La falta de camareros amenaza la temporada de verano

Óscar Fraile
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Los negocios de hostelería tardan semanas en encontrar empleados, pese a que es el segundo perfil profesional más contratado. El Gobierno pide salarios más altos y la patronal dice que hay gente que «no quiere trabajar»

Un camarero sirve varias consumiciones en una terraza. - Foto: J. Tajes

«Algunas de las vacantes que se están produciendo en territorios concretos y en sectores como la hostelería tienen que ver con que no se paga lo suficiente, no hay descansos, las jornadas son agotadoras y los trabajadores no pueden conciliar su vida personal y laboral». Estas palabras del secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez, han puesto esta semana el foco sobre un problema que sufre la hostelería en muchas zonas de España: la dificultad para contratar personal por falta de candidatos.

Un problema que se hace especialmente peligroso en la antesala de la campaña veraniega y que no es ajeno a los hosteleros de Valladolid. De hecho, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Jaime Fernández, reconoce que hay «preocupación en el sector» porque «no hay gente», un problema que, según él, se viene repitiendo desde que comenzó la pandemia y que «no se puede dar en un país con tres millones de parados».

El representante de los hosteleros considera que hay muchas personas sin trabajar que no quieren hacerlo por los diferentes subsidios y ayudas que reciben. «Si cobro 700 u 800 euros del subsidio de desempleo, con dos chapuzas más que haga... ¿para qué voy a trabajar?», se pregunta. Además, incide en que «la nueva generación que viene ha cambiado totalmente» porque «cuando necesita dinero lo tiene de los padres y, si no, ayudas de esto y de lo otro», por lo que considera que «es muy difícil que la gente quiera trabajar».

Pese a esta escasez, los camareros suelen ser los perfiles más contratados en Valladolid, tal y como se refleja en el Observatorio de las Ocupaciones que mensualmente publica el Ministerio de Trabajo y que analiza las tendencias de las contrataciones en los diferentes sectores. En lo que se refiere a Valladolid, en abril, último mes publicado, se firmaron 13.232 contratos laborales y, de ellos, 2.293 fueron para peones de las industrias manufactureras. La de camarero aparece como la segunda profesión más contratada, con 1.549 incorporaciones, un 8,5 por ciento menos que en marzo, pero casi el doble que en el mismo mes del año pasado. El adelanto de la llegada del calor y la proliferación de terrazas tiene mucho que ver con estas cifras. Por detrás de estas profesiones, a mucha distancia, las más contratadas fueron los operarios de maquinaria para fabricación de papel (751), teleoperadores (328), cocineros (262), camioneros (207) y ayudantes de cocina (183). Si se analizan los datos de todo el año pasado, los camareros también fueron el segundo perfil más contratado.

Pese a todo, no parece tan fácil encontrar trabajadores cualificados. Una simple búsqueda en internet arroja bastantes ofertas para bares y restaurantes en la provincia. Otra cosa es que las condiciones convenzan a los potenciales candidatos. «Hay veces que se tarda semanas y meses en encontrar a alguien, porque viene gente sin formación o con pocas ganas de trabajar», dice el presidente de los hosteleros, quien añade que el sector no tiene problema en formar a los que estén dispuestos a ello, pero lamenta que «la gente no quiere trabajar». Según él, son los propios candidatos los que dicen en las entrevistas que por ese dinero no trabajan, porque ingresan prácticamente lo mismo sin hacerlo. Respecto a la petición del Gobierno de incrementar sueldos, Fernández explica que «un salario neto de 1.100 o 1.200 euros le cuesta al empresario un 35 por ciento más, es decir, unos 1.700 euros».

El presidente de la patronal recuerda que esos salarios están pactados con los sindicatos en los convenios provinciales. Precisamente el de Valladolid se firmó en noviembre del año pasado después de tres años de bloqueo de las negociaciones. Las partes firmantes dijeron entonces que esperaban que las mejoras de las condiciones laborales recogidas en el texto sirvieran para hacer más atractivo el sector. Vista la situación actual, no parece que haya sido así.

Sueldos que van de 1.021 a 1.132 euros brutos al mes

El convenio de la hostelería firmado a finales del año pasado contempla, hasta el año 2026, una mejora de las condiciones salariales de los camareros de bares y restaurantes. Estos trabajadores están distribuidos en cuatro grupos, con el salario más alto para los que están en el primero y más bajo para los que están en el cuarto. Pues bien, en el presente año un camarero del grupo IV tiene un sueldo mensual de 1.021 euros brutos, es decir, 14.300 euros al año, ligeramente por encima del Salario Mínimo Interprofesional, fijado en mil euros al mes. Los profesionales del Grupo I cobran un poco más: 1.132 euros al mes (15.849 al año). Estas cantidades se irán incrementando progresivamente hasta el año 2026, último de aplicación de este convenio. Para entonces todas las categorías estarán unificadas, una de las condiciones por las que lucharon los sindicatos en las pasadas negociaciones. Así, todos los camareros de Valladolid tendrán un salario de al menos 1.206 euros brutos al año, es decir, 16.887 anuales.