Desde hace unas cuantas semanas, andan los ánimos bastante revueltos por Arroyo de la Encomienda a cuenta del desprecio que hace la Junta de Castilla y León a sus alumnos, obligándoles a repartirse por media docena de institutos de Valladolid para poder seguir estudiando una vez que finalizan la etapa ESO. En el que será en breve el segundo municipio más poblado de la provincia, solo por detrás de la capital vallisoletana, resulta que no hay bachillerato. Más de 22.000 vecinos –de los que una cuarta parte son menores de 18 años– y resulta que sus chavales deben buscarse la vida a los 15-16 años para seguir estudiando, como si Arroyo fuese un enclave de montaña  con media docena de adolescentes...
La Consejería de Educación defiende que tienen plazas en los institutos de Valladolid, que el bachillerato ya no es una educación obligatoria... pero la cruda realidad es que ni sumando todas las vacantes que ofrecen los seis centros más cercanos (los de los barrios de Parquesol, La Rubia y Arturo Eyries) se cubre la demanda anual de una localidad que este mes de junio entregará el título de ESO a unos 120 alumnos y que el próximo año lo hará a más de 170.
Este es un problema que no tienen Laguna y Medina del Campo, también de más de 20.000 habitantes, y que cuentan en ambos casos con dos institutos completos. También hay dos IES con bachillerato en Tordesillas y hasta uno en Tudela de Duero.
Resulta ridículo hasta escribir que uno de los diez municipios con mayor crecimiento demográfico de España en las dos últimas décadas solo tiene un instituto de educación secundaria obligatoria (IESO) y dos clases en un colegio que se convirtió en CEO(centro de educación secundaria obligatoria) hace tres años para intentar dar respuesta también a la enorme demanda de plazas que hay al acabar la etapa de Primaria y que incluso así obliga a menores arroyanos a irse fuera a cursar la ESO.
Así que la noticia no es que Arroyo pida la implantación de estudios de bachillerato, no nos equivoquemos. Aquí la noticia es que Arroyo necesita bachillerato y todo lo que no sea que la Consejería se ponga ya a trabajar en una solución –primero temporal y cuanto antes, en forma de ampliación del IESO– sería una desfachatez. La Junta está yendo siempre tarde con la educación (y la sanidad) en este municipio que también sabe protestar.