40 años de educación personalizada

D.V.
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Los colegios Peñalba y Pinoalbar celebran en un acto institucional el aniversario de un proyecto fraguado con tres generaciones de alumnos y basado en la confianza familiar

Misa celebrada en la Catedral como acto conmemorativos del 40º aniversario de los colegios Pinoalbar y Peñalba - Foto: Ical

El sello distintivo de una educación personalizada se ha dejado ver hoy en el Auditorio Miguel Delibes por parte de los alumnos y, también padres, que ocupan actualmente y ocuparon en su día las aulas de los colegios concertados Peñalba y Pinoalbar, de Simancas. Una eucaristía previa en la catedral y un ‘coktail’ posterior al acto institucional han servido para recordar lo mucho vivido por ambos centros, que quisieron reconocer en su 40 aniversario la apuesta de las familias que han cimentado el proyecto educativo en todos los ciclos de ESO y Bachillerato.

“Se ha querido rendir homenaje y reconocimiento a quienes creyeron en el proyecto y lo impulsaron desde el principio, lo que hace que nos sintamos parte de la historia de Valladolid y de Simancas. Tras 40 años vemos el pasado y nos centramos ya en preparar el futuro de otras generaciones con la responsabilidad de seguir educando bien”, ha indicado Jesús Albertos San José, director del colegio Peñalba, según recoge Ical. Este centro cuenta con más 300 alumnos y una treintena de profesores, mientras en el colegio Pinoalbar, que dista solo 500 metros, cursan estudios 430 alumnos -al contar con educación infantil de hasta tres años- y una plantilla de más de 40 docentes.

La andadura de los colegios Peñalba y Pinoalbar se inició en el curso 1978-1979 y en el centro cultural Miguel Delibes se han dado cita hoy en el escenario, padres, profesores y alumnos delegados de segundo de Bachillerato, junto a autoridades educativas. En nombre de los directores que han pasado por los dos centros a lo largo de su historia ha hablado Jesús Albertos San José, actual máximo responsable del colegio Peñalba.

Jesús -que se inició en Pinoalbar como alumno en los años 80 en la etapa de preescolar, hoy Educación Infantil hasta que finalizó sus estudios pasando por todos los ciclos- ha señalado en su intervención que siempre se ha mantenido una misma línea de continuidad educativa basada en la confianza, lo que ha dado estabilidad al ideario de ambos centros educativos. “Así lo demuestra una cifra similar de alumnos sin percibir grandes aumentos o descensos, ya que quienes estudiaron aquí al principio han traído luego a sus hijos. Este hecho se percibe desde Primaria, y en algunos casos, se han dado tres generaciones de estudiantes de un mismo núcleo familiar”, ha expuesto.

Para Jesús Albertos San José, en los dos colegios ubicados en Simancas se ha mantenido desde sus inicios la idea de una educación personalizada. “Vemos en cada alumno una persona, un proyecto y algo por lo que desde el colegio se trabaja y se traslada tanto en la manera en la que se asesora como en el seguimiento que se hace de cada estudiante, al que se van proponiendo metas. El centro es una herramienta al servicio de las familias en una relación muy estrecha, por que son realmente éstas las que educan a sus hijos y así se realiza un aprendizaje compartido”, ha significado.

Además, ha resaltado el papel que juega la Asociación de Antiguos Alumnos de los colegios Peñalba y Pinoalbar, al tratarse de una de las principales fortalezas por que se da continuidad al trato y lo vivido en distintas etapas educativas con un vínculo muy estrecho. “Todos los años se invita a comer a alguna promoción en aniversarios especiales de 15, 20 y 25 años y a sus profesores. Tienen la sensación de que regresan a su casa y muchos participan en jornadas de orientación profesional y universitaria para que cuenten su experiencia a los actuales estudiantes en distintos sectores. Muchos ex-alumnos tienen un perfil directivo y otros hacen un trabajo más autónomo”, ha indicado.

Vidas paralelas

Por su parte, la directora del centro educativo Pinoalbar, Elena López Mendieta-Castillo, ha expuesto que, al igual que el colegio Peñalba, el proyecto surgió de forma compartida al final de los años 70 a través de un grupo de padres preocupados por la educación de sus hijos. “Querían un trabajo integral y personalizado con cada alumno a través no solo de una formación académica si no también de la aportación de una serie de valores para integrarlos en la sociedad como buenos ciudadanos”, ha dicho.

Al respecto, y después de transcurrir 40 años de historia educativa, ha puesto de manifiesto que una de las constantes ha sido la elaboración y puesta en marcha de proyectos innovadores, especialmente en la enseñanza Infantil, ciclo en el que el colegio Pinoalbar está más especializado. “Hay uno muy ambicioso con dos horas de inglés diarias y en el que, por ejemplo, se trabaja la oratoria en esta lengua y otras facetas que se aprenden de forma lúdica”, ha concretado.

Igualmente, Elena López ha hecho alusión a otro proyecto de matemáticas divertidas donde el objetivo es que los niños más pequeños asimilen distintos conceptos. “Lo hacen de forma muy amena a través de juegos como los de ajedrez, la balanza o las regletas. Se trata de tener algo muy experimental”, ha aseverado. Asimismo, se ha referido a la organización de talleres de programación informática desde Infantil que luego tienen su continuidad en Primaria.

Como exalumna desde la antigua EGB -hoy Primaria- Elena sostuvo que le hace “especialmente ilusión” la celebración del 40 aniversario, ya que se siente parte de una gran familia donde ha sido primero estudiante, luego profesora y hoy directiva sin dejar la docencia: “Agradecemos mucho el respaldo que está teniendo nuestra efeméride y la presencia de todos los que han querido acompañarnos”-