El Banco de Alimentos recoge más de 225.000 kilos en dos días

Óscar Fraile
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Un particular cede dos naves de mil metros cada una en Argales para guardar toda la comida de la Gran Recogida · El reparto de leche pasará de uno a tres litros por persona cada mes

Miles de kilos de comida están almacenados en las instalaciones que el Banco de Alimentos de Valladolid acaba de estrenar en Vázquez de Menchaca, en el polígono de Argales. - Foto: J. Tajes

La historia de la Gran Recogida organizada el pasado fin de semana por el Banco de Alimentos es la historia de las personas. La de la señora que se fue al supermercado, como hace todos los meses, y llenó tres carros de comida para dársela a estos voluntarios. O la de ese padre de familia, «que estaba más para recibir ayuda que para ayudar», pero que logró guardar unos euros para colaborar con la gente que lo está pasando peor que él. La Gran Recogida del Banco de Alimentos también es la historia de las personas que están más desahogadas y que no tienen ningún problema en gastar más de mil euros en comprar comida para los demás. También la de la anciana que llamó a los voluntarios para que la ayudasen a llevar todas las bolsas que había comprado porque no podía con ellas.

Y más historias. Muchas más. Las de todos los voluntarios que dedicaron el fin de semana a trabajar de forma desinteresada. Los que recogieron la comida de los supermercados, los que la repartieron, los que hicieron las fotos, los administrativos... niños, adolescentes, abuelos.

Todo un operativo para conseguir que el Banco de Alimentos recogiera este fin de semana más de 225.000 kilos y haya superado con creces el objetivo de los 200.000 que se había marcado.

Las naves se quedaron pequeñas para almacenar la comida.Las naves se quedaron pequeñas para almacenar la comida. - Foto: J. Tajes No es la primera vez que Valladolid da una respuesta tan contundente a una petición de ayuda de esta fundación, aunque resulta difícil dejar de sorprenderse por esta masiva movilización social. Al menos es complicado para el presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Jesús Mediavilla. «Está claro que cuanto más difícil es la situación, más solidaridad demuestra la gente», asegura.

Tanta, que ha habido que hacer una importante labor de logística en los últimos días para poder almacenar todos los alimentos donados. «Hemos tenido que vaciar las tres naves que los militares nos habían cedido en La Rubia», explica Mediavilla. Un contratiempo que les ha obligado a buscar un nuevo almacén.

Y ahí es donde nace otra nueva historia. La de un empresario anónimo que ha cedido una nave de mil metros cuadrados al Banco en la calle Vázquez de Menchaca, en el polígono de Argales, y le ha alquilado otra de la misma superficie a un precio simbólico. Y allí está gran parte la comida recogida.

La labor de los voluntarios ha sido fundamental.La labor de los voluntarios ha sido fundamental. - Foto: J. Tajes Durante estos días los voluntarios están haciendo inventario conscientes de que aún no han llegado todos los alimentos. No en vano, Mediavilla explica que ha tenido que pedir a algunos supermercados que guarden durante unos días todo lo recogido en su almacén hasta que el Banco tengan sitio para guardarlo. Por eso ayer todavía se podía ver en los supermercados alguna bañera, que es el término que se utiliza para referirse a las grandes cajas de cartón llenas de entre 500 y 800 kilos de comida.

Ayer tenían unas 50 en las instalaciones del polígono de Argales. A partir de ahí, los voluntarios separan la comida en cajas más pequeñas, de 16 kilos. «Las lentejas con las lentejas, los garbanzos con los garbanzos, y así hasta ordenar todo», puntualiza el presidente del Banco. Por supuesto, al hacer el inventario se tiene en cuenta la fecha de caducidad, un criterio muy importante a la hora de repartir.

Cabe destacar que los vallisoletanos han tenido muy en cuenta las necesidades del Banco, que hace semanas hizo un llamamiento para recibir, por ejemplo, leche entera, aceite y conservas, entre otras cosas. «Ha ido fenomenal, el 80 por ciento de lo que nos han donado son alimentos que habíamos pedido», recuerda Mediavilla.

Una de las consecuencias de haber cumplido este objetivo es que el reparto de leche se incrementará de uno a tres litros por persona y mes. «No sabemos durante cuánto tiempo lo podremos hacer, porque las existencias irán bajando, pero yo espero mantenerlo en el futuro con otras acciones», señala. La Gran Recogida ha hecho que el Banco de Alimentos rebase con creces los dos millones de kilos de comida repartida que se había marcado como objetivo para este año. «Vamos a superar los 2,2 millones», concluye Mediavilla. Y añade un gracias. Un gracias con mayúsculas.