Ni en sus mejores sueños de infancia en Valencia podría imaginar Carlos Soler que debutaría con gol en un Mundial. Disfruta su momento, parte de un vestuario donde conviven varios de los mejores jugadores del mundo en el PSG, y es un fijo para el seleccionador Luis Enrique.

¿Le da tiempo a pararse a pensar en lo que ha cambiado su vida en unos meses?

La verdad es que sí. Siempre he vivido en Valencia, estaba muy feliz pero es una época de cambio. Fui a París y estoy muy contento. Me costó entrar con la adaptación. Ahora estoy más integrado y estar en un Mundial con mi selección es lo más grande.

Si nos dicen que imaginemos un debut soñado en el Mundial, habría sido difícil dibujar lo ocurrido ante Costa Rica. Sin embargo, nada más acabar, llamó a la calma.

Entendí que la afición y el ambiente alrededor de la selección estos días iban a ser con mucha euforia y optimismo. Está bien tenerlo, ya lo había antes y ahora mucho más, pero cabeza fría. Hay que pensar que es un primer paso y quedan muchos. 

¿Hay una nueva generación que compite con una liberación mental tremenda. ¿Cómo lo consiguen?

Al final, nosotros no nos fijamos en Mundiales previos, solo en el rival que tenemos delante y sobre todo en lo que nosotros podemos realizar en el campo. Es importante ese descaro de los chicos jóvenes. No tener miedo al error es algo que te ayuda.

Se dice que no tenemos una estrella y no que es más importante ser un equipo

Quizá no tenemos esa estrella que sobresalga, pero lo que nos transmite el míster es que somos un grupo donde todos somos importantes y los 26 tenemos posibilidades de jugar. Es lo más importante, que nos sintamos partícipes y podamos ayudar dentro del campo y, si no se juega, ayudar lo máximo fuera.

¿Con qué selección o con qué jugador no quiere cruzarse?

Me da igual, hay que ganar a todos. Hay muchos jugadores muy buenos. Veo entrenar a diario a Mbappé, Neymar o Messi y los disfruto mucho. Son jugadores diferenciales, letales ante la portería.

¿Qué aprende de ellos?

Las ganas que tienen de seguir mejorando sus números. Son máquinas que si meten un gol al siguiente partido quieren meter dos. Ese afán de superación es clave.

¿Ve a Mbappé como el jugador del Mundial?

Es muy joven, tiene un futuro magnífico. En este Mundial le deseo lo mejor hasta que se cruce con nosotros.

Dijo que España no tiene una estrella pero sí un referente. Todos buscan a Pedri.

Intentamos que por los medio centros e interiores pasen muchos balones. Ante Costa Rica pasaron muchos con efectividad. En esta selección todos quieren el balón, nadie se esconde. 

La España de Luis Enrique, ¿protección o protagonismo?

El míster es muy inteligente y lo hace muy bien, quiere lo mejor para el grupo y él no miente. Si a la prensa le dice que todos son importantes y cualquiera puede jugar es verdad, te lo crees porque ha demostrado que es así. Recuerdo que ante Suiza jugaron 11 y al siguiente partido cambió a nueve. Es algo que te mantiene enchufado y pendiente, no desconectas en entrenamientos, porque si estás bien te pone de titular. Le estamos agradecidos.

¿Podemos soñar con ser campeones?

Sí. Ahora, con optimismo, vamos a por el Mundial.