El coche robótico se hace realidad en Valladolid

D.V.
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GMV trabaja desde Boecillo en el software de posicionamiento preciso para el vehículo autónomo

El coche robótico se hace realidad en Valladolid - Foto: Rubn Cacho ICAL

La empresa GMV, que cuenta con dos instalaciones en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), trabaja en el desarrollo del software de posicionamiento preciso para el vehículo autónomo de BMW aunque también proporciona esta misma tecnología a otros fabricantes de automoción como Renault, a través del proyecto que lidera la empresa del rombo con el Programa Tecnológico de Automoción Sostenible (PTAS), financiado con los fondos europeos. "Todo indica que el vehículo autónomo con un nivel tres y nivel cuatro de autonomía, con capacidad para tomar decisiones y llevarnos de origen a destino durante buena parte del viaje será una realidad antes de que acabe la década", aseguró el director general de Sistemas Inteligentes de Transportes de GMV, Miguel Ángel Martínez. 

El centro de la compañía cuenta con un equipo especializado en ingeniería de software de automoción, que es un elemento "indispensable" para el vehículo autónomo y conectado. En concreto, GMV proporciona un elemento fundamental que es el sistema que permite posicionar con una "alta precisión" el vehículo autónomo. Una información que se proporciona con una alta fiabilidad al navegador autónomo, que es el encargado de tomar las decisiones de conducciones. "Antes de adoptar una decisión en un sentido u otro, necesita conocer con precisión su posición y confiar en la información que recibe para estar seguro de que la decisión que adopta es fiable y adecuada", explicó hoy Martínez durante la visita de la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, a sus instalaciones de Boecillo, informa Ical.

Se trata de una tecnología patentada, que se aplica de manera pionera en un proyecto para el vehículo que lanzará próximamente BMW. Un coche eléctrico y autónomo, con un nivel "alto" de autonomía. Pero la compañía también trabaja para proporcionar esta tecnología a Renault a través del PERTE que ha presentado para optar a los fondos europeos. Y es que una de las ayudas es la conducción autónoma y la movilidad conectada, además del desarrollo de componentes y plataformas para vehículos eléctricos, híbridos enchufables y propulsados por hidrógeno y la adaptación de los entornos productivos con sistemas seguros y robustos para la interacción persona-máquina en el entorno fabril inteligente, dirigido a la fabricación de componentes y sistemas para el vehículo eléctrico, híbrido enchufable y propulsado por hidrógeno.

El funcionamiento de esta tecnología, según la información recopilada por la Agencia Ical, requiere recoger todos los datos por la red de estaciones que ha desplegado GMV por todo el mundo y que permite adquirir la información necesaria para luego procesarlas, generar los datos que luego se transmiten al centro de procesado de BMW y que, por último, distribuirá a los vehículos cuando el servicio se ponga en red. "El software de posicionamiento preciso hace uso de los datos que ofrecen los sensores integrados en el vehículo, los manipula y calcula una posición con un nivel de precisión de 20 o 30 centímetros y un nivel de seguridad que permite que el coche sepa en el carril que va y no se va salir de él con un nivel de probabilidad muy bajo", apuntó una de las responsables del proyecto de GMV 

Además, GMV trabaja en el software de ciberseguridad del vehículo autónoma para evitar que se hackee de forma remota y, por tanto, tal y como señaló el director general de la empresa, interferir en la toma de decisiones con un objetivo "malicioso".