La fiebre festivalera se reactiva

P. Velasco
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Castilla y León espera un verano «de absoluta normalidad» en más del medio centenar de eventos musicales previstos tras dos años de parón por la covid. Un revulsivo para el turismo de zonas rurales como ocurre con Sonorama Ribera en Burgos o Huercas

Imagen de una edición anterior del Sonorama Ribera - Foto: Alberto Rodrigo

Hay ganas de música, de bailar, de estar en la calle, de disfrutar con los amigos con los que no has podido juntarte en los dos últimos años tras la aparición de la covid. Y el medio centenar de festivales que ya están previstos en las diferentes provincias de Castilla y León para este verano parecen una buena opción para recuperar el tiempo perdido. Tras dos años de cancelaciones, celebraciones 'on line' y conciertos con aforo, las restricciones dan un respiro a los organizadores de estos eventos de música que confían en que este sea su verano y Castilla y León está más preparada que nunca para aprovecharlo. «Está todo reactivado, con todos los eventos lanzados y con una respuesta por parte del público de absoluta normalidad», asegura el presidente de la Asociación de Festivales Musicales de Castilla y León, Jesús Marcos Andrés, que también se encuentra al frente de Intro Music Festival en la provincia leonesa.

El más de medio centenar de citas que se han ido consolidando en la oferta de nuestra Comunidad a lo largo de los años están más que listos para dar el pistoletazo de salida a un verano que se presenta más «bailable» que nunca. Este fin de semana ya arranca una de las citas destacadas del panorama musical con Palencia Sonora, al que seguirán otros destacados como Vintoro en Zamora o Conexión Valladolid. En julio la música no parará con oferta prácticamente todos los fines de semana y distribuida por todas las provincias y estilos musicales. Músicos de la Naturaleza en Ávila, Huercasa Country Festival en Segovia, el Festival de Blues en Béjar (Salamanca) o el Soria Rock son algunos de los eventos a los que los años y la implicación de los organizadores han consolidado en el calendario festivalero, pero a estos se suman otros como Motor & Mountain en León, La Madre Festival en Burgos o Galleta Rock Fest en Aguilar de Campoo (Palencia). 

Para los amantes de los festivales marcado en rojo estará la cita de agosto en Aranda de Duero (Burgos). Sonorama Ribera, para muchos el «padre» del boom de estos tipos de eventos en la Comunidad, ha conseguido colocar a la villa burgalesa entre el top 10 de los destinos de festivales más importantes de España. La cita celebra sus 25 años con la recuperación de los conciertos en la plaza del Trigo y la vuelta a la normalidad en el resto. «Hay un principio desde su puesta en marcha y la respuesta del público ha sido muy buena», señala Jesús Marcos Andrés.

Reconoce que la Comunidad cuenta con una oferta muy amplia de opciones y de formatos diferentes, con precios asequibles e incluso muchos con acceso gratuito. «Afortunadamente se mantienen la mayoría de eventos que se celebraban antes de la pandemia, aunque hay que contabilizar alguna baja», detalla el responsable de los festivales, que destaca que muchos se adaptaron como ciclos durante la covid y han preferido mantener este formato.

Reivindicaciones

Este colectivo que reúne a los representantes de los festivales con más tirón de Castilla y León se puso en marcha durante la pandemia, aunque Marcos reconoce que llevaban ya tiempo en contacto para formar un grupo único desde el que trasladar sus reivindicaciones a las instituciones públicas y que no han cambiado tras la crisis sanitaria: más ayudas públicas y más compromiso para su sector, ya que sienten que no se valora lo suficiente. Y recuerda que ellos son los responsables del turismo y de muchos de los ingresos que los municipios donde se celebran estos festivales tienen durante el verano. «Generamos riqueza en los pueblos, ya no solo con los visitantes sino también con todo el personal que movilizan este tipo de eventos», concluye.