciones a través de estos productos electrónicos que les permitan ofrecer un valor añadido al mercado».

Samuel, Javier y Sara son, ante todo, tres amigos que comparten una visión del mundo y que pusieron en marcha esta empresa porque creen que la tecnología «tiene el poder para generar el cambio en el día a día de las empresas» y para impulsar el tejido industrial de Castilla y León. Y no lo han hecho en una época fácil, ya que su actividad se inició con la llegada de la pandemia y ahora hacen frente a una fuerte crisis inflacionista. «La pandemia impactó significativamente en el inicio de nuestra actividad, aunque las empresas nos han acogido bien y han apostado por la innovación para salir de esta situación», asegura López.

Paliar la crisis de los semiconductores

Al tratarse de una empresa de desarrollo de productos electrónicos, Tekhne conoce de primera mano la actual crisis de los semiconductores, que ha obligado a parar procesos productivos de muchas compañías en España. Aunque esta falta de suministros también ha traído consecuencias positivas. Al menos eso es lo que opina Javier Santos. «Es algo que ha fomentado en las empresas una cultura de que no todo vale y ha ayudado a valorar técnicas como el diseño modular y a concebir el producto desde el principio, con posibilidad de intercambio de componentes», señala. Según él, «es algo necesario» para evitar, como sucede ahora, que haya que parar producciones por quedarse sin un determinado componente. «Técnicas como el ecodiseño ayudan, si no a solucionar, sí a mitigar estas crisis», asevera. Se trata, en definitiva, de hacer un diseño que sea compatible con un abanico más amplio de componentes y que estos se produzcan en varias fábricas del mundo. «Hay que tener un control de la cadena de suministros», finaliza.