La 67 Seminci reivindica el cine que "conmueve y remueve"

SPC
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La Semana Internacional de Cine de Valladolid arrancó con la alfombra verde pasada por agua, que no ha impedido que actores como Miguel Ángel Muñoz, Leonor Watling, Marta Hazas, Paco León o la cantante Amaia Romero desfilaran ante los fotógrafos

La 67 Seminci reivindica el cine que "conmueve y remueve" - Foto: Miriam Chacón (Ical)

 La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ha arrancado este sábado su 67ª edición con una programación que apuesta por el cine que "conmueve y remueve", y que "permite meditar sobre el mundo en el que vivimos y lo privilegiados que somos".

Así lo ha explicado la madrina del certamen, Macarena Gómez, durante la gala que ha tenido lugar en el Teatro Calderón de Valladolid, en la que la actriz ha puesto voz a las palabras del veterano director del festival, Javier Angulo.
"Tenemos muy claro, y más que nunca, que el cine es la mejor medicina, la gran vitamina, para combatir el pesimismo y el desencanto", ha leído Gómez en referencia a la crisis derivada de la invasión rusa de Ucrania ante una platea llena, ya sin restricciones por la pandemia de la covid-19.

Una carta dirigida a los espectadores y al séptimo arte en general, en la que Angulo ha destacado las historias llenas de sensibilidad y realismo, que tienen "como héroes anónimos a personas de todas las edades y nacionales, que ofrecen importantes lecciones de dignidad, generosidad y humanidad".

La celebración arrancaba una hora antes con la alfombra verde pasada por agua, que no ha impedido que celebridades como los actores Miguel Ángel Muñoz, Leonor Watling, Marta Hazas, Paco León o la cantante Amaia Romero se prodigasen en saludos y fotografías con los vallisoletanos.

También han posado los directores Félix Viscarret, el cineasta italiano Emanuele Crialese, el escritor Juan José Millás, la modelo Estefanía Luyk o el grupo Los Secretos, que han interpretado 'El Boulevar de lo sueños rotos'; así como otros miembros del tejido social vallisoletano: su alcalde, Óscar Puente; la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, o la subdelegada del Gobierno, Alicia Villar.

El toque de humor lo han puesto los presentadores Javier Veiga y Eva Marciel, mientras que el momento más emotivo ha tenido lugar en el 'in memoriam' que ha arrancado el aplauso del público con las imágenes de la novelista Almudena Grandes y los actores Verónica Forqué, Ana Lys o Juan Diego, para repasar las secciones en las que se van a proyectar más de 200 filmes y que tiene a Irlanda como país invitado.

De Eire no solo proceden dos largometrajes a la sección oficial - 'The Quiet Girl' y 'The Banshees of Inisherin' (esta última fuera de concurso)- y un ciclo con 25 títulos, sino que el festival va a contar con marcado acento gaélico por la presencia de Kate O'Toole como presidenta del jurado y por la entrega de la Espiga de honor al cineasta dublinés, Jim Sheridan, en la ceremonia de clausura.

El resto de Espigas de honor recae en la actriz Victoria Abril, el director Fernando Colomo, el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón, el productor Andrés Vicente Gómez, que recogerán su galardón el martes en la gala del cine español; el actor Antonio Resines que recibirá su premio en la clausura; y el realizador berciano Chema Sarmiento, que lo hará el lunes en la gala dedicada al cine de Castilla y León.

Prohibición e identidad

La 67 edición de la Seminci ha arrancado con las proyecciones 'No mires a los ojos' del director navarro Félix Viscarret y 'L'Immensità' (fuera de concurso), del italiano Emanuele Crialese, que abordan la tentación de lo oculto y la construcción de la identidad, respectivamente.

En el filme de Viscarret, Damián un hombre solitario y algo excéntrico acaba en el armario de la casa de Leonor Watling y Álex Brendemühl, donde actúa como un fantasma y cuya mente conversa con un presentador de telerrealidad que interpreta Juan Diego Botto y con Iñaki Gabilondo, que se interpreta a sí mismo.

Una cinta que se basa en una novela de Juan José Millás, mientras que 'L'Immensità' es un trasunto de la juventud de su director, que se centra en la relación que tienen Clara (Penélope Cruz), atrapada en un matrimonio sin amor, pero que no puede separarse de su marido Felice (Vicenzo Amato), y su hija Adriana, que desea que se le trate como un chico en la Roma de los 70.

Es el quinto largo de Criasele, y el último en más de una década, desde las premiadas 'Nuovomondo' (2006) y 'Terraferma' (2011), quien ha insistido en que la película no es una crónica de sus memorias, sino que se trata de una representación de "su álbum de fotos" personal, en el que los actores más jóvenes aprendían de manera lúdica sus papeles, según informa Efe.

El cineasta romano ha justificado la elección de Cruz en que "es una figura femenina arquetípica, que puede ser la mujer de ayer, hoy y de mañana" por su feminidad, su espíritu materno y una mirada misteriosa, porque en palabras del director "no hay que desvelar todo".