Las ventas de juguetes sexuales se disparan por la pandemia

M.Rodríguez
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El miedo al contacto físico por el virus y las limitaciones sociales incrementan generalizan su uso. En el catálogo destacan los dispositivos con app, pero el rey del mercado sigue siendo el nuevo satisfyer, un estimulador femenino

Las ventas de juguetes sexuales se disparan - Foto: Jonathan Tajes

La pandemia ha cambiado nuestras vidas. La crisis de la covid-19  ha impactado en lo sanitario y económico, pero también tiene importantes efectos colaterales, que conllevan cambios sociales y conductuales. Las limitaciones de contacto social y de movimiento, el miedo al contagio y el mayor tiempo de estancia en casa ha motivado un importante incremento de la venta de juguetes sexuales. 
En un primer momento, durante el confinamiento, esta demanda se notó, sobre todo, en las compras online, donde ventas subiron más del 150%, según apuntas diversas marcas del sector y especialistas como Rosa Montaña,  sexóloga y terapeuta de pareja vallisoletana. «El tener tiempo y estar en casa, además del miedo al contacto, ha ayudado a que muchos se  preocupen del sexo y la erótica». 
Y ese cambio social, donde se han roto muchos tabúes, ha generalizado la demanda de productos eróticos, que triunfan estas navidades. «La campaña de Navidad está siendo buena. Antes se compraban otros tipo de juguetes, pero ahora triunfan los que tiene app, que permiten interacción con las parejas y tienen muchas posibilidades para su uso individual. Algunos tienen cámara y vídeos», detalla María Guerra, propietaria de la Condonería Goma3. En este comercio, el producto estrella sigue siendo el satisfyer, un estimulador para mujeres, que ya el año pasado fue récord de ventas. «Ahora se vende mucho el último, el curvi, que lleva vibración y succión, además de la app para interactuar», detalla. Un producto que también triunfa en Fantasías, otro comercio especializado en productos eróticos en la capital. «En esta campaña se están vendiendo muchos juguetes de pareja, pero el protagonista sigue siendo el satisfyer por el éxito del boca a boca», explica Aitana Martínez, responsable de la tienda.  

 

PÚBLICO MÁS AMPLIO

Este cambio social ha motivado también que se amplíe el público que adquiere estos productos, y con ello la oferta. «Antes los juguetes con app eran un producto para mujer, que controlaba el hombre. Ahora esto ha cambiado por completo.  Ahora el juguete puede ser masculino o femenino, pero el control y la capacidad de decisión está en quien lo usa», detalla Guerra.  Además, en su tienda del centro de la capital, ha percibido más clientela de edad madura. «Ahora con el miedo al contagio, sobre todo las personas mayores de 65 años, que están solas, tienen miedo a las relaciones y optan por estos juguetes», resalta. Un miedo al contacto social y al «riesgo» de contagio, que la sexóloga Rosa Montaña apunta que continúa.
Aunque el cambio conductual motivado por la covid-19 también ha tenido aspectos positivos en el campo sexual. «En este tiempo se han incrementado las consultas porque la gente está buscando solución a sus problemas sexuales. Hay muchas, por ejemplo, por vaginismo», detalla. Y apunta a un problema de desconocimiento:«Hay gente que sigue sin conocerse y que no ha llegado a un orgasmos», lamenta. Problemas que derivan de una deficiente educación sexual o, como indica Montaña, porque esa educación «ha estado liderada por la pornografía». Así, relata que hay muchas personas que «limitan» su actividad a ideas preconcebidas. «El orgasmo es cerebral. Hay que abrir la mente porque si no uno se bloquea». En este sentido, destaca el éxito de su  sus podcast ‘Lo que siempre quisiste saber’, que se pueden descargar en la plataforma Ivoox. «La mayoría suman más de 3.000 descargas, pero algunos, como el centrado en los orgasmos femeninos, acumulan más de 8.000. Hay interés por saber y descubrir».
Estos juguetes, además, «alegran la vida», asegura la propietaria de la Condonería Goma3. Una idea que también defienden desde Fantasías: «Se ha normalizado su utilización». En ambos casos, apuntan que existe una oferta «muy amplia», que no se limita al éxito del satisfyer. «Esta campaña navideña se están vendiendo muchos juegos de pareja, que les hacen interactuar con cartas o con dados, por ejemplo», afirma Martínez. Pero en ambos comercios recalcan que es importante el trato personalizado con el cliente para conocer sus gustos y ofrecerles así los productos más adecuados a sus necesidades. «Mi recomendación es no comprar productos chinos, que no tienen garantía», concluye Guerra.

 

ROSA MONTAÑA. Sexóloga

«El miedo al contacto físico, por la pandemia, motiva que se busquen alternativas»

Esta sexóloga y terapeuta de pareja vallisoletana, que acaba de publicar el libro ‘Yo no quiero ser infeliz’, apunta que el miedo al contacto social por la pandemia está en el incremento de uso de juguetes sexuales, tanto para disfrute individual como en pareja. Así, en el caso de muchas personas con relaciones esporádicas se ha recurrido a ellos para lograr «ciertas satisfacciones individuales y como sustitutivo». Pero también destaca su uso en las parejas, que con el confinamiento o las restricciones de movilidad, han convivido mucho más tiempo. «Estos juguetes les han permitido un nuevo espacio, donde encontrarse de nuevo, y disfrutar de su relación».
La pandemia ha recluido a la población en sus hogares y eso, apunta, ayuda a tener más tiempo para «preocuparse» del sexo y la erótica. En este sentido, lamenta que todavía haya muchos tabús. «En mi consulta veo que la gente todavía sigue sin conocerse. Y en este periodo han aumentado las citas porque buscan ahora solución a sus problemas». Montaña apuesta por aplicar más «inteligencia erótica emocional» frente al referente dominante hasta ahora «liderado por la pornografía».