Enfermería es la carrera más demandada por los mayores de 25

Óscar Fraile
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La UVa reserva cada año unas mil plazas, el cinco por ciento del total, para alumnos que acceden con las pruebas para mayores de 25 y 45 años o mediante acreditación de la experiencia profesional

Enfermería es la carrera más demandada por los mayores de 25

I r a la universidad es, para muchos, un sueño que no siempre se logra cumplir. Las circunstancias de la vida, ya sean laborales, económicas o familiares, obligan en ocasiones a aparcar la actividad académica. No obstante, el tren universitario siempre pasa dos veces. Al menos para los que se proponen subir a él.

La Universidad de Valladolid (UVa) ha abierto esta semana el plazo de matriculación para las pruebas de acceso para mayores de 25 y 45 años que no posean una titulación que dé acceso directo. Además, el pasado 5 de febrero finalizó el plazo de inscripción para los que quieren matricularse, no tienen la titulación necesaria, pero sí pueden acreditar una determinada experiencia en un área profesional concreto. En estos casos, tienen que tener más de 40 años y la decisión final corresponde a un tribunal nombrado por el rector a propuesta del decano o director de cada centro. Sus miembros valoran la experiencia y la formación complementaria que ha recibido, entre otras cosas. Si superan esta fase, deben enfrentarse a una entrevista personal en la que se determinará si es apto o no. 

Aunque la vía de la acreditación profesional permite acceder a cualquier grado de la UVa, los más demandado son Enfermería, Trabajo Social, Comercio, Historia y Ciencias de la Música, Ingeniería en Diseño Industrial, algunos vinculados a Educación y Derecho, según los datos facilitados por la institución.

La UVa reserva todos los años el cinco por ciento de sus plazas para estos estudiantes (el tres por ciento para mayores de 25 y el resto para mayores de 45 y 40), independientemente de que luego se cubran o no. Porque el acceso por experiencia profesional tiene muy poca demanda. «El año pasado lo solicitaron doce personas», asegura el responsable de las pruebas de acceso de la UVa, Ricardo Josa. Desde la institución académica confirman que «en los últimos cursos el número de solicitudes ha estado entre diez y quince». 

Si se tiene en cuenta que en el presente curso se han matriculado 18.650 alumnos en la UVa, los que acceden por estas tres vías pueden llegar a más de 900, y superaban los mil cuando la institución académica tenía más alumnos.

Las pruebas para mayores de 25 y 45 años son muy similares. Las primeras constan de dos fases, una general, con un comentario de texto o desarrollo de un tema de actualidad y un examen de Lengua Española; y otra específica, con una prueba de Lengua Extranjera a elegir entre alemán, francés, inglés, italiano y portugués, y otra vinculada al grado al que se quiere acceder, en función de si pertenece a la rama de Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas o Ingenierías y Arquitectura. En la de 45 años solo hay que aprobar la fase general. Además, en todas las pruebas, excepto el comentario de texto o desarrollo del tema de actualidad, al alumno se le ofrecen dos propuestas de examen.

cursos de formación. Todos los años cerca de 50 personas se preparan para estas pruebas dentro del programa municipal de ‘Aprendizaje a lo largo de la vida’. Es habitual que buena parte de ellos desista antes de que llegue el examen, pero entre los que completan esta formación, la tasa de aprobados suele estar por encima del 50 por ciento. «Incluso el 60 y el 70 por ciento en algunas ocasiones», asegura Isabel Andrade, una de las profesoras.

El perfil de los alumnos se divide básicamente en dos grupos. El más numeroso es el de jóvenes que quieren presentarse a la prueba de acceso para mayores de 25 y que lo hacen porque quieren mejorar profesionalmente. El otro grupo de alumnos se mueve más por la inquietud personal y por cumplir el deseo de ser universitario que no pudieron satisfacer cuando eran más jóvenes. Aunque hay casos en los que las dos motivaciones se solapan.

Como quiera que ambas pruebas, la de mayores de 25 y de 45, cuentan con una fase general que es común, todos los alumnos coinciden en determinadas clases. Y también comparten otras cosas, como un entusiasmo por encima de otros grupos de educación para adultos. «Todos son distintos, pero este es muy estimulante porque viene gente con mucha ilusión», reconoce la docente. La motivación es tan importante en estos grupos que los organizadores invitan en ocasiones a antiguos alumnos que ya han acabado la carrera para que los aspirantes a conseguirlo vean que, con esfuerzo, es posible.

Las clases que dependen del Ayuntamiento se imparten en los centros cívicos Esgueva y Delicias, y comienzan en octubre. «Ahora disponemos de menos tiempo para preparar la prueba porque hace dos o tres años se celebraba en mayo y ahora es en marzo», añade Andrade. Según ella, las carreras para las que más se preparan los alumnos son Enfermería, Derecho y las vinculadas con  la educación.