Te vas a quedar este año sin lechazo?». Esta es una de las preguntas que más repiten este año los clientes a los carniceros de cara a Navidad. Y lo hacen porque temen quedarse sin este manjar, bandera de Castilla y León, en la mesa. La escasez de lechazo ha disparado su precio. Eso, unido al mensaje de los problemas de distribución, que ha calado entre la población, ha hecho que muchos prefieran comprarlo ya y no esperar a después del puente de la Constitución, que es cuando habitualmente se empiezan a animar estas compras. Aunque realmente el temor a los problemas de distribución no está muy justificado en el caso del lechazo, porque la mayoría de lo que se vende es producto de proximidad.
En la carnicería J. C. Tordera del Mercado del Val, especializada en lechazo de Indicación Geográfica Protegida (IGP), es decir, el que nace y se cría en Castilla y León de las razas Churra, Castellana y Ojalada, aseguran que «la gente está comprando más que el año pasado y ha empezado a congelarlo» porque «lo mismo cuando llegue la Navidad no hay bastante mercancía». El responsable de este puesto reconoce que «la gente protesta un poco» por el precio, pero asegura que se sigue vendiendo porque «va a subir más».
A solo unos metros de este puesto está la carnicería Javier de las Heras, quien confirma que «las compras se están adelantando» y coincide con su colega de profesión al prever que «los precios van a subir bastante». Pero, según su experiencia, eso no ha hecho que la gente deje de comprar lechazo. «Las tradiciones se mantienen», explica. Ellos no han tenido problemas de suministro porque los animales que venden son de los valles del Duero, Esgueva y Cerrato.
Esteban García, de la carnicería Esteban & Coral, dice que, de momento, «las ventas están tranquilas» y asegura que sus clientes no adelantan tanto las compras «porque no tienen sitio en el congelador». Lo que más está vendiendo son chuletones y solomillos.
En la carnicería Felipe González el kilo de lechazo churro IGP se vende a casi 18 euros, tres más que el año pasado a estas alturas. «El precio está en máximos históricos con la escasez que hay», dice el responsable, quien prevé que haya problemas de desabastecimiento de esta carne en los últimos días porque «no hay lechazo suficiente». González explica que esta situación se produce después de que muchos ganaderos hayan abandonado una actividad que ya no les era rentable, por lo poco que les pagaban por animal. En esta carnicería el tostón, más económico, está ganando terreno al lechazo.
También los pescaderos notan que las compran se adelantan. «Está pasando, y en nuestro caso no es por el precio, porque suelen subir a partir del puente de la Constitución, sino que tienen miedo a quedarse sin ello», explican desde la pescadería Arenal del Mercado del Val. Rape, merluza y besugo, que es el pescado que más ha subido, es lo que más se está vendiendo.
El presidente de la Asociación de Detallistas de Pescado, Marisco y Productos Congelados de Valladolid, Juan López, explica que la evolución de precios depende «de la cantidad que se pesque». Eso ha hecho, por ejemplo, que los carabineros se disparen un 40 por ciento por encima de su precio habitual. «También ha habido incrementos de precios por los portes y el precio del gasoil», señala.
Estos problemas de suministro no afectan solo a los alimentos. La gerente del Mercado del Val, Noemí Pascual, quien reconoce que «se nota mucho más movimiento en el mercado este año», explica que los problemas de suministros afectan a materiales como bolsas y embalajes de papel, muy importantes para los industriales. Pascual sostiene que muchos de ellos han adelantado compras que vienen de fuera para no quedarse sin stock, como los frutos secos que llegan de Turquía.
Juguetes. Otro sector que se juega buena parte de su facturación anual estos días es el de los juguetes. Los artículos estrella de esta Navidad son los SuperThings, los muñecos Dellys y los Bebés Llorones. «Este año se están adelantando las compras un poco por miedo a quedarse sin ellas», dice Candela Tadeo, de Juguetes Tadeo, en Medina del Campo.