UGT y CCOO salieron a la palestra ayer para expresar su descontento con el proceso de liberalización horaria que se está produciendo en Valladolid. El representante de UGT en el sector, Orlando Aranzana, aseguró ayer en rueda de prensa que es «suficiente» con las 90 horas a la semana durante las que se permite abrir y con los cuatro domingos al año. Además, recordó que hay un convenio vigente hasta finales del año que viene y criticó a la Administración «por establecer unas reglas del juego sin contar con los trabajadores».

Aranzana compareció acompañado por su homólogo en CCOO, Luis Sáez, quien definió la situación actual como un «aquelarre de políticos» que quieren «desregular el sector para que al final la cuota de mercado se traslade a los grandes almacenes». El representante de CCOO dijo que el 95 por ciento de los trabajadores del sector pertenecen al pequeño comercio y acusó a las grandes superficies de fomentar «el trabajo precario».

Por eso, y ante las diversas solicitudes de los últimos días, CCOO y UGT iniciarán una recogida de firmas entre los propios comerciantes y los clientes para sumar apoyos contra esta medida.

Tanto UGT como CCOO opinan que abrir todos los domingos del año «no incrementa las ventas, porque el dinero es el mismo». En su opinión, el efecto que tendrá es trasladar esas compras de los días del resto de la semana al domingo, con el consiguiente perjuicio para los pequeños comerciantes, a los que, según ellos, no les compensa abrir.

Respecto a la negociación del próximo convenio, tanto Aranzana como Sáez se mostraron dispuestos a revisar la cifra de domingos de apertura permitida para el pequeño comercio, pero siempre que se justifique con una mínima posibilidad de ventas. Es decir, se oponen a «abrir por abrir». También reclaman la correspondiente compensación para los trabajadores en tal caso.

«Yo también quiero que el Ayuntamiento, la Diputación y los bancos abran en domingo, y seguro que si hacemos una encuesta la mayoría de la gente también», ironizó Sáez.

Aranzana también señaló que ya se han presentado «más de diez» denuncias ante la Inspección de Trabajo por el incumplimiento del convenio.