Carlos García Román afronta sus terceras fiestas patronales honor a San Cipriano como alcalde. Lo hace como todos los años, con ilusión, con ganas de diversión y con la preocupación necesaria para que todo salga lo mejor posible.

¿Cómo se presentan las fiestas este año?

Con normalidad con expectativas de que todo salga bien. Ya está en la calle el ánimo de las fiestas, que representan un buen arranque de año y son días de alegría. Las fiestas son lo mejor que le puede ocurrir a un pueblo.

¿Se respira ya ambiente de fiestas?

Estamos ya inmersos en el ambiente de peñas, que se están preparando. Hemos repartido los pañuelos y ahora estamos trabajando en los últimos detalles. Siempre queda algo y en eso estamos trabajando.

¿Cómo lo viven las peñas?

Las peñas lo viven siempre con unas ganas enormes y ahora tienen ganas de que empiece. Antes, habían algún tipo de avance de fiestas, pero ahora lo hemos prohibido porque se hacían con lonas y material inflamable y luego además era difícil que se recogiera. Ahora se ha intentado hacerlo todo de una forma más legal y las peñas están en casetas de obra.

¿Cómo se elabora el programa?

El eje fundamental del programa lo pone el Ayuntamiento, pero luego desde el mes de mayo se habla con las peñas para ver qué aportaciones puede hacer. Se estudian para ver si son viables económicamente y en el caso de que se puedan hacer se incluyen en el programa.

¿Cuáles son los platos fuertes?

Este año vamos a repetir el domingo el encierro a caballo, que tuvo mucha aceptación el año pasado. Pero este año sobre todo se ha reforzado todo lo relacioando con los niños. Se ha programado un encierro infantil y actividades de globoflexia y el día 16 también están previstos hinchables durante gran parte del día. Ese será realmente el plato fuerte, porque cuando se lo pasan bien los niños nos lo pasamos bien los demás.

¿Con qué presupuesto cuenta para las fiestas?

Ha crecido un poco con respecto al año pasado, pero ha bajado en un 45 por ciento respecto a los años de mayor gasto. No queda más remedio que quitar todo lo relacionado con los encierros urbanos por las calles.

El hecho de que coincida con la Virgen de San Lorenzo, ¿influye para que haya menor afluencia desde la capital?

Esperemos que no reste, pero seguro que algo sí que quitará. Es muy difícil competir con Valladolid.

¿Cómo lo vivirá el alcalde?

Como uno más. Con los amigos. Con la preocupación de que todo salga bien, pero disfrutando también

¿Un deseo para las fiestas?

Que todos los vecinos se lo pasen bien.