Puente blinda la integración y Carnero se enroca en soterrar

M. Rodríguez
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El ministro de Fomento exige al alcalde que decida entre integrar o disolver la sociedad VAV porque reitera que no habrá soterramiento. Por su parte, Carnero mantiene su apuesta por el soterramiento y propone un informe independiente

Reunión del Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad - Foto: Miriam Chacón / ICAL

La unión entre Ayuntamiento, Junta y Ministerio de Transportes que propicia la sociedad Valladolid Alta Velocidad (VAV) está a punto de saltar por los aires. Esta sociedad es la encarga de pilotar la ejecución del proyecto de integración, según figura en el convenio a tres bandas que se firmó en 2017, cuando se descartó el de soterrar las vías por su inviabilidad económica. Y la petición del Ayuntamiento y la Junta de recuperar esta alternativa ha motivado un ultimátum del ministro de Transportes, Óscar Puente. "Sólo es viable la integración o disolver la sociedad VAV. El soterramiento es una entelequia", aseguró.

El ministro planteó este "divorcio" después de la reunión del consejo de administración de la VAV y la presentación a medios de comunicación y colectivos sociales y económicos de un informe de Adif que cifra el coste de soterrar en 1.570 millones y fija un plazo de ejecución de entre 17 y 19 años. El mismo informe rebaja el coste total de la integración a 350 millones y un plazo de ejecución de entre cinco y seis años. "El alcalde debe tomar la decisión de lo que quiere hacer. Si quiere seguir con el soterramiento se debe disolver la VAV. No estoy dispuesto a más juegos". Puente se mostró contundente e incluso ofreció un divorcio amistoso. "Seríamos generosos en la liquidación y se lo pondríamos fácil para que no salga dañado económicamente".

Un informe que el alcalde ha conocido esta misma mañana, algo que  ha motivado su enfado, y que calificó "de parte". Jesús Julio Carnero no acepta el ultimátum de Puente y reitera hoy mientras siga siendo alcalde seguirá apostando por el soterramiento. "No quiero ni integrar ni disolver la VAV. Quiero estar en el diálogo. No vamos a arrojar la toalla. Y si es necesario valoraremos financiarlo nosotros", comprometió. Aunque antes ha solicitado a la VAV una "segunda opinión" mediante un informe "independiente", ya que denunció que es conocido que Adif no cree en los soterramientos. "Ya sabíamos que era un camino largo y costo, pero así son los grandes proyectos y sin ellos no se evoluciona hacia sociedades más modernas", apostilló.

La duda ahora es qué va a pasar. El alcalde apunta que se abre un "periodo de reflexión" y el ministro no ha puesto fecha a la decisión porque reiteró que Valladolid le importa mucha, "pero ahora yo no decido por Valladolid". Eso sí, lo que está claro es que tendrá que haber un nuevo consejo de administración de la VAV porque en el celebrado hoy ni tan siquiera ha existido acuerdo para aprobar el presupuesto de este año. Además, sobre la mesa hay proyectos de nuevos pasos que están pendientes de adjudicar.