El BM Atlético Valladolid, ya con nueva directiva desde la pasada semana, continúa trabajando para tener un equipo en la División de Honor Plata. Ya es público que su principal, y parece que única, opción pasa por quedarse con la plaza del Pozoblanco, conjunto cordobés que ha descendido deportivamente hablando pero que ocupará el sitio del desaparecido BM Valladolid. Con lo que ahora el Atlético Valladolid se encuentra en manos de un club que, en principio, no quería seguir en la segunda categoría del balonmano nacional.

Por el momento, las dos personas que están al frente de la entidad deportiva vallisoletana, Juan Carlos Sánchez-Valencia y Antonio Garnacho, no quieren hacer declaraciones públicas. Prefieren trabajar en silencio y dar las oportunas explicaciones al finalizar las negociaciones.

El Atlético Valladolid, que fue fundado a primeros de junio por varios exintegrantes del mítico Michelin, como Juan Molina o Manu Martín, cuenta con muchas personas involucradas en el mundo del balonmano de la ciudad, que aspiran a formar un proyecto de y para Valladolid.

El primer paso es esa negociación abierta con Pozoblanco, que ahora tiene que responder si acepta el ofrecimiento de un Atlético Valladolid que la semana pasada solicitó una plaza en Primera Nacional -por futuras posibilidades-, aunque aún no ha decidido si saldrá en dicha categoría -la tercera del balonmano nacional- si desde tierras cordobesas se responde con una negativa.