Las 400 canteras mineras dan empleo a más de 4.000 personas

SPC
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Los productores defienden que es una actividad con recursos endógenos de «difícil deslocalización»

Las 400 canteras mineras dan empleo a más de 4.000 personas - Foto: Pinacal ICAL

El sector extractivo de rocas y minerales industriales está de moda en la Comunidad. No ha salido muy perjudicado durante la pandemia, en términos relativos, y lucha por obtener el sello de la Piedra Natural de Castilla y León, pendiente de su desarrollo, después de que las Cortes lo reconocieran, y que pondría aún más en el mapa estos productos. Se trata de una actividad primaria que ha crecido durante la pandemia, con recursos endógenos de «difícil deslocalización» en países emergentes, tal y como explica a Ical el gerente de la Asociación de Productores de Piedra Natural de Castilla y León (Pinacal), Aurelio de Grado.

Castilla y León contabiliza en la actualidad unas 400 canteras de rocas y minerales industriales, que superan los 4.000 empleos directos, aunque podrían ser medio millar más si se consideran la extracción y la primera elaboración, apunta De Grado, y una producción superior a los 15 millones de toneladas. En el actual escenario global de crisis de materias primas, escasez de productos y encarecimiento del transporte marítimo, De Grado destaca que la Marca Piedra Natural de Castilla y León será un impulso para el producto «de aquí». «Habría que tener en cuenta que la empresa que compra piedra de Villamayor ahorra emisiones de CO2 porque el transporte en barco se ha multiplicado por diez y ya no es rentable traerlo de China. Hay que poner el foco de nuevo en el mercado nacional, que antes era más caro pero mejor». «Ahora es más barato y sigue siendo mejor», insiste.

De Grado señaló que un sector que con el carbón «ha pagado el funeral más caro de la Historia de España», ahora debe apostar por lo nacional y por Castilla y León. «Tengo una buena impresión de cómo ha evolucionado con la pandemia, pues al faltar producto importado muchos transformadores se han dado cuenta de la calidad y el reconocimiento local», destacó.

En todo caso, y a pesar de la buena visión general del sector en pandemia, De Grado admite que los áridos y hormigones «han visto la otra cara de la moneda», con una caída de la demanda del 50 por ciento. «Lo ha notado bastante», expuso. En este sentido, subrayó que Castilla y León cuenta con empresas líderes en sus sectores, que exportan un gran porcentaje de sus ventas, que ha motivado unos resultados en general óptimos. 

Todo ello, lamentó, a pesar de declaraciones «pseudoecologistas y comentarios fáciles» que ponen en riesgo proyectos para el medio rural de este tipo de minería de rocas. A su juicio, la Ley de Minas «ha funcionado muy bien en las últimas décadas» y afeó la posición, «desde la barrera», de un «jubilado que quiere ir a la era donde trillaban sus abuelos y verlo igual, en lugar de una actividad económica con efecto arrastre y con recursos endógenos en la zona».

Un sector para fijar población en las zonas rurales

Aurelio de Grado remarcó que la minería en Castilla y León, tras el año de pandemia, es una «actividad económica del máximo interés», pues fija población en el medio rural gracias al empleo directo e indirecto. «Es preciso que en el capitulo de rocas ornamentales se tenga una consideración especial con las piedras autóctonas para la realización de pavimentos urbanos, edificios oficiales financiados con los impuestos de todos los castellanos y leoneses y sobre todo dar una ayuda administrativa a las canteras en el marco de críticas negativas sin sustento técnico, científico ni administrativo», explicó. La minería ocupa en 2021 el 0,1 por ciento de la superficie autonómica. «Somos más grandes que Portugal, con más de 2,4 millones de habitantes… Pueden convivir la actividad y el ecologismo. En Madrid también hay canteras y la gente sigue funcionando», ejemplificó. ; León, con 50 canteras y más de 2.000 trabajadores, 1.800 de ellos del sector de la pizarra, es la provincia más pujante del sector.