Rubi y su Real Valladolid se encuentran inmersos de lleno en la primera crisis de la temporada. El noviembre negro que ha vivido el equipo en cuanto a resultados (un triunfo en cinco partidos) se cerró el sábado con la dolorosa derrota en Leganés, ante un conjunto que estaba en puestos de descenso y que desnudó las carencias de los blanquivioleta.

El cuadro pucelano no ha podido ganar en las cuatro últimas jornadas, en las que solo ha sumado dos de doce puntos posibles, gracias a los empates en Miranda y Sabadell. En estos cuatro partidos, los de Rubi solo han conseguido anotar un gol, el de Óscar Díaz ante Las Palmas. Y han visto cómo equipos como Betis y Zaragoza ya están echándole el aliento en la nuca -y eso que estaban en crisis ya y han tenido relevos en sus banquillos-.

El Real Valladolid que, tras doblegar al Girona en el José Zorrilla, parecía haber encontrado su camino hacia el ascenso, lo ha perdido a base de resultados. Los dos empates consecutivos desvelaron ciertas carencias ofensivas, ya conocidas tras la lesión de Roger pero suplidas con el acierto de Bergdich, Mojica o Jeffren. Las lesiones en la zaga obligaron a introducir nuevos nombres, que han mantenido la sobriedad pero no la eficacia cuando se era el conjunto menos goleado.

Ahora, al cuadro blanquivioleta le hacen más ocasiones que antes. Basta ver el encuentro ante el Leganés, con dos postes y varias intervenciones de Javi Varas antes del 1-0.

Pero quizá el mayor problema es la ausencia de reacción tras un revés. Se vio el día de Las Palmas, cuando el 1-1 dejó tocado al Real Valladolid y el 1-2 noqueado del todo. Y se repitió en Leganés. Los cambios parece que perjudican más que ayudan.

«Tenemos que levantar la cabeza y exigirnos todos más para volver a la senda de las victorias. Ahora nos está costando muchísimo marcar goles (...) La falta de eficacia te mata cuando no vas sobrado de gol», señaló el propio Rubi en la sala de prensa de Butarque.

Copa. Mañana llega la Copa del Rey, una oportunidad para recuperar la imagen, dañada en el último mes, y las sensaciones. Rubi sabe que el encuentro no llega en el mejor momento, pero ganar a un Primera puede ser la medicina.