Un vallisoletano en misión al Polo Norte

M.B.
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El mecánico de helicópteros Manuel Colías Blanco regresó ayer de Groenlandia en el Polarstern alemán, uno de los mayor buques de investigación científica

El vallisoletano Manuel Colías Blanco, delante del barco Polarstern alemán.

Manuel Colías Blanco se encuentra ya de regreso del Polo Norte. Vallisoletano de 41 años, ha sido uno de los integrantes del Polarstern alemán, uno de los mayores buques de investigación científica de todos los tiempos. La misión del barco, denominada PS131-Atwaice, ha llevado a un centenar de personas a comprobar el estado del Polo Norte en general. «Medimos el grosor del hielo, su desplazamiento... ver el cambio climático en los Polos», señala Colías. 

El Polarstern zarpó el pasado 27 de junio del puerto de Bremerhaven en Alemania y llegó este 17 de agosto. «Fueron una semana de tránsito hasta el norte, cuatro de trabajo y otra de vuelta», apunta este mecánico de helicópteros. ¿Helicópteros? «El barco lleva dos y los usan para llevar cámaras infrarrojas para ver la superficie y el grosor del hielo, descargar datos en GPS... hemos estado cinco horas al día sobrevolando las zonas», responde el vallisoletano, añadiendo que «es una aventura muy grande. Hay más de 50 personas entre científicos y equipo externo, y otras 40 más del barco».

Manuel Blanco estudió FP de Automoción para luego entrar en la carrera de Ingeniería Técnico Industrial: «No terminaba de convencerme e hice un curso de tres años en Madrid de mecánico de aviones». Eso le permitió empezar a trabajar en Air Europa en Mallorca para luego pasar al sector de los helicópteros en Inaer-Albacete. En 2016 le llamaron de Alemania y no se lo pensó. Allí trabaja en el Servicio de Rescate Aéreo Alemán (DRF Luftrettung), una empresa de helicópteros, fundación sin ánimo de lucro, que se dedica al mantenimiento de los aparatos de rescate, en casos de accidentes de tráfico o servicio emergencia.

Hace dos años ya le surgió la oportunidad de estar en una misión con el Polarstern. Y en diciembre, al entrar su empresa en la misión, él fue uno de los elegidos, junto a otros dos compañeros. El barco alemán hace dos misiones por año y ellos se irán rotando.

«Mi labor allí ha sido mantener los helicópteros siempre operativos. Luego, arriba, de que todo vaya bien: comunicación, navegación, asisto a tripulación, llevar las cargas del equipo, apoyo logístico...», explica sobre sus funciones en el Polo Norte: «Hemos ido un mecánico y un aviónico (se encarga de la electrónica). Yo soy el certificador, el que revisa, firma la puesta en servicio para poder volar».

El vallisoletano, que lleva meses de preparación, ha estado en el norte de Groenlandia, en el paralelo 82 norte, «hasta donde puede llegar el barco», junto a científicos japoneses, noruegos, alemanes y de otros muchos países comprobando 'in situ' los efectos del cambio climático en el planeta.

La misión PS131-Atwaice del Polarstern

El Polarstern es considerado uno de los mayores buques de investigación científica. Se trata de un rompehielos, que pertenece al Gobierno de Alemania, construido en 1982 y que en 2019 estuvo varado un año entero en el Ártico (Expedición MOSAiC). Cada año realiza dos misiones, una al Polo Sur y otra al Norte. La actual, que comenzó a finales de julio, se llama PS131-Atwaice y le llevó al Polo Norte durante seis semanas para comprobar sobre el terreno el estado y el grosor del hielo de la mano de científicos de varios países.