Los audífonos, uno de los objetos más perdidos

D.V.
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Carteras, móviles, llaves... Todos ellos terminan en el departamento de la oficina de Objetos Hallados de la Avenida de Burgos. Algunos se devuelven y otros se donan o se destruyen

Uno de los audífonos hallados. - Foto: J.C. Castillo

Un respirador de oxígeno, un andador, un carrito de bebé, una caja de herramientas, Biblias, vademécums y hasta las escrituras de un piso. Cualquier producto es susceptible de terminar en la oficina de Objetos Hallados de la Policía Municipal de la Avenida de Burgos. 


Productos raros y extraños, pero también más habituales como carteras, llaves y móviles. Todos ellos terminan aquí, pero en cada una de las oficinas de los cinco distritos de la ciudad se recoge a diario algún objeto. Pasados unos días, se agrupan y se concentran en esta oficina. 


Las carteras es lo que más se pierde. Con dinero dentro llegan en torno a un 30% de todas ellas. En las tiendas y comercios se producen muchos de estos robos. Una práctica habitual es robarle la cartera a alguien en un establecimiento, coger el dinero y dejar la cartera en alguna prenda de la tienda. La tienda encuentra después esta cartera (sin dinero) y avisa a la policía. Una cadena en la que resulta complicado encontrar o saber quién es el que ha robado el dinero. 

Uno de los cajones con todas las llaves encontradas.Uno de los cajones con todas las llaves encontradas. - Foto: J.C. Castillo


Algo parecido ocurre en los taxis. El taxista se encuentra una cartera sin dinero al término de su servicio. Si ha realizado diez carreras ese día, es muy difícil saber quién de todos ha podido vaciarla. La mayoría de ellas suelen tener alguna tarjeta que identifique a su propietario. Pero otras veces son pequeños monederos, sin identificación, y con la tarjeta del supermercado donde realizan la compra como única 'pista'. 


En estos casos, la Policía se pone en contacto con el establecimiento para conocer a su propietario y ponerse en contacto con él. Se suelen entregar a sus propietarios más del 50% de las carteras. Si llegan con el DNI o con alguna otra identificación, se le manda una carta a casa para que vaya a recogerla. 

 

El cartel de la oficina, junto a alguno de los objetos que todavía no han sido reclamados.El cartel de la oficina, junto a alguno de los objetos que todavía no han sido reclamados. - Foto: J.C. Castillo

La mascarilla ha provocado un aumento de los audífonos que se pierden

 

Desde la llegada de la pandemia ha habido un incremento brutal en los audífonos que se han perdido. Las gomas de la mascarilla atraviesan justo la zona en la que se suele colocar estos dispositivos, por lo que hace mucho más posible que, en el movimiento de retirar la mascarilla, el audífono se suelte y se pierda. Dispositivos caros que suelen superar los 1.000 euros y que afecta, sobre todo, a las personas mayores. 


Las llaves, por ejemplo, van a parar a tres cristaleras, donde se 'exponen' los hallazgos de los últimos tres meses. En torno al 40% de todas ellas se devuelven a sus propietarios. Una vez que pasan tres meses se trasladan a un cajón donde permanecen otros cuatro más. Si nadie las ha reclamado en este tiempo, se destruyen.  
 

No reclamados


Pero... ¿qué pasa con los objetos que no se reclaman? Lo que no tiene valor se guarda en un almacén. Cuando pasa mucho tiempo se destruye o se dona. Las gafas se entregan a una ONG para enviarlas a África. Para la ropa se contacta con asociaciones para que la repartan entre las personas necesitadas. Con los juguetes, guitarras, andadores y audífonos hacen lo mismo: los donan a organizaciones.


Todo este proceso se lleva a cabo cuando ha pasado un tiempo amplio y prudencial. No son dos meses ni cinco. En el almacén tienen objetos desde hace más de cinco años. A medida que van llegando o entrando nuevos es cuando los van destruyendo, como las llaves o los móviles, o donando. 

Una persona halló 2.000 euros y, 4 años después, fue a recogerlos al no aparecer el dueño

Anécdotas y casos curiosos hay muchos. Gente que pierde las escrituras de la casa, libros de medicina o maletas enormes de viaje. En 2018, por ejemplo, encontraron un sobre con 2.000 euros. La persona que lo halló fue a comisaría y se inició todo este procedimiento de 'cuarentena'. Ahora, 4 años después, el propietario de esa cantidad no lo ha reclamado, pero sí la persona que lo encontró, por lo que se le hizo entrega del sobre con el dinero. Hace unos años, en un accidente, una persona resultó herida. Una de las personas que se encontraban en el lugar del accidente tapó al herido con su abrigo para socorrerlo hasta que llegaran los servicios sanitarios. El herido fue trasladado al hospital con esa prenda de abrigo. Un tiempo después, la policía contactó con esta persona para devolvérselo. 


Hay que tener en cuenta que, normalmente, la Policía no avisa. Tiene que ser la persona que encontró y dejó el objeto en comisaría la que debe estar pendiente de los plazos para reclamarlo una vez hayan pasado los dos años. Desde la Policía reconocen que las personas suelen estar pendientes. Conocen los procedimientos, los tiempos de espera y el protocolo. Cuando se cumple el plazo, suelen llamar o pasar por comisaría para reclamar el objeto de valor que encontraron hace dos años. 


Cualquier persona que haya encontrado o perdido un objeto puede acudir a la oficina de Objetos Hallados de la Avenida de Burgos 11, en el barrio de La Victoria, en horario de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 horas (con atención presencial hasta las 11:00). 

Un tablón con todos los objetos de valor hallados y sin propietario

Alguien entrega una cadena de oro. En ese momento la policía identifica a la persona que lo ha encontrado y guarda la cadena durante un tiempo por si llama el dueño. 


La gente llama y dice que ha perdido una cadena. Para evitar equivocaciones y que alguien pueda llevarse una joya que no es suya, se piden datos, detalles, fotografías o cualquier 'pista' que sirva para vincular el objeto hallado con el propietario que lo reclama.  


Si es suyo se le entrega. Si no lo es, se espera un tiempo para que la persona que lo haya perdido pueda reclamarlo y recuperarlo. Es entonces cuando, si no aparece el propietario, se publica en el tablón del Ayuntamiento. 


Un espacio en el que sólo tienen cabida los objetos de valor: anillos, medallas, alianzas, pulseras, relojes...


El 11 de enero, por ejemplo, empieza el plazo de dos años para que los dueños puedan recuperar alguno de los 15 objetos de valor publicados en este tablón: dos medallas, dos alianzas, dos relojes, cinco cadenas, una pulsera, un anillo, una bolsa con bisutería variada y una pulsera. Todo es de oro o de gran valor.


 Periódicamente el Ayuntamiento va publicando estos listados para que la persona que los haya encontrado en su momento pueda acudir a recogerlo tras no haber sido reclamados por su propietario inicial. Para ello, deberán pasar dos años.


Y un apunte: si el objeto no pudiera conservarse sin que se deteriore o su conservación o gastos derivados implicaran una pérdida con respecto al valor calculado del producto, se vendería en subasta pública.