Las obras de la integración se le atragantan a ADIF

M.Rodríguez
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El último incidente frena por un «error» la compra de carril para el 'by-pass' de mercancías. A esto se suman los problemas de suministro de hormigón que han paralizado los trabajos en el túnel de Andrómeda

Las obras de la integración se le atragantan a ADIF - Foto: Jonathan Tajes

Las obras que ejecuta el Administrador de Infraestructuras ferroviarias (Adif) en Valladolid, previstas en el proyecto de integración urbana del ferrocarril, suman un cúmulo de problemas y retrasos, que hacen que trabajos como el de la construcción de la Variante Este de Mercancías lleven más de doce años en marcha. Precisamente esta infraestructura, básica para el progreso del resto del proyecto de integración del ferrocarril, es la protagonista de un «error» que ha motivado la paralización de la compra de carril para la construcción del tramo pendiente desde 2013, cuando se paralizó por la crisis económica, que es el que enlazará con los nuevos talleres de Renfe, en el Páramo de San Isidro. 

La adjudicación de este contrato, licitado en septiembre del año pasado, queda en suspenso por un «error» en el presupuesto, fijado entonces en 5,8 millones de euros. El gestor ha decidido resolverlo con un «desistimiento» la adjudicación que preveía el suministro y transporte durante 12 meses de carril para el ‘by-pass’, que está ejecutado en un 77 por ciento, según informa la agencia Ical. Se trata de evitar posibles recursos de licitadores y el consiguiente retraso en la obra, según fuentes del gestor. Esta variante estaba previsto que entrará en servicio este año para acoger el paso de todos los trenes de mercancías, que representan el 25 por ciento del tráfico ferroviario actual de la estación de Valladolid-Campo Grande. Un compromiso que se adquirió por Adif y aparece en el convenio de colaboración para el desarrollo de las obras derivadas de la transformación de la Red Arterial Ferroviaria firmado el 20 de noviembre de 2017 por Adif, Adif Alta Velocidad, Renfe Operadora, Junta de Castilla y León y Ayuntamiento de Valladolid.

Este contratiempo no complica, según fuentes cercanas a Adif, los trabajos de montaje de la vía por la que circularán los mercancías porque la nueva licitación será «inminente». La Variante Este tiene 17,5 kilómetros y está diseñada para poder circular a 160 kilómetros por hora. La infraestructura, que cuenta con un viaducto de 1.130,5 metros (Los Tramposos) y un túnel de 2.192 metros, pretende dar continuidad, en ancho convencional y vía doble, a la línea Madrid-Hendaya, y, además, se empleará para el tráfico de mercancías. Además, es básica para facilitar el acceso al nuevo complejo ferroviario, donde se reubicarán todas los trabajos que se realizan en otros centros de Valladolid -a excepción de las vinculadas a la estación de viajeros-, incluido el nuevo taller de Renfe y la terminal de servicios logísticos, que sustituye a las instalaciones de La Esperanza, Argales y Redalsa. Un error que se amortigua por otro retraso reiterado: el del traslado de los talleres de Renfe. De hecho, hace unas semanas el alcalde de Valladolid lamento que está siendo más lento de lo deseado, pero matizó que «va con paso firme» y «en unos meses será una realidad».

Las obras de la integración se le atragantan a ADIFLas obras de la integración se le atragantan a ADIF - Foto: Jonathan Tajestúnel andrómeda. Otro proyecto que acumula numerosos contratiempos y retrasos es el del proyecto del túnel entre la calle Andrómeda y la plaza aviador Gómez del Barco. Un nuevo paso que se presentó en abril de 2105, cuando todavía era alcalde Francisco Javier de la Riva, y que desde entonces ha sufrido diversos cambios. Inicialmente el presupuesto era de tres millones de euros, se planteaba como alternativa a la supresión del paso en superficie de Rafael Cano y se anunciaba su puesta en marcha a finales de ese mismo año. 

Pero con el cambio de Gobierno municipal y del proyecto de soterramiento por el de integración ha sufrido varias modificaciones. Finalmente Adif aprobó en enero de 2018 la adjudicación del proyecto de construcción con un presupuesto de 6,1 millones y un plazo de ejecución de 18 meses, que no se cumplirá por distintas dificultades técnicas, como la presencia de conducciones de servicios, y de suministro. Esto último es lo que ha motivado la última paralización porque la empresa adjudicataria no encuentran una suministradora de hormigón que cumpla las características técnicas del proyecto, como reconoció el alcalde la pasada semana. Aunque desde las asociaciones de vecinos de Belén y Pilarica explican que, según les han informado fuentes oficiales, la obra la paralizó la consultora Ineco, que se encarga de auditar las obras para Adif, al detectar «deficiencias» en el suministro de cemento para la construcción de los muros pantalla. Además, apuntan que también han existido problemas con la dirección técnica de esta obra, que debería estar concluida antes de final de año.

Vecinos y comerciantes aseguraron que estas obras están causando problemas de movilidad tanto en Pilarica como en el barrio de Belén, además de perjuicios a los negocios colindantes. También apuntan problemas de seguridad por la «deficiente» iluminación de la zona de obras y el paso habilitado para los peatones. Tanto de la asociación vecinal de Belén como de Pilarica muestran su hartazgo y puntualizan que los trabajos están paralizados desde principios de diciembre. Y esta semana no se ha retomado la actividad aunque el alcalde apuntó la semana pasada que el problema se resolverá «en breve». Por eso han pedido una reunión con la subdelagación del Gobierno, aunque no se muestran optimistas porque dicen estar hartos de buenas palabras y «pocas soluciones».