'La divina comedia', publicada por Dante hace 550 años, es en palabras de María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura, "la primera gran novela de aventuras de la Edad Media" y "posiblemente" la más importante desde 'La odisea' de Homero. "Podemos verla como una novela de ciencia ficción en la que Dante hace un viaje al más allá, donde se va encontrando a una serie de personases y figuras, desde el pasado hasta sus contemporáneos, amigos y enemigos, como si visitara el almacén o la colección de un museo", resume.
Con ese punto de partida conceptual se ha desarrollado la exposición 'El museo como divina comedia. En torno a Dante', inaugurada hoy en el Rincón Rojo del Colegio de San Gregorio, en Valladolid, donde permanecerá hasta el próximo 1 de mayo. La muestra reúne un total de 14 piezas, todas ellas procedentes de los fondos del Museo Nacional de Escultura, muchas de las cuales no habían sido exhibidas antes en público.
"El carácter multitudinario que tienen los cielos, infiernos y purgatorios que visita Dante encaja muy bien con una colección artística. Eso nos animó a presentar una serie de piezas con un hilo argumental muy consistente, con obras que a veces no tienen encaje en otro tipo de proyectos, pero que con motivo de esta iniciativa veíamos que dialogaban y engarzaban muy bien", señaló.
La muestra inaugurada hoy transita por cuatro territorios (Cosmos, Infierno, Purgatorio y Paraíso) que evocan, a través de catorce obras, algunos de los elementos de pensamiento sobre los que Dante concibió sus cantos. Para abrir el recorrido, se contraponen dos libros antagónicos que simbolizan la mirada poliédrica que se ha lanzado a lo largo de los siglos sobre 'La divina comedia'. Por una parte, una edición decimonónica de la comedia ilustrada con dibujos "súper delicados" por John Flaxman que ha sido adquirida para el Museo por la Fundación de Amigos, y por otra la edición del texto que Círculo de Lectores encargó ilustrar a Miquel Barceló por su XL aniversario, que "transmite una sensación de abandono y oscuridad" totalmente contrapuesta.
La exposición reúne también obras como una esfera armilar italiana, las tallas 'Bajada de Cristo a los infiernos' de Fray Rodrigo de Holanda y 'San Agustín de Hipona' de Alonso Berruguete y las esculturas en yeso 'Saturno' de Amtonio Maza y los 'Niños cantores' de la Cantoría de la Catedral de Palencia firmados por José Trilles.
Epígono medieval
"Siempre se ha dicho que Dante, Petrarca y Boccaccio son los grandes introductores del Renacimiento, pero en el caso de Dante bien podríamos verle como un epígono del pensamiento medieval, ya que reúne todo el conocimiento científico que estaba surgiendo en las diferentes universidades al final de la Edad Media y lo lleva a la sociedad de su tiempo con una apuesta transversal. Conoce bien la cultura clásica y además también anuncia los tiempos que están por venir", recalcó el subdirector del Museo, Alberto Campano.
Para él, la "obra cumbre" de Dante propone al lector "un viaje espiritual, físico e imaginario" a lo largo de los tiempos, del mismo modo que la colección del Museo busca un propósito similar. En ambos casos, apuntó, se insertan dentro de una "cosmovisión occidental", donde según Harold Bloom "Shakespeare era el centro pero Dante es uno de sus ejes capitales".
La exposición, según detalló Bolaños, es una forma más para sumarse al séptimo centenario del fallecimiento de Dante, "un gran acontecimiento italiano y europeo". En sus declaraciones, recogidas por Ical, la directora recordó que el Museo Nacional de Escultura participa en la "ambiciosísima, muy completa y maravillosa" exposición 'Inferno', abierta hasta el próximo 9 de enero en los Establos del Quirinale en Roma, donde colabora en el comité científico, en el catálogo y con el préstamo de tres piezas que cumplen en la muestra "un papel nada secundario", ya que "introducen secciones muy importantes": 'La muerte' de Gil de Ronza, 'Las tentaciones de San Antonio abad de Jan Brueghel y la pieza anónima 'Diablo', fechada en el siglo XVIII.